Pasado - Parte XVIII - Carmen en La Scala.

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San Jueves!

✨✨✨✨✨✨

Se acomodó sobre la loza de la estación de ferris, tenía la boina entre las manos, mientras observaba a Elizabeth acomodándose el sombrero en lo que veía hacia el mar.

Se giró hacia él ofreciéndole una sonrisa, se sentía como escoria, esa era la verdad, no solo había propiciado que la relación entre su hermano y Elizabeth se fuera al carajo, sino su propia relación con su hermano.

Y ahora, la había llevado hasta Dover, para que se embarcara en el ferri hasta Francia, y desde ahí a Italia, sería un viaje largo, que ella había deseado hacer para alejarse de su hermano, las empresas Shelby, de los peaky blinders, y de él.

La observó largamente, en su abrigo de piel blanco con manchones negros, Grace tenía uno de esos mismos abrigos la piel era de puma de las nieves, no tenía idea de cuantos de esos animales necesitarían para hacer uno de esos abrigos, pero había pagado por el de su esposa sin ningún problema, y sabía que Johnny también lo había hecho sin reparo.

Le sonrió al verla acercársele para pedir un poco de fuego a encender su cigarrillo, caló el cilindro, lanzando el humo al aire.

– ¿Estás segura?

– Si – Respondió asintiendo para verlo – Está es mi parte favorita del viaje, el ferri

– ¿Por qué no cruzo contigo hasta Caláis?

– Me encantaría – Sonrió asintiendo.

– Pero tendré que regresar de inmediato.

– Si.

Almorzaron en el ferri, y aunque sólo eran poco menos de dos horas de viaje, disfrutó el trayecto junto a ella charlando y riendo de muchas y pocas cosas, la dejó en Calais en la estación de trenes para que continuara su viaje.

Elizabeth lo abrazó con fuerza, dejando un beso en cada mejilla, la retuvo tomando su brazo, acercándola a él para besarla apasionadamente antes de que se marchara, no volvería a verla.

No sabía qué sucedería de ahí en adelante.

No sabía si la vida volvería a juntarlos.

Deseó que así fuera.

En serio deseó que así fuera.

✨✨✨✨✨✨✨

Le tomó casi una semana llegar hasta Italia, o eso fue lo que le dijo cuando recibió su llamada en la oficina, volver a escuchar su voz después de esos siete días fue como una taza de té caliente deslizándose por la mesa, besando su boca, metiéndose por su garganta.

Le anunció que aquella sería la última vez que hablarían, puesto que realmente quería dejar todo aquello atrás, no esperaba, o al menos parecía no esperar realmente que fuese tras de ella, así que no le dijo en qué lugar específico de Italia se quedaría, ni mucho menos que haría, se despidió de él con amor

Para cuando ella llamó, aún no tenía noticias de John, aunque sabía que venía de camino a Birmingham después de que se había ido a lamerse las heridas a Londres.

La secretaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora