🐯WILD CHIPMUNK🐹

15

Zee estaba mirando a su presa, escondido entre el alto césped del patio escolar. Sus ojos seguían los movimientos del pequeño animalito a metros de él, una bonita ardillita que estaba abrazando un aguacate, tan concentrada en su alimento que no se percató del peligro tan cerca de ella.

La pantera no lo pensó más y se lanzó a atacar a su presa, su cola sacudiéndose en el aire. La ardilla se dio cuenta tarde de lo que estaba ocurriendo, pero ya no tenía escapatoria, así que recurrió a su último y desesperado recurso: hacerse bolita.

Net suspiró al ver la escena ante él. Zee, en su forma de pantera, tenía a Nu entre sus patas delanteras, lamiendo su pelaje. La ardillita parecía algo asustada, sin embargo, abrazaba y seguía comiéndose el aguacate.

―La próxima vez lo matará de un infarto ―dijo Su, sentado a su lado.

―Zee es un poco idiota con su cortejo ―aceptó Net, guardando el recipiente donde llevó su comida en el interior de la mochila―. Um, ¿cuándo volveremos a cazar conejos? ―le preguntó con un poco de torpeza.

James sonrió con felicidad. De su grupo de amigos, él era el que iba avanzando más lento con Net, y es que el híbrido de perrito todavía no le pedía que fueran novios. Estaba un poco preocupado de no gustarle lo suficiente a Net, sin embargo, sus miedos se esfumaban cuando lo invitaba a citas. ¡Tal vez el mayor quería que se conocieran bien antes de dar el gran paso!

―¿Es una indirecta? ―preguntó, coqueto. Net parecía desconcertado―. ¿Iremos a hacer lo que el sucio conejito Gun hace con su novio?

Net enrojeció, pero antes de poder decir algo, alguien más habló:

―¡¿Qué estás hablando de mí, James?!

James saltó de su lugar y la ardillita Nunew se asustó por el gritó. Un puf resonó y ya no había un animalito, sino un chico de dieciséis años, algo aturdido. Zee, en su forma de pantera, gruñó, y ahora Gun saltó con espanto a los brazos de Off, que lo agarró para que no se cayera.

Otro puf y Zee apareció en su forma humana.

―¡Me dejaste la cola pegajosa! ―se quejó Nunew, acariciando su esponjosa y enorme colita de ardilla.

―¡JAMES! ―volvió a gritar Gun, recuperando la valentía―. ¡¿QUIÉN TE CREES QUE ERES PARA HABLAR ASÍ DE MÍ?

El híbrido de zorrito se veía desconcertado.

―¡Tu amigo! ―dijo, como si fuera obvio―. Ay, no te hagas el mojigato, Gunie. Todos sabemos que Off y tú hacen cosas sucias, ¡ya de inocente no te queda nada!

―¡Eres un estúpido!

―¡Gunie tiene fetiches con lobos! ―se rió Su, antes de voltearse a Nunew, que limpiaba su colita―. ¡Gun y tú están cortados por la misma tijera, mira que interesarse por carnívoros y animales tan grandes!

―Deberías detenerte, James ―intervino Net, agarrándole la mano al chico―. Como sigas así, Gun va a orinarte.

Esos dos estaban hechos definitivamente el uno para el otro, pensó Gun con enojo. Sin embargo, su enfado se esfumó cuando Off le agarró la colita esponjosa, y fue como si un botón automático se activara: se transformó en un conejito blanco y esponjoso, que fue agarrado con rapidez por el alfa.

―No te enfades, Gunie ―le dijo Off, sonriente, y lo apretujó contra su pecho―, phi va a cuidarte.

Pobre conejito.

Zee, por otro lado, no pudo aguantarse y, a pesar de estar escuchando los regaños de Nunew por dejarle la colita húmeda, lo agarró de las mejillas y se las apretujó, abultándole los labios para darle un par de besos.