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Llegaron al hogar de la rubia y ambas entraron con calma y tranquilidad

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Llegaron al hogar de la rubia y ambas entraron con calma y tranquilidad.

Mary vivía en unos departamentos de clase media, no eran tan malos ni tan buenos a decir verdad.

Era bastante grande y agradable para una persona, o 2 como mínimo.

Mary: siéntate como en tu casa -dijo con suavidad.

Ririka: g-gracias... -murmurro nerviosa.

Mary guardo su sombrilla y puso sus compras en la cocina, no podía esconder la alegría que sentía al tener a Ririka en su casa Pero sabía que debía calmarse para no incomodarla en el proceso.

Ririka se sentó en el sillón y soltó un suspiro, necesitaba poner a cargar su celular para avisarle a su hermana que ya había llegado...

Omitiria ciertos detalles por el bien de la rubia y por el suyo.

Mary: si necesitas cargar tu celular puedes usar mi cargador -dijo con una sonrisa.

Ririka se levantó con entusiasmo del sillón y tomo las manos de la rubia quien se sonrojo ferozmente, la ojiazul era tan adorable sin importar los años que pasen.

Ririka:¡Me salvaste la vida, Mary! -grito animada.

Mary: d-descuida...

La albina volvió abrir los ojos para darse cuenta de lo que hizo y soltó a la rubia rápidamente, sus mejillas estaban al rojo vivo.

Mary: tus manos son muy suaves -murmurro con suavidad.

Ririka: jejeje... Yo... Iré por el cargador...

Mary: claro, está allí.

La albina sonrió tranquilamente y se fue de allí con el corazón latiendo a mil y no era la única que estaba en esa misma situación.

Mary miro sus manos y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, había extrañado tanto la calidez que las manos de Ririka tenían.

Una calidez que ninguna otra persona tenía en este mundo, una calidez única que por más que intentará reemplazar jamás lograba olvidarse de esa calidez y ni hablar de sus hermosos ojos azules que por más que intentará tener una nueva relación jamás podía acostumbrarse a otro color de ojos.

La amaba...

La amaba más que nada en este mundo...

Con Ririka

Ririka soltó un suspiro y miro como su celular se estaba prendiendo, no sabía que debería hacer o como hacer para sobrevivir a toda una noche con la rubia.

En estos momentos añoraba la suavidad de su cama y el calor reconfortante que tenía su gato, extrañaba tanto a su bebé.

Cuando su celular prendió totalmente Ririka fue inmediatamente a los mensajes para escribirle a su hermana, hasta que noto que tenía varios mensajes de ella.

Consiguiendole Pareja A La Tía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora