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Nunew olía a avellanas y bosque.

Zee pensó eso cuando lo vio llegar a esa cita triple que Net y el chico zorrito organizaron contra su voluntad, medio enfurruñado por tener que estar allí. Hasta deseó, brevemente, que los omegas que James dijo que llevaría, no aparecieran para así marcharse junto a Off, dejando a esos bobos juntos en ese paseo.

Mientras refunfuñaba porque le levantaron tan temprano, escucharon el grito de James a lo lejos, anunciando que ya llegaron. Y cuando Zee levantó la vista, se encontró con el omega más adorable que pudo haber visto alguna vez en su miserable y corta vida.

El olor del chico lo golpeó intensamente, tratando de esconderse detrás del omega de conejito, que a su vez se escondía detrás de James. Off y Zee se miraron una vez luego de que el chico zorrito presentara a sus amigos frente a ellos, pareciendo llegar a un acuerdo de qué omega era de cada uno. Si Off pedía a Nunew, Zee le iba a pegar.

Pero para su fortuna, Off se inclinó por el conejito, Gun. A Off le gustaban los conejos, recordó el híbrido de pantera, salía a cazarlos cada fin de semana con su familia, animalitos, no híbridos, por supuesto.

Santa mierda, pobre Gun.

No dijo nada cuando Off mintió tan descaradamente acerca de que no comía conejos, aunque le dijo lo mismo a Nunew (pero lo suyo era cierto, Zee no comía ardillas) para tranquilizarlo, sobre todo al ver que lucía muy pálido cuando lo eligió.

Zee entendió rápidamente que, con toda probabilidad, se debía al instinto de animal presa que Nunew debía poseer, sumado al hecho de ser omega. No debía ser fácil para Nunew ir al colegio, menos relacionarse con carnívoros como Zee.

Pero a Zee le gustó mucho el olor, el aroma a bosque que soltaba, y aumentó cuando le dijo ese cumplido que el híbrido de pantera consideró cierto. Nunew era muy bonito, con ese delineado verde agua en sus ojos, sus uñas pintadas de rojo y un brillo transparente en sus labios. Su rostro era casi andrógino, con esas mejillas redondas, su cabello cayendo en leves ondas sobre su carita. Tenía un cuerpo un poco rellenito, no era exactamente delgado, pero si Zee era sincero, no le importaba demasiado.

Lo quería como omega, decidió, cuando sacó una bellota de su bolsito para comérsela.

Y luego era una ardillita pequeña, rechoncha, con una cola que se crispó en señal de que iba a correr, pero Zee fue más rápido, atrapándola en su mano y recogiendo, de paso, la bellota que cayó al suelo. Nunew era pequeñito, así que no le costó nada que su mano lo envolviera e impedir una huida, aunque lo escuchó chillar cuando lo metió a su bolsillo.

Mientras caminaba por el parque de diversiones pudo sentir como el bulto se removía en su lugar, pero su mano, medio metida en el bolsillo, hacía imposible cualquier escape. Se subió al carrusel, ignorando la mirada extraña que le dirigió el chico que se hacía cargo de ese juego.

Se instaló en uno de los caballos, y cuando comenzó a andar, sacó a Nunew del bolsillo. La ardillita tenía sus ojos abiertos a más no poder, quieto, a pesar de que respiraba aceleradamente. Zee notó mejor que era también un poco gordita, pero... tampoco le importó mucho. El olor a bosque y avellanas se intensificó.

- No te haré nada, Nunew -dijo, mirando a la ardillita-, pero no quiero que huyas -Zee acarició la barbilla del animalito con un dedo-. Mira, la verdad es que... ¡AH!

Soltó un grito cuando la ardilla mordió su dedo salvajemente, sin embargo, se obligó a no soltarla porque tenía bastante claro que Nunew iba a escapar, lo notó en los movimientos frenéticos que empezó a hacer.

-Detente -exigió Zee, ganándose un chillido de parte del animalito- ¡Nunew, basta! -la ardilla pareció enfurecerse más-. Si sigues así, ¡te devuelvo a mi bolsillo!

¿Era posible que un animalito tan pequeño como esa ardillita lo pudiera observar con odio? Zee, un día atrás, habría dicho que no.

Pero Nunew se quedó quieto, a pesar de que la mirada enfurecida de sus ojos se mantuvo.

- Eres muy lindo -Zee trató de que se relajara a pesar del agarre de su mano, y su dedo acarició la cabecita de Nunew--, y hueles tan, tan bien...

Supo que no tuvo que decir eso cuando vio la expresión de horror de la ardilla. Santo cielo, ¿qué debía hacer ahora? Los cortejos entre panteras eran todo rugidos, empujones, mordidas, pero estaba seguro de que eso no era así en las ardillas. Estaba seguro de que, si trataba de morderle juguetonamente, a Nunew le daría un infarto.

- Mira, mira -se apresuró a decir, haciendo malabares por el juego andando, tratando de no caerse mientras rebuscaba en su bolsillo la bellota que Nunew dejó media comida-. ¿La quieres, Nu? -la ardilla miró la fruta-. Te la daré, pero... pero no huyas, por favor. Quédate en mi mano, no te pasará nada...

Era una apuesta arriesgada, lo sabía, pero abrió la mano y Nunew no tardó en acomodarse sobre su palma, mirándole con evidente desconfianza. Zee le ofreció la bellota, que Nunew agarró para comenzar a comérsela.

Zee sonrió, enternecido.

- Eres muy bonito -halagó Zee--, no quería... no pretendía asustarte, Nunew... -Zee decidió callar al ver que la ardilla comenzó a acicalarse una vez acabó, sus garras frotando su cabecita.

El juego se detuvo segundos después y Nunew pensó en saltar al suelo para salir corriendo, pero estaba algo mareado por las vueltas que dio en el carrusel, además de que estaba muy alto. A él no le gustaban mucho las alturas, a pesar de ser ardilla.

Escaló por el brazo de Zee, hasta su cuello, sintiendo las feromonas que el alfa liberó ante su acción. Zee olía a... ¿a qué, exactamente?

Pino. Olía mucho a pino, lo que le recordaba a los piñones. A Nunew le gustaba mucho los piñones.

- Probablemente los chicos se están preguntando dónde estamos -comentó Zee, comenzando a caminar por la multitud.

El aroma de Zee era cautivador, concluyó Nunew, aferrándose a la sudadera del chico para no caerse. No quería terminar aplastado por accidente en esa multitud de personas, sería lo único que faltaría para arruinar su día.

Encontraron a los muchachos bajándose de otra montaña rusa, entre risas y empujones, pero antes de que Zee pudiera gritarles algo, Nunew bajó corriendo por su brazo, lanzándose al suelo para ir hacia ellos. Zee comenzó a perseguirlo, desesperado por alcanzarlo, pero en su forma animal el chico era muy rápido.

Lo vio escalar por el cuerpo de Gun, que gritó por la sorpresa.

- ¿Nu? -preguntó el híbrido de conejo, y Zee se detuvo para recuperar el aire-. ¿Qué pasó, ardillita?

Ya no había una ardilla en el hombro de Gun, chillando sin control, sino que ahora Nunew estaba colgado del conejito, gritando escandalosamente. Gun tuvo que sostenerse de James para no caer al suelo por el repentino peso.

-¡Z-Zee quiso comerme! -gritó Nunew, a punto de llorar- Di-dijo que olía bien y... y quiso comerme!

-¡Es mentira! -saltó Zee, cuando todos voltearon a verlo.- ¡Sólo... sólo le dije que era bonito!

Era mejor admitir que iba a comérselo en lugar de soltar aquello.

-¡Wooooooah! -Off sonrió, burlón--¡A ZEE LE GUSTA NUNEEEEW!

No, eso Zee no iba a admitirlo.

- ¡OFF COME CONEJOS, GUN, CONEJOS CRUDOS! -soltó.

Nunew estaba pálido. Gun parecía a punto de desmayarse. James tenía cara enfurruñada.

--¡ESTÁN ARRUINANDO MI CITA CON NET! --gritó el híbrido de zorrito.

La cita fue un fracaso completo cuando Nunew y Gun salieron corriendo.

🐯WILD CHIPMUNK🐹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora