Solo el principio

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Todo empezando por tu barbilla fuerte, tu altura o tu olor. También podrían ser sus ojos profundos o sus labios bien formados. O su manera de aspirar seductoramente su cigarrillo, expulsando ligeramente una nube de humo con cada inhalación. Sin mencionar su espeso cabello oscuro que sería tan bueno para pasar dedos que se ahogarían entre sus mechones. Y su voz profunda.

- ¡Está bien, no, para! - Me dije a mi misma.

Ella es una asesina. Urgh, ¿por qué tiene que ser tan extremadamente atractiva? Siento muchas cosas y ni siquiera sé que son. Fue complicado, ni siquiera sabía por qué. Siempre miro las últimas cosas que han hecho los pacientes, sabiendo que el pasado es el pasado, que estaban locos y que recibirán ayuda.

Simplemente estaban enfermos y necesitaban ser sanados mentalmente. Pero con Mei, no pude evitar despreciarla. Quizás eso era lo que le daba tanta confianza, casi como si estuviera orgullosa de lo que hacía. Ella era tan orgullosa y tenía una actitud arrogante hacia mi. Ni siquiera mostraba signos de locura, era como si hubiera hecho esas cosas horribles conscientemente, a diferencia de la mayoría de los pacientes.

También me molestó que ella me hiciera sonrojar. Si estaba enojada con ella por qué... realmente no lo sé. Pero Mei sabía exactamente lo que estaba haciendo, sé que es una locura, pero en el fondo siento que me habían manipulado. Casi como si
me hubiera confirmado que ella tenía control.

(...)

El clima fresco de Londres me hizo temblar y entré al edificio con la mano sujetando los costados de mi abrigo para ajustarme la ropa y darme algo de calor.

Una corriente de aire caliente me golpeó en la cara cuando abrí la puerta de la institución. Sentí más calor, qué alivio. El cambio de temperatura no cambió mis ganas de ir a trabajar hoy. Tan pronto como entré al pasillo vi a Mei Aihara al final del pasillo, con dos guardias escoltadola hacia el comedor.

Tan pronto como sus fascinantes ojos vieron mi figura, una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras se acercaba, me guiñó un ojo, como acontece con los adolescentes, no como una criminal desequilibrada.

- Hola Yuzu. -  ella dijo. El sonido de su voz ronca me sorprendió.

- Hola.murmuré con una sonrisa forzada, sintiéndome incómoda.

Sacudí la cabeza para intentar deshacerme de los pensamientos de esa chica de una vez por todas. Tenía trabajo que hacer, ella no iba a distraerme.

Rápidamente fui a la oficina de enfermeras y allí me encontré con Lily quien me saludó con su sonrisa amistosa. Su secretaria estaba sentada detrás de ella, con algunos papeles. Con pacientes siempre llegando, saliendo e incluso muriendo, el papeleo que tenía que completar nunca terminaba.

- Hola Lily. - la saludé.

- Oh, Yuzu, me alegro mucho de que estes aquí. ¿Puedes ir a buscar a Lila y traerme más vendas de la despensa, revisar el pie de Buck y luego vuelve rápidamente y ayudarme con Marise?

- ¿Todo en ese orden? - Pregunté desconcertada por su pedido, sin mencionar que todavía estaba durmiendo ya que eran las 8 am.

- Sí, lo siento cariño, estamos muy ocupados esta mañana.

- Está bien, déjalo por hecho.

- Muchas gracias. - Dijo Lily, pareciendo aliviada de tener ayuda extra.

Luego me embarqué en mi largo viaje para obtener materiales y atender pacientes. Fui a la despensa y conseguí lo que esperaba fueran los vendajes adecuados. Pasé por una variedad de cadenas y látigos hasta llegar a los suministros médicos, lo que me hizo estremecer.

Psiquiátrico - CITRUS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora