La secretaria

Los anhelos de ayeres - Parte XX - Entre Londres y Birmingham

Madrugada del jueves 14!!!
Espero disfruten el capítulo, los amo mucho, nos vemos el próximo jueves!

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Observó las fotografías dispuestas en el arrimo contra la pared del estudio, los marcos opacos y otros dorados tenían las impresiones de Ginebra y de ella en distintas situaciones y edades, vio a su hija en los brazos de otra mujer y un hombre al que no supo reconocer, así que asumió que era la amiga de Elizabeth y su esposo.

Se acercó al escritorio, buscando en su libreta para tomar el auricular del teléfono esperando que del otro lado la operadora respondiera para dictar la dirección de su casa en Birmingham, esperó.

– Lo comunico.

– Gracias – Respondió apoyándose en el escritorio de color ébano.

– Tommy ¿Dónde estás? Dijiste que llegabas ayer, aún no estás aquí.

– Evidentemente no estoy ahí, Arthur, y voy a retrasarme un poco más, por eso llamo – Explicó tomando el teléfono para acercarse a las ventanas francesas que daban a la terraza.

– ¿Todo bien hermano? ¿Necesitarás ayuda?

– Necesito ayuda allá, en Londres, iba a verme con Alfred en Candem town mañana a las cuatro, si pudieras encargarte de eso, estaría agradecido, en la oficina Helena está encargándose de todo, pero necesitaré que pases a retirar un par de cheques antes de irte con Alfie – Explicó encendiéndose un cigarrillo.

– Yo me encargo, Tommy, yo me encargo ¿Tienes algo para Johnny?

Su pregunta le caló por completo, acercando los recuerdos de aquella tarde en la que se enteraron juntos de que Elizabeth había pedido el divorcio, la mirada oscura de John sufriendo por la mujer que estaba ahí mismo en ese departamento.

– No por ahora, Arthur.

– ¿Sabes cuándo regresarás?

– Volveré a llamar cuando lo tenga claro – Respondió calando el cigarrillo – nos vemos pronto.

– Si hermano. Tommy ¿Todo está bien?

– ¿Cómo está John?

– Está bien, tuvieron que llevar a Esme con el doctor, se sentía mal – Contó Arthur con una voz relajada – ya sabes cómo se pone Johnny con lo del embarazo, Esme estornuda y él ya asume lo peor – Suspiró – el pasado es algo que no se puede cambiar, tú y yo sabemos de eso, hermano, Johnny también lo tiene claro.

– ¿Cómo está Esme?

– Perfectamente, al parecer solo es el bebé acomodándose, le queda poco – Explicó riéndose – Pronto habrá un nuevo Shelby en la familia. Avísame si necesitas algo Tommy.

– Gracias Arthur.

Escuchó el tono que anunciaba que la llamada había acabado, y se quedó viendo como el sol iluminaba pobremente el jardín que había comenzado a amarronarse por el otoño entrante.

Sintió el peso del pasado sobre sus hombros, el simple comentario de Arthur acerca de que John siempre imaginaba lo peor cuando Esme sentía el más leve malestar, incluso cuando no había malestar alguno, había sabido que el doctor había visitado a su cuñada solo porque su hermano tuvo una pesadilla, o un mal presentimiento.