20. Chismesito (sale mal).

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-No me digas que en tu familia pasaron ese tipo de cosas raras.
-Lola, grosera, no digas las cosas así.
-Había escuchado ya un poco de tu situación... Pero ¿nos puedes contar? -bajó más el volumen y fue muy amable con Alba.
-Bueno... Sí la he pasado bien con ustedes, chicas... Pero...

Lorena chasqueó los dedos a lo que Lola empezó a abrir las mascarillas, Andrea empezó a masajear los hombros de Alba y Camila cambió la iluminación de la estancia a una más tenue. Todas estaban completamente pendientes de su nueva amiga.
Alba estaba sumamente relajada ahora, como no lo había estado desde hace mucho, debido a que no podía ir a nadar, así que empezó a sucumbir a esas chismosas chicas.
Lorena llegó con esmaltes, cortauñas, limas, cortacutículas y más cosas por el estilo.

-Esto lo amerita, ¿no creen?
-¡SÍ! -respondieron al unísono las tres amigas.
-Mmm, yo... Nunca antes había hecho esto... -la incomodidad intentaba sobre ponerse a la relajación, pero fue vencida completamente cuando la mascarilla fría fue puesta sobre su cara-, ahhhh, se siente muy bien.
-Claro, querida -Lola ya había empezado a limarle las uñas.
-Jajaja, eso se siente chistoso.

Las cuatro amigas se sintieron muy felices por oirla reír genuinamente por fin, después de ya más de dos años de conocerla.

-Cuentanos tu historia, cariño.
-Pues... Como bien sabrán, tengo ascendencia brasileña.
-Yo creí que hablar portugués era un hobby, digo, creo que sos la única "trilingüe" aquí.
-Lola, con tres idioma ya se les dice políglotas.
-Estoy segura que es "trilingüe", Andrea -le lanzó una mirada de amor, pero desafiante.
-Bueno, pues, ahora lo saben, mis abuelos son de Brasil, y sus dos hijos también, mi tío Dante e Irene se conocieron allí, ella fue quien me crío y a quien le digo mamá, esa es toda la historia.
-¡Cariñooo!, ¿Como que toda?, dijiste que tuvieron dos hijos, y no explicaste que haces en Colombia, y...
-Lola, dejala respirar -la interrumpieron.
-Bueno... Pues, cuando Carina tenía trece o así, se mudaron a Colombia. No mucho después nací yo, Irene me cuidó prácticamente desde que nací, Liam y yo sabemos portugués por ella.
-¿Liam?
-Mamá adoptó a mi hermano cuando vivíamos en Estados Unidos -todas se asombraron de lo interesante que es la familia de Alba-, y desde hace unos años vivo con mi abuela.
-Y ¿Qué pasó con tu ma... -Lorena le tapó la boca a su amiga, pues había escuchado alguna que otra cosa por ahí.

Sonó el timbre y Camila fue a recibir la comida. Casualmente el novio de Lola era el repartidor, y era su última entrega.

-Lola, mira quién nos trajo la comida.
-¡Mi amooor!
-Hola, amor -le dió un apasionante beso y un fuerte abrazo-. Lo, Felipe dijo que viene pronto, su trabajo fue bastante más corto de lo que esperaba.
-¡No puede ser!, les dije que sería una noche de chicas -respondió molesta Lorena.
-Yo me iré pronto, no te preocupes, y el puede encerrarse en su habitación.
-No te importa, ¿O sí, Alba?

Pero Alba estaba adormilada por el masaje y la mascarilla.

-¿Trajiste lo que te pedí, amor?
-Camila lo está guardando, en fin ¿Qué hacen?... ¿Nueva amiga?
-Cosas de mujeres -Lorena seguía un poco molesta.

Ni bien pasar diez minutos, Lorena recibió la llamada de su hermano, para explicarle lo que ella ya sabía. Decidida a no pasar un mal rato, sirvió la pizza y las cervezas.

-¡Ay!, Alba, discúlpame, no te pregunté si querías tomar gaseosa, es que nosotras vamos a tomar cerveza, aprovechando que mis padres están en su "escapada de fin de semana".
-No tengo problema -respondió tocándose la cara, sin poder creer lo tersa que le había quedado.

Comieron y bebieron hasta hartarse, tanto las chicas como el joven.
Justo cuando estaban botando las cajas de pizza llegó Felipe.

-Hola, chicas. ¿Y ella quien es?
-Una nueva amiga -le contestó su hermana.
-Hola, nueva amiga -bromeó ofreciéndole una sonrisa.

-Bueno... Ya que estamos todos... ¿Qué tal un juego? -hizo un esfuerzo sobre humano para decirlo claramente.
-Andrea, creo que ya no deberías tomar más.
-Yo puedo tomar todo lo que quiera -gruñó sin poder levantarse del colchón por el mareo.

Felipe la levantó y le dió un beso, que Andrea correspondió.
Lola hizo lo mismo con su respectivo novio.
Y, demostrando que Andrea no era la más borracha, Camila intentó lo propio con Alba. Esta última no se inmutó, solo la intentó apartar suavemente. Sabía que no tenía mala intención, solo estaba fuera de sí.
Lorena, la tercera más borracha, solo analizaba la situación... Bueno, lo poco que era capaz de ver.

-Cami, creo que te estás pasando -logró articular las palabras-, ¡FELIPE! -intentó separar a la pareja, pues estaban a punto de desvestirse, pero se cayó al intentar ponerse en pie.

Alba estaba incómoda, pero intrigada, Camila estaba siendo molesta, pero los besos que le daba eran tiernos, no se sentían como nada que hubiera sentido antes (y había tenido muchos contactos sexuales no consensuados), y sabía de antemano que Camila sentía atracción hacia su persona.

-Chicas... Falta el karaoke -intentó llamar la atención desde el suelo, Lorena.
-Dejaré Esto en la cocina -respondió e inmediatamente se levantó a llevar acabó dicha acción. Dejando caer a Camila, pues esta había estado casi cien por ciento recostada sobre su hombro dándole besos en la cara, las manos, los brazos, y se había logrado acercar peligrosamente a su boca.

Recogió todas las botellas y las llevó consigo a la cocina, dónde sacó agua para todos, pese a que no le gustaba eso de meterse a cocina ajena. Se dió cuenta del nivel económico que tenían los alumnos de su institución, esa cocina era tan amplia como su propia casa, eso explicaba bastante bien en qué gastaba su abuela el dinero de sus ocasionales trabajos.

Sirvió el agua para todos, y la llevó en una bandeja devuelta a la estancia, donde las bocas tanto de Lola como de Andrea estaban bastante ocupadas con sus respectivas parejas como para tomar agua. Ayudó a Lorena y a Camila a recomponerse y les dio un vaso a cada una.

Fue a darle a Felipe su vaso y el de Andrea, pero el joven le respondió que no necesitaba, pues había llegado de comer con unos amigos, pero recibió el que era para su novia. Cuando fue a hacer lo mismo con el otro muchacho, este no pudo responderle... al parecer Lola es muy buena usando la boca, así que solo les dejó los vasos cerca.

Lorena empezó a tener arcadas, así que la acompañó al baño a vomitar.

Una Historia ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora