Neko maldición

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Justamente mientras trataba de pensar en que había pasado, volví a mi forma de gato.

-De verdad hermano no te miento Yami está aquí... De alguna forma el...-
-NOIR!!! Oh pobre bebé, Mokuba no te burles de mi, oh pequeño estás bien? Te lastimó el bruto de Mokuba?-

-Seto yo soy Yami, y quien me asustó fue Brutus...-

Pero mis palabras eran solo maullidos, espera un segundo Mokuba me vio como humano, eso explicaría por que me ve de esa forma. Al llegar a la mansión Seto se recostó en el sofá mientras me acariciaba.

-Por un momento creí que... Bueno como sea...-

Seto se metió a su oficina y me quedé con Mokuba.

-Se que puedes entender lo que estoy diciendo.-

Asentí lo cual asustó a Mokuba, créeme pequeño nadie está más asustado que yo.

-Tu eres Yami?-

Volví a asentir.

-Te estás aprovechando que eres un gato para estar con mi hermano?-

Negué con la cabeza.

-Es un hechizo lo que te tiene así?-

Incline mi cabeza, ni yo sabía que pasaba.

-Mokuba has visto mi... Que le haces a Noir... Pobrecito gatito te está fastidiando Mokuba...-

Negué con la cabeza, lo cual lo sorprendió.

-Vaya eres inteligente solo para ser un felino.-
-Creeme que es más que un simple gatito...-
-Te lo creo, Mokuba... Sabe tener duelos, sabe decir si y no, no le gusta usar el arenero y en lugar de eso usa el inodoro, cuando come procura no tocar la comida con las patas, no le gusta recoger comida del suelo, es como si hubiera sido un humano en su vida pasada... Y sus ojos no son verdes ni amarillos, son violetas. Mokuba y si Yami se hubiera suicidado y hubiera reencarnado, en este gato?-

Interesante analogía Seto querido, pero hay que analizar varias cosas. Uno no estoy muerto estoy aquí, como pude lo abrace refregando mi cabeza en su barbilla, dándole besitos en las mejillas, si fuera humano no podría tener esa cercanía, al ver a Mokuba hice mis orejitas hacia atrás avergonzado. Solo el sabía mi secreto, y mientras me cargaba ahí estaban esos mugroso animales, Brutus, Yoko, Herodes y Bunbury, los cuales me gruñeron, claro estando con Seto no me harían daño pero igual no le iba a buscar tres pies al gato como, pude brinque hacia un librero pero con mi pierna lastimada no podía hacerlo tan bien como me hubiera querido así que me caí en una maseta de ahí brinque a las cortinas y ahí estaban esos perros mordiendo las cortinas, aunque quería no podía seguir aguantando a mis espaldas escuché un golpe, Seto me tomo en brazos y me dejo en manos de Mokuba, quien subió a la habitación de Seto, me sentó en sus piernas y comenzó a tranquilizarme.

-Entonces si te lastimaste la patita eh? Vaya creo que tendremos que llevarte al veterinario, por cierto Yami, estás bien? No te hicieron daño verdad? Nunca creí que mi hermano fuera capaz de hacer lo que hizo solo por protegerte... Creo que acaba de matar a esos cuatro perros de un solo golpe, y solo por creer que tú eres la reencarnación de Yami, si supiera que si lo eres que crees que pase?-

Seto subió al cuarto lleno de tierra, y sangre.

-Voy a darme un baño, después iremos al veterinario...-

Como pude me baje de los brazos de Mokuba y entre al cuarto de baño, lo vi mientras se desvestía, tenía que agradecerle por haberme salvado, se metió a la tina y entonces, salte al agua el me abrazó y mientras me sostenía me dió un besito, al cual correspondí juntando mi hocico a su boca y entonces volví a transformarme.

-Yami?!-

Lo vi ponerse rojo como la sangre, pero antes de que pudiera gritar o hacer algo, me senté en el y lo bese con fuerza y pasión, el simplemente se dejó llevar por el calor de aquel beso hasta que me lastime de nuevo la pierna.

-Creí que...-
-Shhh estoy vivo... Ya lo sé todo así que deja de fingir, hace como dos años que fue el tiempo que viví aquí con ustedes, simplemente desperté como un gato, no supe por qué, el abuelo en cuanto me vio como gato negro me corrió a escobazos, y Mokuba me trajo aquí, todo este tiempo pude verte y conocer más de ti, cosa que como humano nunca hubiera hecho, supe las veces que me ayudaste sin ser visto y se lo que sientes por mi... Cuando me transforme por primera vez en humano, me había quedado dormido en tu almohada y ahora vuelvo a ser yo... En tu presencia...-
-Siempre te pasan cosas muy bizarras...-
-Lo sé...-

Sonreí avergonzado y entonces me di cuenta de que estaba desnudo, carajo así me vio Mokuba? Que vergüenza pero como estaba inconsciente, no lo recuerdo y si no me acuerdo eso no paso... Sin embargo ahora sentir las caricias de Seto era otro nivel y sin quererlo ronrone, lo volví a besar y nos entregamos al deseo, probe lo que era el amor en manos de quien considere mi enemigo. Los días siguientes, ya no hubo más transformaciones así que volví a la escuela, al verme mis "amigos" corrieron a abrazarme yo igual correspondí al abrazo y volví con Seto, después de clases volví a la mansión con el... Después de todo el siempre estuvo conmigo, en cuanto al abuelo lo mandé una semana al asilo de ancianos, con engaños de que sería una reunión con viejos conocidos, quienes al ser personas de la tercera edad pues solo ellos se comprendían era como ver a un grupo de niños ya grandes, por un momento me sentí culpable, por otro lado vengarme de Yugi y compañía, fue más divertido pues los lleve a la casa del terror una mejorada cortesía de Seto. Cuando terminó el recorrido yo los estaba esperando afuera riéndome a carcajadas, todo había resultado con muchas risas. Así que todo estaba bien entre todos pero de igual forma yo ya le pertenecía a la familia Kaiba.

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora