Psiquiátrico - CITRUS

¡Bienvenido a Bellwood!

Yuzu

No fue el mejor día que he tenido. Estaba lloviendo y el tiempo sombrío hacia que la institución fuera aún más aterradora de lo que ya era. Me dolía la espalda de tanto agacharme para hacer las diferentes camas, las sábanas estaban sucias y olían mal. También me dolían los pies de tanto caminar constantemente y llevar comida barata a cada habitación. El único ruido que se podía escuchar era el de los pacientes probablemente almorzando o realizando alguna actividad especial en otra habitación. Tan pronto como deje la comida en la otra habitación, una compañera de trabajo llamada Harumi se acerco a mi. Ella tenía mi misma edad y se conocía de memoria las instalaciones de este lugar como la palma de su mano. En cuanto a mi, es solo mi tercer mes en el Hospital Mental Bellwood para delicuentes con transtornos mentales. Trabajo principalmente como auxiliar de enfermería pero con el fuerte sistema de seguridad y una mirada cuidadosa al lugar, no hubo muchos heridos, así que trabajo dónde sea que me necesiten. Yo era la chica a la que todos acuden en busca de ayuda si están ocupados y necesitan ayuda con algo.

-Oye, ¿que haces aquí? - pregunto Harumi.

-Hmm... ¿mi trabajo?

-¡Todos están ahí afuera, tu también deberías estarlo!

-¿Por que? ¿Qué está pasando? - Yo pregunte.

-¿Tu no sabes? Ya viene la chica nueva. - dijo emocionada.

-¿Y entonces? - No le ví mucho interés. Teníamos nuevos pacientes llegando todo el tiempo. ¿Que fue tan diferente hoy?

-Bueno, ¿Supiste la noticia de que una mujer había mutilado a tres mujeres? - Su tono era muy emocionado para la ocasión.

-Si... ho no... no me digas eso...

-Si, ella está de camino hacia aquí. ¡Y vamos a perderlo todo si no te das prisa! - Harumi tomo mi mano y me arrastró hacia la entrada principal.

Me quedé un poco sorprendida y un poco nerviosa. No sabía por qué. Quiero decir. ¿Que tipo de persona esperarias encontrar en un institución para delincuentes con transtornos mentales? De cualquier manera, no podía dejar de morderme las uñas, un hábito nervioso que tengo desde que era niña.

Salimos de las instalaciones y nos quedamos en la calle bajo la lluvia ligera y esperamos un minuto. Mire a mi alrededor para ver si Harumi tenía razón; Casi todos los empleados estaban aquí. Había policías dentro, por su puesto, para mantener las cosas bajo control, pero más allá de eso todos estaban allí para mirar al abominable criminal. Había gente en las calles protestando contra la vida de la chica que llegaba para quedarse en esta prisión - hospital psiquiátrico, como quieran llamarlo. La mayoría la quería muerta.

Estaba apunto de regresar al interior en lugar de quedarme allí de pie bajo el horrible clima cuando un coche de policía oscuro se detiene frente al edificio. Dos guardias de seguridad saltaron primero y abrieron la puerta trasera. Ahora la anticipación palpitaba en mi. ¿Cómo era ella? ¿Cuantos años tenía? ¿Es atractiva o repulsivo?

Lo descubrí poco después. Cada uno guarda uno de los brazos de la chica. Mientras la arrastraban fuera del vehículo, ella miraba el suelo, por lo que no pude ver su cara. Sus manos y pies estaban sujetos con grilletes que chocaban entre si mientras caminaba ya estaba vestida con uno de los monos azul/gris que todos los pacientes debían usar aquí. Incluso con ese atuendo poco favorecedor pude ver qué era alta y delgada. Antes de comenzar a subir los escalones de piedra gris que conducían al instituto, la chica me miró y pude verla detalladamente. Definitivamente era muy atractiva.

Me asombro la belleza del criminal que estaba justo frente a mi, parecía tener unos veinte años, tenía largas pestañas oscuras que enmarcaban sus ojos violetas. Tenía el cabello largo tan oscuro que le daba un tono morado, estaba despeinada. También tenía huesos faciales fuertes y cejas arqueadas con irá cuando escucho a los manifestantes gritar que la matarán.

No sé que estaba esperando para defenderse, grita algo, cualquier cosa. Esto es algo que hace la mayoría de la gente cuando llega aquí, intentan huir, entrar en pánico o gritar cosas ridículas. Seguramente alguien tan malvado como ella haria algo extremo. Quiero decir, ella mutilo a tres mujeres. ¿Que clase de persona hace esto? Pero no, simplemente cruzo la entrada sin decir una sola palabra.