019: En aguas turbulentas

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019: EN AGUAS
TURBULENTAS
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      Neera Shaw

      El peso en mis hombros pareció aligerarse cuando Equidna apareció con su lindo bebé y no hubo estrés en mí al no tener compañía más que ellas.

      Los gritos de Grover y Percy tras la puerta de las escaleras habían desaparecido. Al parecer se habían rendido al no obtener ninguna respuesta por mi parte.

      Centré mi vista hacia el frente, donde se alzaba aquella monstruosidad peligrosa para los semidioses.

      Sonreí sin dejar de destapar mi tomatodo, para posteriormente dejarlo en una esquina.

      Quimera era ahora tan alta que tenía la peluda espalda pegada al techo. La melena de la cabeza de león estaba cubierta de sangre seca, el cuerpo y las pezuñas eran de cabra gigante, y por cola tenía una serpiente, tres metros de cola de cascabel.

      Y no nos olvidemos de los cachos. Esos que chocaban contra el techo y lo rayaban.

      —Pero que hermoso bebé—solté con ironía mientras desprendía el anillo de mi dedo y lo convertía en mi espada. La criatura me miró amenazante, soltando un gruñido furioso—. No me mires así, no voy a disculparme por cortarte tu colita.

      —Este es el final, cariño—detrás de Quimera se encontraba Equidna, respaldando a su cachorro.

      —¿Final?—cuestioné burlesca—Quisiera morir aquí. Te juro que lo anhelo. Pero le prometí a alguien importante que volvería con vida al Campamento.

      —No te resistas.

      —Y tú no te atrevas a llorar por tu bebé cuando lo mate, porque eres tú quien la está llevando a su propia muerte.

      Esperé a que la Quimera atacara. Estaba a tres metros de las fauces sangrientas de Quimera y sabía que, en cuanto me moviera, la criatura se abalanzaría sobre mí.

|Don't Go Insane| Percy Jackson ft. Apolo ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora