Buscando a Gabriel

capítulo XII

Laura caminaba por las concurridas calles de la ciudad, con una mezcla de nerviosismo y determinación en su rostro. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza en cada paso que daba, una combinación de ansiedad y valentía la cubrían. Estaba decidida a enfrentar a Valeria, la enamorada de Marco, y poner fin a la incertidumbre que la había estado consumiendo.

Después de que Isabella le revelara que Valeria trabajaba en el café que daba al parque del Naranjal, Laura sabía que no sería fácil, pero sentía que era el momento de aclarar las cosas de una vez por todas.
Al entrar al café, Laura buscó con la mirada a Valeria entre las mesas llenas de gente. Finalmente, la vio detrás del mostrador, ocupada tomando pedidos, lo que hizo que un nudo se formara en su estómago. La anticipación y la tensión se reflejaban en su rostro mientras esperaba su turno en la fila, preguntándose cómo sería la reacción de

Valeria al verla.
Cuando llegó su turno, Laura ordenó su café y esperó pacientemente a que Valeria lo preparara. Mientras tanto, Valeria la miraba de reojo, con una sonrisa amable en su rostro. Laura había imaginado a Valeria como una muchacha arrogante y desagradable, pero resultó ser todo lo contrario. Entendió por qué Marco se había fijado en ella y sintió una punzada en el corazón. Laura notó una mezcla de curiosidad y sorpresa en los ojos de Valeria, lo que aumentó aún más su nerviosismo. Se preguntaba si Valeria tenía alguna idea de quién era ella y qué estaba a punto de decirle.

Finalmente, Laura recibió su pedido y se dirigió hacia una mesa desocupada. Antes de sentarse, decidió enfrentar a Valeria de una vez por todas. Con cada paso que se acercaba al mostrador, podía sentir una mezcla de determinación y temor recorriendo su cuerpo. Sabía que este era el momento crucial en el que debía expresar sus sentimientos y esperaba que Valeria estuviera dispuesta a escuchar. Se acercó al mostrador y la miró directamente a los ojos.

"Hola Valeria, necesito hablar contigo", dijo Laura con determinación aunque su voz temblaba ligeramente debido a la tensión acumulada.
Valeria la miró sorprendida, sus ojos reflejando una combinación de confusión y curiosidad. "Oh, ¿Cómo es que sabes mi nombre? ¿Acaso nos conocemos?", respondió Valeria.

Laura respondió con firmeza: "No, estoy aquí para hablar sobre Marco. Tengo algo importante que decirte sobre él".
Valeria pareció intrigada por un momento y decidió escuchar lo que Laura tenía que decir. Laura tomó aire y continuó: "Sabes que fui la novia de Marco, para ser más exacta, su primera novia. Lo nuestro fue especial porque, como sabrás, el primer amor nunca se olvida. Y él solo está contigo porque quiere lastimarme por haberle mentido. En el fondo, él aún me ama y eventualmente regresará conmigo".

A medida que Laura comenzó a hablar sobre Marco y su relación pasada, su voz se llenó de una mezcla de tristeza y nostalgia. Cada palabra pronunciada era una expresión de sus emociones, una forma de liberar todo lo que había estado guardando dentro de ella. Sentía una mezcla de alivio y vulnerabilidad al compartir su verdad con Valeria, esperando que sus palabras fueran suficientes para abrir los ojos de Valeria y hacerla entender la situación.

Valeria se quedó en silencio, procesando las palabras de Laura. Por un momento, dudó de sus propios sentimientos y se preguntó si Laura estaba diciendo la verdad. Pero luego, recordó todas las veces que Marco le había demostrado su amor y decidió no dejarse engañar.

"No me importa lo que digas. Marco me ama y está conmigo porque quiere estarlo. No voy a dejar que tus palabras me afecten", respondió Valeria con determinación.

Laura se dio cuenta de que Valeria no iba a creerle tan fácilmente. Sabía que no podía convencerla con palabras, así que decidió darle una última advertencia: "Está bien, Valeria. Si no quieres creerme, es tu elección. Pero tarde o temprano, te darás cuenta de la verdad. Solo espero que no sea demasiado tarde".

"Tarde?", dijo Valeria. "Me parece que para la única para la que ya es demasiado tarde es para ti. Tú ya eres parte de su pasado, acéptalo y continúa con tu vida".
Sin decir una palabra más, Laura se dio la vuelta y regresó a su mesa. Las palabras de Valeria la golpeaban en el pecho, pero no iba a dejarse intimidar. Respiró hondo y se sentó con una mezcla de tristeza y esperanza en su corazón. Sabía que había hecho todo lo que podía y ahora solo le quedaba esperar.

Valeria, por otro lado, se quedó con dudas en su mente. Aunque no quería creer en las palabras de Laura, no podía evitar preguntarse si había algo de verdad en lo que decía. Por un momento, se sintió insegura y vulnerable.
El café volvió a llenarse de gente y la vida continuó como siempre. Pero en el corazón de Laura y Valeria, las palabras y las emociones seguían resonando, dejándolas con la incertidumbre de lo que el futuro les depararía.