Capitulo 27

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Era de madrugada y Jisung se encontraba sollozando en su cama.

A su lado el alfa dormía plácidamente después de una jornada cansada y estresante, Jisung daba caricias suaves a su vientre.

-tranquilo bebé...no pasa nada- una lágrima rodó por su mejilla.

El alfa comenzó a removerse incómodo en su lugar, abrió sus ojos y levantó su torso para encender la lámpara de noche a su lado.

Sentía las feromonas de tristeza y buscó con la mirada a Jisung viendo sus ojos llorosos y un puchero en su rostro.

-Amor ¿qué pasa?- colocó su mano en el vientre del mayor. -¿Te sientes mal? ¿Pasó algo con el bebé?

Jisung lo miro, su mentón se movía anunciando que pronto arrancaría a llorar de forma audible.

- Tengo muchísima hambre- su llanto hoy si podía ser escuchado por su alfa.- estoy gordo y se me inflaman los pies, no quiero seguir comiendo pero tengo mucha hambre-

Minho tenía un puchero en su rostro moviendo de arriba hacia abajo su cabeza asintiendo a todo lo que su Omega decía.

-Amor no llores, iré a cocinar algo delicioso-

-No, son las 2:45 de la mañana, dónde vas a encontrar patitas de cerdo-

-¿Jokbal? ¿Tienes hambre de jokbal?- La preocupación de Minho era evidente, sabía que Jisung querría jokbal del restaurante familiar a 5 kilómetros de casa pues preparaban el mejor de la ciudad.

- Además estará cerrado, será tiempo perdido y me vas a dejar solito- grandes lágrimas bajaban por su rostro.

-Pero...-

-Pero sino me consigues el jokbal nuestro hijo va a nacer con cara de patas de cerdo...buaaaaaaaa- los cambios hormonales de Jisung terminarían de volver loco al alfa.

-Regreso en 15 minutos ¿Sí?- se apresuró a colocarse un abrigo y salir de casa.

Está era una misión, una ultra mega importante para su orgullo como alfa. No conseguir el jokbal para su pareja sería la deshonra, pues su hijo pedía ese alimento en particular y ya demasiado hacia Jisung todo el día con tener a su bebé en el vientre, formando su cuerpecito.

-Yo tengo que hacerlo-

En menos de 5 minutos Minho estaba frente al restaurante familiar, las luces apagadas y cerradas. Comenzó a tocar sus puertas y a los pocos minutos un alfa y su compañera Omega de mediana edad salían a ver por qué estaba gritando que lo ayudarán.

-Necesito su ayuda, les pagaré lo que me pidan pero por favor necesito 3 órdenes de jokbal- se pondría de rodillas de ser necesario- Mi Omega está embarazado y tiene una obsesión por el jokbal que ustedes cocinan, por favor- juntó las manos e hizo una reverencia de 90 grados.

A los dueños del restaurante les dió una ternura tremenda ver a un alfa tan preocupado por cumplir con los caprichos de su Omega.

-pasa hijo- abrieron el lugar pues el frío calaba a los huesos.

20 minutos después las órdenes estaban listas. Minho agradeció y pago la comida al doble de su precio, aún cuando le negaron rotundamente.

Salió disparado pues según sus cálculos había dejado más de media hora solo a Jisung. Estacionó el auto y corrió a casa, dónde Jisung lo esperaba hecho bolita sobre el sofá, envuelto en una colcha gruesa para darse calor, llorando por haber hecho berrinche y  exponer a su alfa.

-Ya estoy aquí - entró, lavó sus manos y comenzó a abrir la comida, humeante y deliciosa-

Se acercó a la sala y sonrió al ver a su Omega envuelto.

- Vamos a comer- tomó su mano para guiarlo al comedor.

-Lo siento...tuviste que salir con este frio por mi culpa.- sollozó.

- No te preocupes amor, ya estoy aquí y llegué sano y salvo- dió un pequeño beso en la punta de su nariz.- Además este es mi trabajo.

Retiró la gran colcha del cuerpo de su novio y lo colocó en sus piernas para poder darle de comer.

Jisung con un puchero en su boca retiraba sus lágrimas.

-Mira bebé, todo se ve delicioso- aparte del jokbal habían algunas hojas de perilla, kimchi, salsas y bebidas para cada uno.

A Jisung se le hizo agua la boca, juntó sus manos, cerro los ojos y agradeció a la luna.

-Gracias luna por permitirme disfrutar de esta deliciosa comida, y aún más importante darme al marido más hermoso y atento del mundo- depósito un beso ruidoso en la mejilla de su alfa.

Minho sonrió con orgullo.

Jamás se imaginó enamorado, cualquiera que lo viera hoy se partiría de la risa al verlo completamente domado por un Omega con cuerpo pequeño que come como ardilla.

-Que bonito se escuchó eso-

-¿Qui cusa?- [¿Qué cosa?]- preguntó con la boca llena y haciendo un pequeño bailecito de felicidad.

-La palabra marido- apoyó su rostro sonriente en el pecho del Omega, abrazando fuertemente.

Jisung sonrió en grande con el rubor en sus mejillas.

-Lo eres- hizo una pausa.- aunque no completamente-

- Lo sé, pero pronto lo seremos- ambos habían decidido que era mejor esperar y casarse cuando el bebé haya nacido, el estrés de la boda y el embarazo no era bueno mezclarlos por la salud de Jisung.

Jisung disfrutaba y de vez en cuando daba bocados preparados en la boca a Minho, después que los malestares de los primeros meses pasaron, ambos eran felices disfrutando comida deliciosa.

Los ojos de Minho brillaban al verlo feliz.

Jamás se imagino caer tanto por alguien, y es que cada día Minho confirmaba que la Luna había creado a Jisung para especialmente para él.

Jisung volvió a verlo, ya que el alfa había guardado silencio.

-¿Qué?- preguntó cuando vio que el mayor lo veía fijamente con ojos luminosos.

Minho sonrió - Los amo tanto- tocó su cabello suavemente- Te amo tanto Jisung...- el Omega colocó el codo en la mesa, apoyó su cabeza en su mano- ah, ¿Sí?- sonrió.

- Pues yo sin duda te amo mucho más - siempre sentía cierta emoción al decirlo.

Se sentía tan bien expresar sus sentimientos y que estos fueran correspondidos.

- Sabes...quiero que el amor que yo te doy sea el menor de todos los amores que recibas.-

Las lágrimas se acumularon en los ojos ya cansados de Jisung.

- Tu sin duda alguna, naciste para ser amado por todo aquel que te conozca- sonrió - gracias por permitirme ser uno de ellos-

-Eres el único- las feromonas de felicidad y amor flotaban sobre ellos- Por siempre y para siempre vas a ser mi único amor Minho-

La plenitud los embargo a ambos, por tanto alfa como Omega habían encontrado su lugar en el mundo.

Acompañarse mutuamente en todas sus vidas era su destino.

Talking To The Moon HYUNIN | MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora