Consiguiendole Pareja A La Tía

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La segunda persona a quien le entregué mi corazón

Ririka se detuvo cerca donde vivía después de haber escapado de Mary, su rostro estaba rojo y no es que aún tenga sentimientos por ella sino que era muy tímida en esas cosas y todo eso.

Respiró hondo para recuperar el aire perdido, maldijo en voz baja todas las señales que había visto pero se hizo la que no se daba cuenta.

Ririka: sólo fue Mary... No es para tanto... Pero no creo que escapar haya Sido la mejor idea -murmurro nerviosa.

No tenía más ideas sinceramente en ese momento ya que pasó todo tan rápido y ella se mantuvo en su mente al recordar la última vez que vio a la rubia. Si tan sólo fuera como Kirari... Se mordió el labio al darse cuenta que estaba haciéndolo otra vez, cuando era más joven sus padres siempre la comparaban con Kirari, obvio que lo harían ella nunca fue deseada y no entendía como es que estando en el clan bami no la habían matado... Esperen, debió ser Kirari.

Puso sus manos en sus cabeza y se empezó a despeinar para dejar de pensar en eso, Kirari siempre le había dejado en claro que no debía ser ella debía ser ella misma...

???: sabes no me interesa lo que digan tus padres... Yo sólo te amo a ti porque tú eres tú -dijo con una sonrisa.

Otra vez, otra vez...¡Otra maldito recuerdo del pasado de su segunda relación!.

Nego ferozmente su cabeza y se calmo para no pensar en nada más, llegaría a su casa olvidaría su encuentro sorpresa con Mary, se taparía con las cobijas y lloraría después de ver un K-Drama.

Sí, así sería el resto de la tarde ya que los niños estarían con sus padres y sus amigos estaban ocupados así que nada mejor que eso.

Camino a paso lento hacia su departamento y vio un camión de mudanza, se sorprendió al ver que tendría un nuevo vecino o vecina. No le tomo importancia y con cautela entro para no estorbar a los que estaban bajando las cosas.

Entro y sólo por curiosidad busco a su nuevo vecino, rogaba que no fuera un viejo amargado como algunos de los vecinos. No vio a nadie así que decidió subir las escaleras para llegar a su puerta, estaba en el piso 2 y un poco de ejercicio no hacía daño, llegó al segundo piso y no se golpeó con unas cajas haciendo que se cayeran.

Ririka: ay no, perdón, perdón no me fijé -dijo nerviosa.

Que buena forma de presentarse a su nuevo vecino o vecina, lentamente subió su cabeza para encontrarse con una cabellera azul y unos ojos azules que la miraban con sorpresa pero que cambio rápidamente por una mirada llena de amor y anheló.

Ririka: Sakura...

Sakura: tiempo sin verte, mi hermosa Sakura -dijo con una sonrisa.

Al igual que con Mary Ririka estaba en shock y no era capaz de moverse, no... Ella estaba recordando todo.

Unos 2 meses habían pasado desde que Mary se había ido, le seguía doliendo pero le prometió seguir adelante con su vida y tampoco podía dejar que su familia se enterará, no quería un derramiento de sangre sin sentido.

Fue un día de primavera las Sakura florecían y ella siempre amo verlas florecer, las veía como una señal de decir que la vida sería mejor.