DGI | ❝Me rio por dentro para que así puedas brillar en la oscuridad❞
A Neera se le ha dado una tarea:
•Proteger a su pequeño medio hermano, aquel rubio de apellido Jackson.
Percy Jackson Fanfic's
Percy Jackson x Oc Female
● Kriss-sama
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
╭══════•>✾<•══════╮ 002: DE RUMORES A CAOS EN EL MUSEO ╰══════•>✾<•══════╯
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Neera Shaw
Dormir para mí es como un gusto lujoso que podía permitirme cada cierto tiempo.
Soñar, en cambio, es como un pequeño monstruo debajo de mi cama que esperaba con ansias a que me fuera a la cama.
Así que dormir no era algo que hacía seguido.
Grover sabía.
Oh... vaya que ese maldito sátiro lo sabía muy bien.
—Ya era hora que despertaras—murmura el moreno mientras aparta la taza vacía de mi rostro.
—¡Maldita, cabra!—exclamó mientras trato de limpiar el agua que cae de mi rostro.
—¡Shh! No grites. Estamos en la sección de habitaciones, si te escuchan, pensaran que he metido a una chica en mi dormitorio.
—¡Ja! ¿Tú? Ni siquiera puedes coquetear adecuadamente—me burlo. Y sinceramente no sé cual es la causa de la mueca de enojo de Grover, si fue por mi comentario o por el hecho de que acabo de limpiarme la cara con su limpia sábana blanca.
La noche anterior había llegado demasiado cansada a la academia. Había utilizado el agua de la pileta de la academia para curar mis heridas, así que esa parte fue sencilla. Lo complicado fue tener que llevar mi trasero hacia el cuarto que ocupaba Grover en la academia.
¿Por qué los mocosos tenían que estar fuera de sus habitaciones a altas horas de la noche? Que odiosos.
Mis pies me pedían urgentemente descanso, y yo solo quería llegar al cuarto vacío y quitarme las malditas Converse.
La pregunta para mi yo del pasado es: ¡Por qué mierda me puse Converse si iba a caminar kilómetros de sendero!
Como sea, después de estar como una media hora parada detrás de una de las columnas del pasillo y tras haber escuchado a uno de los pubertos hablar sobre qué chica tenía las tetas más grandes de la academia, llegué al pequeño cuarto que habitaba Grover.