Capítulo 05: Una brillante luz

82 13 4
                                    

Childe.

"Amada Lumine:

Soy tu chico, Childe.

Ahora mismo, estoy frente a la residencia Kamisato escribiendo esta carta en mi auto. Lamento si mi letra es desprolija, ya sabes que no me he visto en la necesidad de escribir a mano desde que terminamos la secundaria. Supongo que nos merecemos una charla tranquila después de lo que ocurrió anoche, pero como me bloqueaste de todos lados, no me quedó de otra más que convencer a tu amiga de que te entregara este sobre. Pensé por bastante tiempo en ir a verte a tu trabajo, pero sé que a tu madre no le gusta que alguien como yo esté ahí, así que preferí ser más sutil.

Sé que estuve mal por lo que pasó la noche anterior, te molestaste por las razones justas y lo admito, y yo en ese momento estaba más preocupado por dar una buena impresión frente a los invitados, tanto que no me había puesto a pensar en que podría molestarte lo que hice. No solo habértelo dicho en alto y que todo el mundo escuchara, sino también el hecho de que no lo hablé contigo antes de tomar una decisión. Eso fue un pésimo movimiento de mi parte, lo lamento.

Pero creo que, después de todo, tú ya eras consciente de que ese viaje no tendría lugar ahora mismo: Fatui Corp. está creciendo rápidamente y ahora más que nunca me necesita. No me refiero a la estúpida junta directiva, sino a Zarina. Tú sabes lo que significa Zarina para mí... Ella es mi segunda madre, mi mentora. Por más que quisiera hacerme a un lado de mis responsabilidades, se me rompería en mil pedazos el corazón de solo ver como todo el tiempo que ella invirtió en mí se echa a perder por una tontería así.

Yo solo quiero que comprendas, Lumine, que este trabajo es mi vida, y necesito que estés a mi lado para poder seguir. Me urge que me entiendas, que me apoyes. Nos conocemos desde los siete años, nena, ¿por qué te cuesta tanto darme una mano en este momento de mi vida? Esto nunca nos había pasado antes, ni siquiera cuando tuve que viajar a Snezhnaya por dos meses para cuidar de mi hermano. ¿Por qué ahora, Lumine?

Lo más seguro es que pienses que soy un idiota, pero quiero que confíes en mí: te amo. Siempre te amé, desde que me defendías de los bullies en la primaria hasta este mismo momento en el que estoy escribiendo. Ten por seguro que mi corazón late solo por ti, pero si queremos que esto funcione, te necesitaré a mi lado y tú me necesitarás al tuyo.

Lo siento, soy realmente malo intentando expresarme. Sabes que este no es mi lenguaje del amor. En realidad, escribir es más tu estilo, ¿verdad? ¿Podrías escribirme en cuanto recibas mi carta? Solo envíame un mensaje o llámame, quiero hablar contigo en persona y aclarar las cosas. Quiero saber lo que piensas.

Con todo mi amor, Childe."

Una semana después de ponerme de rodillas frente a Ayaka y su hermano para que le hicieran llegar esa carta a Lumine, comencé a arrepentirme. Fueron ocho tortuosos días sin ningún tipo de respuesta: sin llamadas, sin cartas, ni un miserable mensaje. Mi alma aún tenía una mínima esperanza de que mi chica respondiera de alguna forma, pero cada día esas pizcas de optimismo eran aplastadas por una pequeña voz en mi cabeza que me recordaba hechos innegables: Lumine era increíblemente testaruda, orgullosa y no respondía ni con facilidad ni con prisas a los problemas. Podía callar durante días si la situación lo pedía, podía gritarte, insultarte e incluso abofetearte si te comportabas como un imbécil, tal y como yo lo hice. Pero no conocía esta faceta de ella: hacer una maleta y dejar tu casa por una pelea, ignorar cada mensaje, llamada, carta y paloma mensajera, cada forma de comunicación habida y por haber. No conocía a la Lumine que mostraba intenciones de desaparecer de la tierra, de que nadie la encontrara y de que el mundo entero se olvidara de que existe.

Después de Anoche | ChilumiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora