Just let me adore you❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO XV

Jeongin estaba sentado frente al espejo de su habitación mientras se terminaba de cepillar sus cabellitos castaños que caían hacia el lado derecho de su frente; tenía puesto unos pantalones acampanados de color azul cielo que se ajustaban a su cintura y quedaban sueltos en sus muslos y piernas, una camisa negra manga larga que le llegaba a la cintura y se pegaba a su cuerpo, llevaba puesto unas botas negras de tacón.

—Luces hermoso, Innie —mencionó Chan a sus espaldas, llevaba puesto una camisa manga larga blanca, por encima un chaleco café, con unos pantalones cafés que se ajustaban a sus piernas y sus zapatos casuales; sus cabellos estaban peinados y un arete decoraba su oreja izquierda.

—Gracias —respondió Jeongin, poniéndose de pie y sonriendo a su hermano, desde que había empezado su relación con Hyunjin y su tatuaje había aparecido en su cuello; Chan se había vuelto un poco distante con él.

—Ven, quiero darte tu regalo antes que todos —dijo Chan sentándose en el borde de la cama y estirando su mano para que Jeongin se pusiera frente a él.

Le entrego al omega una cajita negra.

—Esto es un collar, que contiene la palabra "te amo", en todos los idiomas del mundo, perdóname por estar distante contigo todo este tiempo, pero no quería aceptar que mi pequeño cachorro había encontrado a su destinado —dijo, abriendo la cajita y mostrando una cadeneta de oro con un dije de esfera en el — Eres mi mejor amigo, eres el omega más importante en mi vida junto a mamá y siempre estaré para ti, cachorro —concluyó Yang mayor.

—Pensé que ya no me querías —dijo Jeongin, con un pucherito en sus labios.

—No digas bobadas Innie, tú eres mi hermanito y siempre te voy a querer, aunque tu alfa me caiga de la pu...

—¡No insultes a Hyunjinnie! —gritó Jeongin.

—Ya, ya, está bien, vamos a cenar con mamá y papá, hoy eres de la familia ya que tu noviecito anda en Narnia — sonrió.

—Eres un bobo —dijo Jeongin, tomando de la mano a su hermano para bajar a la sala y con ello al comedor para cenar y luego festejar su cumpleaños.

Amaba cumplir en fiestas, porque desde que era un cachorrito las luces iluminaban el lugar y pensaba que eran por él.

—Ya —dijo Chan volteando los ojos.

—¿Compraste el pastel de...

—Chocolate, con relleno de chocolate de fresas, con cubierta de chocolate de fresas y decoración de chocolate y fresas, sí, sí lo compré Jeongin, como todos los años —dijo su hermano.

—Me parece perfecto esclavo, ahora cárgame hasta el comedor —burló Jeongin, alzando sus manitas para que Chan lo cargara estilo nupcial hasta la sala.

—Eres demasiado mimado, mío —dijo Chan.

—Y de Hyunjinnie.

—No.

—Sí.

—No, solo de nosotros, él no está invitado —gruñó el alfa.

—Pero es mi alfa y el futuro padre de mis hi...

—¡No lo digas! Tu tendrás hijos hasta los cuarenta años o hasta que yo me muera, no, no, me niego a que estés con un alfa.

—Tu no dices lo mismo cuando Félix grita en tu habitación.

—¡Jeongin!