capitulo doce
Durante unos días, en la escuela no se habló de otra cosa que de lo que le habían hecho a la Señora Norris. Filch mantenía vivo el recuerdo en la memoria de todos haciendo guardia en el punto en que la habían encontrado, como si pensara que el culpable volvería al escenario del crimen. Harry le había visto fregar la inscripción del muro con el
Quitamanchas mágico multiusos de la señora Skower, pero no había servido de nada: las palabras seguían tan brillantes como el primer día.Cuando Filch no vigilaba el escenario del crimen, merodeaba por los corredores con los ojos enrojecidos, ensañándose con estudiantes que no tenían ninguna culpa e intentando castigarlos por faltas imaginarias como «respirar demasiado fuerte» o «estar contento».
Ginny Weasley parecía muy afectada por el destino de la Señora Norris. Según Ron, era una gran amante de los gatos.
—Pero si no conocías a la Señora Norris —le dijo Ron para animarla—. La verdad es que estamos mucho mejor sin ella. A Ginny le tembló el labio—. Cosas como éstas no suelen suceder en Hogwarts. Atraparán al que
haya sido y lo echarán de aquí inmediatamente. Sólo espero que le dé
tiempo a petrificar a Filch antes de que lo expulsen. Esto es broma... —añadió apresuradamente, al ver que Ginny se ponía blanca.Aquel acto vandálico también había afectado a Hermione. Ya era habitual en ella pasar mucho tiempo leyendo, pero ahora prácticamente no hacía otra cosa. Cuando le preguntaban qué buscaba, no obtenían respuesta, y tuvieron que esperar al miércoles siguiente para enterarse.
Harry y Rose se habían tenido que quedar después de la clase de Pociones, porque Snape les había mandado limpiar los gusanos de los pupitres. Tras comer apresuradamente, subieron para encontrarse con Ron en la biblioteca, donde Rose vio a Justin Finch-Fletchey, el chico de la casa de Hufflepuff con el que coincidían en Herbología, que se le acercaba. Harry acababa de abrir la boca para decir «hola» cuando Justin lo vio, cambió de repente de rumbo y
se marchó deprisa en sentido opuesto y dejando a Rose con la mano levantada para saludarlo.—¿Y a ese que le pasa? —bufo Rose siguiendo al Hufflepuff con la mirada.
Rose y Harry encontró a Ron al fondo de la biblioteca, midiendo sus deberes de
Historia de la Magia. El profesor Binns les había mandado un trabajo de un metro de largo sobre «La Asamblea Medieval de Magos de Europa».—No puede ser, todavía me quedan veinte centímetros... —dijo furioso Ron soltando el pergamino, que recuperó su forma de rollo- y Hermione ha llegado al metro y medio con su letra diminuta.
—¿Dónde está? —preguntó Harry, tomando la cinta métrica y desenrollando su trabajo.
—En algún lado por allá —respondió Ron, señalando hacia las estanterías—. Buscando otro libro. Creo que quiere leerse la biblioteca
entera antes de Navidad.
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ROSE Y LA CÁMARA SECRETA, Harry Potter [2]
FanfictionRose vuelve a su queridísimo hogwarts para su segundo año. Cuando pensó que nada malo podría pasar, la camara de los secretos fue abierta, algo raro paso con los magos nacidos de muggles, ella y sus amigos no piensan quedarse de brazos cruzados, com...