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Jennie estuvo esperando a Lisa para el almuerzo, pero ella no había aparecido. La esperó toda la tarde pero no aparecía, el sol comenzaba a ocultarse y su preocupación crecía más al pasar las horas.

Pan estaba sobre su hombro, también esperando, se le notaba lo preocupado y no dejaba de ver por la ventana cada cierto tiempo. Las horas pasaron y la madrugada llegó, Pan se había quedado dormido sobre su cama, pero Jennie seguía esperando.

Había enviado a algunos guardias a buscarla, pero hasta ahora no había recibido alguna respuesta. Rosé comenzaba a sospechar, ella tampoco había sabido algo sobre Jisoo, cuando fue a verla en la tarde no estaba. ¿Qué estaba pasando?

_Princesa - Rosé llamó detrás de la puerta.

_Adelante - respondió la castaña.

Al ingresar, notó lo cansada que estaba. Sus ojos rojizos y sus párpados pesados, esperaba de pie al lado de la ventana, viendo la entrada por si Lisa llegaba.

_Princesa, creo saber dónde está la dama Lisa - atrajo de inmediato la atención de Jennie - me dijo que fue a la taberna con la comerciante, quizá ahora está en su casa, ya es muy tarde para que salgan a las calles y la taberna ya está cerrada.

_Me dijiste que habías ido a ver a esa mujer - respondió Jennie - que no estaba.

_Lo sé, pero quizá volvieron. Iré a verificar ahora.

_Voy contigo.

Al llegar a la casa de Jisoo, vieron por los bordes que el interior estaba oscuro. Rosé tocaba la puerta pero solo recibía los sonidos de los animales como respuesta.

_Rompe esa puerta - ordenó Jennie.

_Pero...princesa.

_Si no lo haces, lo haré yo - quiso acercarse pero Rosé la detuvo.

Rosé la apartó unos cuantos metros y ella se puso frente a la puerta, se preparó y pateó fuertemente la madera, la puerta se abrió bruscamente, asustando a los animales.

No tardó en encender las velas mientras Jennie se adentraba al interior. Rosé se acercó con una vela en mano y ambas notaron que la habitación estaba vacía. Lo que confundió a Rosé fue notar que sus cosas no estaban. Extrañada, salió a la tienda y notó que los animales tenían comida puesta para varios días.

_Se fue...- pronunció para sí misma, pero Jennie la escuchó.

La castaña se acercó a la cama y tomó lentamente la capa que estaba encima, era la capa de Lisa. Un extraño sentimiento de tristeza la invadió.

_¡Princesa! - uno de los guardias llegaba a la puerta - me informaron que la dama Lisa tomó dos caballos esta tarde, la comerciante Jisoo estaba con ella.

En un lugar muy alejado del reino, Lisa mantenía su mirada seria hacia adelante, Jisoo estaba a su lado, ambas montadas en cada caballo. Usaban las capas que Jisoo tenía para el frío, sus cabezas eran cubiertas por una caperuza y chalinas cubrían su cuello y parte de sus labios.

Tenían un destino, y era llegar al reino que el rey describió en su diario, aquel reino que esperaba la llegada de sus herederos, el reino que había despedido con alegría a los hermanos Kim y estaba siendo liderado por un amigo leal.

No sabían si serían bienvenidas, no sabían si serían rechazadas, pero necesitaban averiguarlo, ya que el rey había mentido mucho incluso al reino de donde venían.

El saber que había matado a su propio hermano, sería un duro golpe para aquel reino. No saben cómo reaccionarán con ellas, pero la sangre es algo muy importante para ellos, demasiado.

La Princesa y...¿Lisa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora