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En la habitación del último piso, la reina escuchaba pensativa a su guardia de confianza. Hace una hora que había terminado el enfrentamiento y después de poner en orden todo, regresó a ella a informar lo que había pasado.

_Así que perdió...- era difícil descifrar lo que la reina sentía con aquella noticia. No sonreía, pero tampoco se veía triste, solo parecía pensante - ¿Cómo está ella?

_Está descansando, reina. Aún no despierta pero parece que todo está bien. Se recuperará en unos días si al despertar no demuestra complicaciones.

_Pensé...que no iba ser tan fácil vencer a Jennie.

_En mi opinión, no lo fue. La princesa Jennie se esforzó, reina. Pero al principio fue lo que la dejó más lastimada porque perdió fácilmente su espada. Al parecer la princesa Moonbyul es más fuerte y eso la sorprendió. No supo concentrarse.

_Es algo que puedo esperar, nunca a estado en una pelea real o en medio de una guerra - suspiró - al menos sé que no perdió tan fácil.

_Reina, la exprometida de la princesa estuvo presente en la pelea - aquello llamó la atención de la mayor.

_¿Ella intervino? - preguntó curiosa.

_Quiso hacerlo.

_¿Por qué no lo hizo? Con solo verla una vez sé que ella no es de quedarse sentada.

_Quiso ayudar a la princesa Jennie en el último momento, pero estaba detrás de la puerta de seguridad de la entrada uno para las peleas.

_¿Por qué quería ayudarla? - frunció los ceños con duda - ¿No fue una pelea justa?

_Dentro de las reglas, sí lo es. Pero reina, perdón por mi atrevimiento, pero hasta yo llegué a preocuparme. Llegué a pensar que la princesa Jennie podría morir.

_¿Cuál es el motivo de esa idea?

_La princesa Jennie ya estaba muy lastimada, reina. Apenas podía levantarse, no creí correcto lo que la princesa Moonbyul hizo, la comenzó a ahorcar viéndola indefensa, la princesa Jennie estaba perdiendo el conocimiento. Por suerte, una comerciante ingresó y golpeó a Moonbyul, eso detuvo la pelea y la princesa perdió por estar inconsciente.

_¿Me estás diciendo...- la voz se la reina se volvía seria -...que mi hija pudo haber muerto y nadie, ni siquiera tú, salió a ayudarla?

_Aquella mujer lo intentó, reina. Y también la comerciante.

_¡La obligación de cuidar a mi hija es de ustedes!

El guardia se sentía nervioso.

_Estaba dentro de las reglas, reina. El juez tenía la palabra si intervenir o no.

_¡LA VIDA DE MI HIJA ESTÁ POR ENCIMA DE TODAS LAS REGLAS!

Los guardias de fuera temblaron al escuchar su enfado, pudieron oír que había lanzado su taza también.

_Pero, reina...

_¡Parece que a una mujer de la calle y a una comerciante le importan más mi hija que a los que le juraron lealtad!

_Lo siento, reina - bajó la mirada - sé que merezco un castigo, lo aceptaré.

_¡Solo retirate! - ordenó con seriedad - y procura no cometer el mismo error si no quieres perder la cabeza.

***

_Jisoo - Rosé llegaba a una de las celdas, la encontró igual a la última vez que la vió allí, apoyada en el muro cerca de las rejas, perdida en sus pensamientos. Rosé se arrodilló frente a ella, sosteniendo los barrotes - ¿Estás bien? ¿No te golpearon?

La Princesa y...¿Lisa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora