Mirror

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Todo el mundo lo veía como un joven valiente, temerario, así que ver esa cara de miedo, era un recordatorio de que era un humano, uno muy joven que tenía la salvación del mundo sobre sus hombros, si bien yo me burlaba de lo estúpido que eso sonaba, lo que decía era verdad.

Ligado estaba a descubrir cómo neutralizar la magia oscura dentro de los artículos del milenio, descubrir y derrotar a criaturas mitológicas que estaban ligadas a su pasado, derrotar criaturas mitológicas como el Leviatán, y todo eso con solo 14 años.

Y yo que me quejaba de tener estrés por ser el CEO más joven y poderoso del mundo entero, dedicado a crear videojuegos... Mientras yo estaba trabajando en un nuevo proyecto, el arriesgaba todo por el todo contra alguna energía negativa, que volvía a amenazar la humanidad.

A su lado comprendí que realmente la magia oscura es real, aunque llevarle la contraria es divertido y hacer que se enoje es entretenido. Sin embargo verlo derrotado, triste o aterrado era algo muy raro de ver en el.

Por ello verle de rodillas ante un rival, era algo que no era digno de él, y aunque no era la primera vez que lo veía de rodillas, si había sido la primera vez, que lo vi correr aterrado, si aquella amenaza era capaz de poner a mi rival así, debía ser algo realmente malo.

Aquel nuevo enemigo se hacía llamar Lord Mirror, el cual te atrapaba y hacia que tuvieras una pelea contra tu mayor miedo, un miedo tan oculto dentro de tu corazón, que no sabías siquiera de su existencia hasta que lo ves. Yo sabía que era una ilusión, sin embargo estar ahí dentro y ver a tu peor pesadilla frente a tí, es algo con lo que es muy difícil batallar.

Mi peor miedo, era ver a mi hermano muerto por culpa mía, así que verme a mi mismo matar a Mokuba era algo por demás horrible. Me quede en shock por un momento, y al ver mis manos llenas de sangre, era demasiado para mí, sin embargo aunque tenía miedo seguí adelante pero no había opción tenía que vencer mi miedo, sin embargo de pronto sentí como mi fuerza crecía, al igual que mi convicción de derrotarlo y entonces el apareció a mi lado, sus ojos mostraban terror, cuando vi en dirección a dónde estaba viendo, me llamo la atención su mayor miedo.

Su mayor miedo era morir a manos mías, osea admito que me cae mal, pero no al grado de matarlo, luego con quien pelearía, trate de hablar pero mi voz era apenas audible, giré mi mirada hacia aquel individuo, y cuando volví a ver a Atem, estaba de rodillas, bañado en su propia sangre, el rojo de verdad que le sentaba bien, sin embargo, tuve que interferir, en aquella visión, al sacarlo del trance el miedo en su mirada, reflejaba lo que aquello significaba.

Lo abofete para que saliera del shock pero su miedo aumento, entonces lo bese no me juzguen estaba desesperado por sacarlo de ese shock, pero solo me vio confundido y esa aura extraña que lo cubría desapareció, solo hasta entonces supimos como hacerle frente a ese nuevo enemigo, trabajando juntos destruyendo a ese nuevo enemigo al finalizar aquella batalla ambos caímos inconscientes.

Sin embargo cuando despertamos, no podía verlo de nuevo como mi rival, como mi igual, ya que ver ese lado patético y miserable, era tan desagradable... Giré sobre mis talones y le di la espalda.

Perdí mi dignidad al besarlo, eso era algo tonto, pero ni con un golpe reaccionó, aparte de que verlo llorar y hacerse bolita mientras esa visión se hacia presente pues no sé... Era despreciable y a la vez ver ese lado vulnerable...

Maldita sea! Se veía realmente adorable! Pero tenía que aparentar ser frío y distante, no quería que se mal interpretará eso, pero demonios besar esos labios...

MALDITO Y SENSUAL YUGI! NO ESE TIPO AL QUE BESE, NO ERA YUGI... ERA ESE PERRO, FARAÓN... MALDITA SUERTE LA MIA... Pero no era tan malo, a final de cuentas... Fui su primer beso... Nadie había podido besarlo, ni siquiera la castaña, y si yo fui su primer beso... ¿Porque no ser igual su primera vez? Total que más daba...

A los días siguientes lo espiaba, ya sabía cuál era su rutina, y fue entonces que lo ataque, bueno yo no mis hombres, quienes lo habían secuestrado. Al tener los ojos vendados, no sabría quién lo atacó.

Pero ese hijo de perra me reconoció apenas entre a la habitación.

-SUELTENME DÉJENME IR!!! QUIEN ESTA AHÍ?! KA-KAIBA ERES TÚ?!-
-¿Como supiste que era yo?-

El sonrió de lado
-Sencillo por tus pisadas, tu perfume y tu energía...-
-Mi energía?-
-Si tú energía cuando llegas a algún lugar tú energía es demasiado fuerte, es difícil de explicar pero, dime por qué me secuestraste? Y por que estoy desnudo? De verdad tanto me odias que quieres humillarme de esta forma?-
-No quiero humillarte...-
-Entonces que quieres de mi?-

Solo sonreí, el trago saliva y lo volví a besar está vez con más fuerza que antes. Su rostro estaba rojo e intentaba inútil mente safarse de las esposas que tenía. Lo hice como quise, verlo gemir, jadear y sollozar era adictivo.

-Seto... Acabas de cometer un terrible error...-

De alguna forma, había logrado safarse, se quitó el antifaz y me vio con tanto odio, que prefería la muerte a que me viera de esa forma que había helado todo mi ser hasta que un molesto sonido me despertó.

Y volví a la cruda realidad, Atem se había ido y con esta ya lo había soñado todo el maldito mes... Dicen que si sueñas mucho con una persona, es por que esa persona te extraña... Pero la verdad dudo que sea el quien me extrañe... Odio admitirlo pero, si lo extraño... Y bastante hijo de perra por que tenías que irte!

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora