Buscando a Gabriel

capítulo VII

Valeria, Marco y otros estudiantes se encontraban en el colegio un sábado por la mañana, enfrentando su castigo por haber faltado a las reglas y, en el caso de Marco y Valeria, por haberse evadido un día de clases. El ambiente en el colegio era tenso, pero ellos decidieron hacer lo mejor posible para cumplir con su castigo.

Mientras Valeria buscaba los materiales de pintura, notó a una chica más joven que ella, llamada Susy, también castigada. Susy había sido castigada por poner un chinche en la silla de una de las compañeras que le hacía bullying. Valeria se acercó a ella con una sonrisa amable.

"Hola, soy Valeria", se presentó. "¿También estás castigada?"

Susy asintió con timidez. "Sí, me castigaron por lo del chinche. No me arrepiento de haberlo hecho, pero es un poco aburrido tener que pintar las paredes".

Valeria se rió suavemente. "Entiendo cómo te sientes. Pero tal vez podamos hacerlo más divertido si trabajamos juntas. ¿Qué te parece formar un equipo para pintar las paredes?"

Susy sonrió emocionada. "¡Me encantaría! Sería genial tener a alguien con quien hablar mientras pintamos. Además, hay algo bueno en este castigo, ¡vi a Marco! Es verdad que no es alto, pero es uno de los chicos más guapos del colegio. ¡Qué daría por ser su amiga!" Susy suspiró con aire soñador.

Valeria la miró sorprendida y divertida. Susy era todo un personaje. Juntas comenzaron a trabajar, riendo y charlando mientras pintaban las paredes. Susy aprovechó la ocasión para preguntarle a Valeria el motivo de su castigo.

Valeria, evitando entrar en detalles, respondió de manera escueta: "Fue por no haber ido a clase de manera deliberada". Cuando Susy quiso saber más sobre el motivo de su ausencia, Valeria fingió una repentina sordera y esquivó el tema. A pesar de eso, la tarea se volvió mucho más llevadera con la compañía de una amiga. Se dieron cuenta de que tenían mucho en común y compartieron historias y experiencias mientras trabajaban.

Mientras tanto, Marco fue emparejado con Cecilia, una compañera de clases de ambos. Cecilia había buscado la manera de ser castigada solo para tener la oportunidad de estar cerca de Marco. Todos en el colegio sabían que Cecilia estaba enamorada de Marco. Aunque Marco se sintió sorprendido y algo fastidiado por la situación, decidió tomarlo con calma y hacer lo mejor posible para cumplir con su castigo.

A medida que pintaban juntos, Marco y Cecilia comenzaron a conversar y a conocerse mejor. Descubrieron que tenían intereses similares y compartieron risas mientras trabajaban en equipo. Valeria, observando desde lejos, no pudo evitar sentir celos ante la conexión que parecía surgir entre Marco y Cecilia. Sin embargo, se recordó a sí misma que era solo un castigo y que Marco era libre de entablar amistades.

Al final del día, cuando el castigo llegó a su fin, Valeria, Susy, Marco, Cecilia y el resto de sus compañeros se despidieron con una sensación de satisfacción por haber completado la tarea y haber encontrado una forma de hacerlo más agradable. Aunque cada uno tenía sus propios sentimientos y situaciones complicadas, habían formado una especie de equipo durante ese día de castigo.

Mientras se alejaban del colegio, Valeria y Marco intercambiaron una mirada significativa. A pesar de las circunstancias, ambos sabían que tenían mucho en qué pensar y resolver. Pero también sabían que habían encontrado apoyo y amistad en personas inesperadas.

Antes de irse, Marco se acercó a Valeria y le susurró al oído: "Hoy tuve doble castigo, pintar las paredes y no poder estar cerca de ti". Le guiñó un ojo y se alejó con una sonrisa en los labios.

Valeria se quedó allí, sorprendida con el corazón acelerado. Susy, emocionada, ahogó un grito y le pidió a Valeria que le contara qué le había dicho Marco. La miraba expectante, ansiosa por saber qué le había dicho. Valeria, con una sonrisa tímida en los labios, le respondió: "Me dijo que hoy tuvo doble castigo, pintar las paredes y no poder estar cerca de mí". Susy dejó escapar un suspiro emocionado y exclamó: "¡Eso es tan romántico! Parece que le gustas de verdad".

Valeria no pudo evitar ruborizarse ante las palabras de Susy. Aunque la situación era complicada, no podía negar que había una conexión especial entre ella y Marco. Sin embargo, también sabía que necesitaba tiempo para aclarar sus sentimientos y tomar decisiones importantes.

Mientras caminaban hacia la salida del colegio, Valeria y Susy continuaron conversando animadamente sobre sus experiencias durante el castigo. Susy compartió algunas anécdotas divertidas, mientras Valeria escuchaba con atención y reía con ganas. A pesar de las circunstancias, Valeria se sentía agradecida por haber conocido a Susy, quien le había brindado compañía y alegría durante ese día de castigo.

Por otro lado, Marco y Cecilia caminaban juntos hacia la salida del colegio. Aunque habían compartido risas y conversaciones durante el castigo, Marco se aseguró de mantener una distancia amistosa. No quería dar falsas esperanzas a Cecilia ni complicar aún más las cosas con Valeria. Sin embargo, no podía evitar sentirse incómodo por la situación y anhelar estar cerca de Valeria.

Al llegar a la salida, Valeria y Marco se encontraron nuevamente. Sus miradas se cruzaron, transmitiendo una mezcla de emociones difíciles de describir. Valeria pudo ver en los ojos de Marco la tristeza y la frustración por no poder estar cerca de ella durante el castigo. Aunque no podían hablar abiertamente en ese momento, sus miradas hablaban por sí solas, expresando todo lo que no podían decir con palabras.

Con una mezcla de emociones en sus corazones, Valeria y Marco se despidieron, sabiendo que el camino del amor y la amistad no siempre es fácil. Aunque había incertidumbre en el aire, estaban dispuestos a enfrentar los desafíos y seguir adelante, confiando en que el tiempo y las experiencias les mostrarían el camino correcto.