En cuanto tuve conciencia del cambio que podía hacer con Yugi, todo cambió. El rompecabezas cambio de forma de dos puertas a tener muchos laberintos y pasadizos, todo era provocado por mi, ese era mi mundo, mi refugio, mi jaula...
Cada día aumentaban mis dudas, ¿quien fuí en mi vida pasada? ¿por qué estaba ahí? Tantas dudas, pocas respuestas. Cuanto más tiempo pasaba en el rompecabezas más enfermo me sentía, Yugi sabía cómo me sentía, sabía incluso en lo que pensaba, me sentía acorralado... No tenía privacidad de mis pensamientos, hablar con Tea era de pronto mi único escape por que fuera de eso, Yugi no me daba mucha libertad.
Gracias a una de esas aburridas citas fue que empecé a ver a Tea como algo más que una simple amiga, supe que ella sentía algo por mi, así que ese día cambie con Yugi, dejando el rompecabezas en la casa de Yugi no era práctico pero era seguro guardarlo en pedazos bajo el colchón, era la única forma que tenía para ser "libre".
Fue entonces que al ir a la escuela la escuché hablando con Miho.
-Pues es que bueno Yugi si es guapo pero... No sé es raro saber que el espíritu de una momia comparte cuerpo con el...-
Comentó Miho.
-Ya lo sé, de no ser por que usa el cuerpo de Yugi, posiblemente huela horrible...-
Bromeo Tea o bueno si se le puede decir broma
-Imaginate en ese tiempo no se usaban los sanitarios, seguramente hacían un oyito y le hacían igual que los animales...-
Se carcajeó Miho
-Cierto pobre Yugi, que tiene que compartir cuerpo con ese ente...-
Remato Tea.Joey y Tristán entraron al salón y se unieron a la plática de las dos mujeres.
-Bueno para ser un vejete es muy valiente...-
Intento defenderme Joey.
-Seria el colmo que fuera una momia y tuviera miedo...-
Bromeo Tristán.No pude seguir escuchando aquello, así que me aleje, mi corazón estaba roto. Pero era verdad, el único que tenía una chance con Tea era Yugi y no yo, me fui al lugar más apartado que pude encontrar y ahí me hice bolita, llorando en silencio, mis gimoteos fueron interrumpidos por unos pasos fuertes y determinados, ese aroma de perfume varonil inundó aquel espacio.
-Que haces aquí?-
Pregunté sin mucho ánimo.
-Entonces... A pesar de ser el rey de los juegos, un faraón que derrota a varios enemigos feroces, protege a cuatro inútiles, dejas que te hablen así?-
-Entonces lo sabes todo?-
-No todo aún no se cómo derrotarte, y tampoco sé cómo es que siendo tus "amigos" te traten de ese modo.-No pude contestar, solo senti una fuerte opresión en mi pecho, unas ganas enormes de llorar me invadieron. Y lloré hasta que no pude más, cuando abrí los ojos estaba en la mansión de Seto. Quien al verme despierto arrojó mi baraja a mi lado.
-Pelea conmigo...-
Sin mucho ánimo me coloque el disco de duelo, y peleamos, con cada ataque que recibía de su parte, un comentario hiriente salía, no solamente era un duelo de monstruos, era un duelo contra mis debilidades, Seto uso todo lo que sabía de mi en mi contra, el duelo acabó con un empate, la explosión de ambos monstruos nos hicieron caer de espaldas.