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Cuando Nunew empezó su relación con Zee, si bien se encontraba muy enamorado de él, jamás pensó que fueran a durar más allá de dos meses.

Por eso mismo, cuando cumplieron los cinco meses, no podía aguantar la emoción que significaba para él. Cinco meses eran... Era mucho para él, era más de lo que alguna vez soñó en su vida.

Así que, cuando Zee le invitó a cenar a su casa, no dudó en aceptarlo. Por casualidad, su aniversario coincidió con una salida de sus padres, que irían a visitar a los abuelos paternos de Zee, junto con Ryujin. Al inicio, se entusiasmó un montón por lo que significaba: ellos iban a tener un momento romántico sin nadie que les molestara.

Y luego, se dio cuenta de eso: ellos estarían solos, en la casa de Zee, celebrando su aniversario. Nunew no era tonto, y sabía que eso podía significar algo que le daba terror: tener sexo. Hacer el amor. Follar. Tirar. Coger. Lo que fuera.

De sólo pensarlo, podía sentir cómo su rostro se deformaba por el llanto. Era peor de lo que imaginaba.

Y lo peor no era eso. Lo peor era que no se atrevía a decirle a Zee que quería cancelar esos planes, porque sabía que el alfa podía enfadarse, o incluso terminar con él. De sólo pensarlo, Nunew se sentía más en desgracia. Tampoco tenía el valor suficiente para hablarlo con sus amigos, pues temía que le quitaran peso a eso o le dijeran que exageraba.

Por eso mismo, terminó cometiendo un terrible y gran error: iba a bajar de peso en lo que quedaba de la semana, costara lo que costara.

―Nunew, ¿otra vez trajiste lechuga?

Se sobresaltó cuando escuchó las palabras de James, detrás de él. Como si estuviera cometiendo un crimen, Nunew cerró su recipiente con fuerza y se forzó a sonreír, a pesar del hambre que sentía. El día anterior llevó de almuerzo una ensalada de apio, y el anterior a ese, lechuga. Se estaba saltando los desayunos y cenas a propósito y se trataba de mantener sólo con el almuerzo y agua. Sabía que no bajaría de peso lo suficiente, pero si perdería unos kilos y, tal vez, no sería tan desagradable.

Lo que le daba mayor miedo era eso: que Zee le viera desnudo y le mirara con asco.

―Sí ―chilló, ocultando el rugido de su estómago―, ¡estoy a dieta!

―No, eso lo sé ―contestó Su, desconcertado―, pero estar a dieta no significa comer mal. Alimentarte de sólo lechuga...

―¡No me molestes! ―espetó Nunew, enfadado―. ¡Las ardillas no necesitamos comer tanto!

James se veía mucho más perdido ahora, aunque también herido por lo que le dijo. Nunew se sintió un poco mal, sin embargo, James no tenía razones para decirle esas cosas. Claro, como él era delgado y bonito, sin una gota de grasa extra, no sabía lo difícil que era para él. El miedo que le daba no ser deseado por el chico que quería. Era muy probable que él ya hubiera tenido algún momento íntimo con Net, así como Gun y Off tenían, pero ¿él? Nunew jamás podría causarle deseo a nadie con su aspecto.

Enfadado consigo mismo por ese hilo de pensamientos, ignoró a James y abrió su recipiente, olvidando las desabridas hojas de lechuga. Ni siquiera les echó sal y aceite, queriendo reducir cualquier gota de caloría en lo máximo. Casi a la fuerza, se comió su pobre almuerzo, ignorando las miradas que James le dirigía. Y fue peor cuando llegó Gun, huyendo de Tay.

―¡Phi, ya, deja de molestarme! ―exclamó el conejito, a pesar de que no se veía molesto―. ¡Eres un pesado conmigo!

―¿Yo soy un pesado? ―se ofendió Tay―. Mírate tú primero, saltando de un lado para otro, con esas odiosas orejas rebotando...

―¡Mis orejas no son odiosas!

―¡El pesado eres tú, Gun Atthaphan!

Gun rabió en su lugar antes de sentarse, sus ojos quedándose en la comida de Nunew, ya casi acabada.

🐯WILD CHIPMUNK🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora