-Hello...-
-Es hola verdad?-
-Yes...-
-Es si...-
-Bien ahora uno más difícil , Hello, my name is Seto Kaiba, i have fifteen years old and my favorite food is the beef steack...-
-Eso es Hola mi nombre es Seto Kaiba, tengo quince años de edad, y mi comida favorita es el filete de res.-
-Perfecto Tea si sigues practicando te irá bien en el examen de inglés básico...-
-Gracias mi amor... Con tu ayuda podre ser la mejor de la clase.-Seto sonrió muy feliz mientras besaba a su novia, sin embargo por algunos asuntos de trabajo, tenía que dejarla sola, pero en este tiempo Seto llegó a notar que, collares, anillos e incluso uno que otro perfume desaparecian, a lo que no le dio mucha importancia pues creía que posiblemente los perdía en algún viaje, ya que por las temporadas de invierno eran más frecuentes.
Sin embargo en uno de esos tantos viajes, volvió a casa y escucho gemidos en la que era su habitación, al entrar y prender la luz vio a un chico que al verlo se puso más pálido que un fantasma. Seto furioso tomo al intruso de los hombros, y al verlo a los ojos, noto miedo e incertidumbre, no era burla o algo similar.
Al verlo así solo sintió algo de lástima, sin embargo corrió a Tea, el chico estaba hecho un manojo de nervios, Seto al verlo tan frágil le invito una bebida. El pobre muchacho accedió pero estaba tan nervioso que sus manos parecían tener vida propia. Un relámpago iluminó el cielo nocturno y comenzó a llover, como si no hubiera un mañana.
-Quien eres-
-Yo soy... Ya...Yami... Lo lamento muchísimo, si hubiera sabido que Tea era tu novia yo nunca habría accedido a estar con ella.-
-Nunca lo sospechas te?-
-No yo le pregunté si estaba en una relación y ella lo negó, dijo que vivía con sus padres pero que estaban en un viaje de negocios y me trajo aquí... Lo lamento muchísimo...-
-No te preocupes después de todo eres una víctima también.-
-No se por que lo hizo, además ni se por que te engañaría conmigo, es decir eres rico y guapo y yo no...-
-Eres simpático, te llevo a tu casa? Ya es tarde y aparte está lloviendo...-
-Bueno no quiero abusar de tu generosidad...-
-Ven vamonos...-Ambos subieron al auto, pasando de largo a Tea quien estaba toda empapada y aparte la habían rociado con el agua estancada, gracias a la velocidad a la que iban.
Mientras iban en camino, ambos platicaron e inclusive se habían pasado su número telefónico. Al día siguiente ambos se vieron para comer juntos, en un restaurante de comida rápida, dónde Yami había llevado todos los regalos que le había dado Tea, ya que posiblemente aquello también pudiera ser de él, y la sospecha era cierta, varios de esos regalos, eran cosas que casualmente Seto perdía.
-Me preguntaba si puedo conservar este perfume, la verdad es que huele bastante rico...-
-Si huele bien pero no creo que ese aroma te quede, más bien para ti sería este...-Seto saco un perfume de viaje y rocío un poco en el antebrazo de Yami, quien quedó fascinado por el aroma sonrió en forma de agradecimiento, después lo llevo a su casa, donde le dió varios perfumes del que le había puesto.
Seto discretamente vio la entrepierna de Yami, parecía una serpiente, atrapada en sus jeans negros y ajustados. Esa noche habían decidido ir a un bar donde bebieron y bailaron hasta entrada la noche, Seto había contratado un Uber para ir a la casa, ya que estaba mareado, al llegar ambos se dejaron caer en el sofá.
-Tie loi dijio enucerio... Siu yiu hubueria sabudio quie Tiea erra tiu niovia nio mi lo hubuiera acericado a ellia...-
-Shhh Yiami nio eis culupa tuyua niu tanapoco lia muía... Fiue la culupa die lia mononotonoia.-
-Piero si eerres de reguena gentie, supuer amablue y supuer garapu tambunuen y sui io fusuera viejea sui mei quedaba conotigo...-
-I porocua nio teiquedagas conomigo...-
-Jajajaja pues siu veda...-Yami se sentó en las piernas de Seto, y ambos se entregaron en una noche de copas, una noche muy loca. Al día siguiente ambos se dieron cuenta de lo que había pasado, y se rieron nerviosos.
-Lo bueno es que no recuerdo nada...-
-Porque?-
-Porque así puedo vivirlo de nuevo pero estando yo al 100%-Ambos se besaron y volvieron a entregarse, sin el pretexto del alcohol, solo por gusto y por placer.