capitulo diez
LLEGÓ OCTUBRE y un frío húmedo se extendió por los campos y penetró en el castillo.La señora Pomfrey, la enfermera, estaba atareadísima debido a una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos. Su poción pimentónica tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba echando humo por las orejas durante varias horas. Como Ginny Weasley tenía mal aspecto, Percy le insistió hasta que la probó. El vapor
que le salía de debajo del pelo producía la impresión de que toda su cabeza estaba ardiendo.Gotas de lluvia del tamaño de balas repicaron contra las ventanas del castillo durante días y días; el nivel del lago subió, los arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos. Aún con el frío, Rose no había dejado de investigar sobre su familia aún si eso significaba pasarse horas en la fría biblioteca y contagiarse de gripe.
Pero Rose se encontraba caminando con Hermione y Zoe a sus lados, estás dos riéndose a carcajadas.
—¿De qué se rien? Estoy sufriendo —dijo Rose con voz ronca.
—De que con la poción pimentónica pareces una zanahoria hirviendo —terminó de reír Zoe.
—¡Lo peor es que con gripe y todo, no conseguí nada sobre mi familia! —chilló Rose frustrada.
—Si me hubieras hecho caso a mi y a la profesora McGonagall cuando te decíamos que te abrigues —dijo Hermione en tono de regañó similar al de la señora Weasley. Rose paro en seco mirando a Hermione.
—¡Minnie, como no se me había ocurrido! —exclamó Rose enérgicamente y salió disparando hacia el despacho de la profesora McGonagall, pero recordó que no tenía ni idea dónde quedaba y se volvió hacia sus amigas.
—Primer piso de la torre de Defensa Contra las Artes Oscuras —se adelanto Hermione, Rose le guiñó un ojo y volvió a correr hacia el primer piso y ahora se encontraba al frente de una gran puerta de la que estaba muy segura de que era el despacho de Minnie y tocó la gran puerta reiteradas veces hasta que fue abierta por Minnie, de aspecto impecable y mirada severa como siempre.
—¡Hola Minnie! —saludó Rose con sonrisa inocente.
—Señorita Hindley, ¿que es lo que necesita?
—Necesito hablar con usted. ¿Podría entrar? —preguntó Rose. Minnie abrió aún mas la puerta e hizo ademán al interior de su despacho, en el centro había una mesa en la que había una taza de té, pergaminos, exámenes, tareas y libros. Rose de sentó en la silla del otro lado de la mesa mientras que la profesora le servía té.
—Y bien, Hindley —dijo Minnie tomando un sorbo de su té.
—Yo le quería decir que se que usted no se encarga de llevar a los nacidos de muggles al callejón diagon, sin embargo usted me acompaño a mi —confesó Rose serena, Minnie tosió con nerviosismo.
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ROSE Y LA CÁMARA SECRETA, Harry Potter [2]
FanfictionRose vuelve a su queridísimo hogwarts para su segundo año. Cuando pensó que nada malo podría pasar, la camara de los secretos fue abierta, algo raro paso con los magos nacidos de muggles, ella y sus amigos no piensan quedarse de brazos cruzados, com...