33™

18 4 0
                                    

Tengo que admitir que el día termino mejor de lo que esperaba. Ayer me pase el día completo con las chicas decidí dejar el trabajo de lado y divertirme un poco, pero eso no quiere decir que hoy no esté a primera hora revisando documentos en mi despacho.

Hoy llega él, según me dijo está en peligro y no tiene donde estar por qué ha cambiado de lugar muchas veces, así que me ofrecí diciéndole que podria venir y hacerse pasar por militar. Si bien yo ya lo estaba buscando para mantenerlo cerca el me hizo el favor cuando menciono venir para acá.

Trato de terminar todo rápido ya que tengo que buscarle un alojamiento o lo más correcto es que se quede con su idiota hermano.

Sin esperarme tremenda visita pero que bien lo iba a buscar para darle diez tiros aparece el rey de Roma.

Atlas... Como lo odio.

Se acerca a mí con otras intención que no son para nada del trabajo, pero se detiene en cuanto escucha el seguro de la pistola. Si cree que por darle un beso va a tener el camino libre para hacer de todo lo que se le ocurra, está muy equivocado.

-A ti te quería ver- a pesar de que mi voz sale calmada, se nota un poco el coraje que llevo dentro.- ¿Que diablos pensabas para hacer esa mierda en el hospital delante de García?. Ahora eres perro marcando territorio. Te recuerdo por si se te ha olvidado. Solo. Fueron. Unos. Besos. Nada más que eso, que no se te olvide.

-Como crees que se me olvidará - con una sonrisa picara se sienta en unas de las sillas delante de mi escritorio -Pero no venía a eso...

-Entonces habla- Más que frustrada espero que suelte todo para asi mandarlo a la verga de nuevo.

- Matthew me mandó a avisar que ya tienen todo listo para la misión, - su semblante cambia y se pone serio, haciéndome saber que es importante esto que dice - Vlad a integrado a más participantes, los va a ser pasar por empleados contratados para esa noche.
Hemos cambiado lo que haremos, los rehenes si se da la oportunidad nos llevaremos por máximo dos, pero si las cosas se complican todo cambia, solo nos iremos de alli y ya.

-¿Por qué este nuevo cambio sin siquiera avisarme?

-Yo tampoco lo sé, solo vine a avisarte ya que todos tienen miedo de acercarse.

-Que bueno - una sonrisa se planta detrás de la máscara pero que no llega a ser vista por el- ¿Donde está Romir?

-Hasta donde se con una pierna rota, cuatro costillas, un brazo, sin tres dedos y en una cama de hospital - Como si estuviera enojado dice todo con los dientes apretados.

-¿Por que?

-¿Que?

-¿Por que tiene todo eso si yo no di la orden de que fuera atacado?- sin tenerlo que pensar mucho me llega la respuesta.

-Yo no tengo que seguir ninguna orden para hacerlo.- Resopló y respiro fuertemente.

-¿No te importa morir?- La pregunta sale de mi y me doy cuenta de mi error, su cara muestra intriga y la mia aunque no se note rabia.

Como se me ocurre preguntar eso va a pensar que tengo interés por él

-No lo se...

-Olvida eso y ya lárgate de mi oficina- Me agachó y recojo del piso la carpeta que se me cae. Un jadeo sale de mi boca cuando al subir lo encuentro cerca de mi rostro - no sabes lo que se llama espacio personal o que.

-Me gusta robar tu espacio personal.

-Haber Atlas el puto beso no fue significado de que todo el rencor que nos tenemos quedo atrás, te sigo aborreciendo igual- Alejo la silla para tener más espacio y así poder verlo, quien lo diría un hombre tan grande y fuerte como él, callendo rendido por un puto beso...

¿Como Sucedió? Libro:1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora