Arreglemos las cuentas

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La razón de porque hay que atesorar los buenos momentos, es porque pueden terminar en cualquier momento y Jiang Cheng se olvido por completo de que su vida estaba plagada de desgracia.

Se preguntaba porque no pudo quedarse en esos felices recuerdos por mas tiempo...

Jiang Cheng no tuvo de otra que volver la semana siguiente a la casa.

Cada uno de los inversores de su empresa lo había dejado, cada uno de los proyectos que invirtió se detuvieron. Y los empleados empezaron a renunciar sin razón, exigiendo una gran indemnización.

- Mían-mian ¿Que es lo que esta pasando?- Jiang Cheng que veía sus oficinas antes pobladas, casi inhabitadas, no pudo evitar preguntar con un hilo de voz. No se fue mucho tiempo, máximo 15 días, pero su empresa había sido desmantelada.

Su asistente lo miró con tanta lastima que la punzada que sentía en el pecho se intensifico. Le dio una sonrisa llena de pesar y tristeza.

- Maestro, aveces la familia es el mayor estorbo de uno - mencionó y le paso una pequeña carta impresa. Al abrirla Jiang Cheng sintió que el suelo en sus pies desapareció por completo. Un sentimiento de vértigo y malestar lo invadió.

Cuando intentó razonar con Mei mei, que lo miraba aun más triste, solo pudo sollozar. Lloró mucho más que cuando fue obligado a sacarse con el Nie.

Su mundo, el que había construido para él fue destruido por su padre.

"Por favor Jiang Cheng, empieza a portarte bien, Nie Mingjue es tu marido, tal vez debas comenzar a apoyarlo, además recuerda que lo que es suyo es tuyo, así que no es necesario trabajar. Veo que es un obstáculo para su convivencia, así que decidí absorber tu empresa de bienes raíces en las empresas Jiang, tu hermano esta contento"

Las fuerzas de la gravedad actuaron sobre las rodillas del Jiang y cayo asustando a su asistente que entendía el sentimiento del Jiang. Ha trabajado estos tres años con el Jiang y no hay otra cosa material que quiera, más que su empresa.

- Maestro, estoy segura que saldra adelante, como siempre lo ha hecho, por favor levantese y vayamos al doctor, se lastimo mucho - suplico la asistente al ver la ropa manchada del Jiang. Fue demasiado brusco al caerse.

Jiang Cheng siguió llorando en el piso, encogiendose por el insoportable dolor que sentía su pecho. No importaba el consuelo de su asistente, no había nada que pudiera sacarlo de allí.

Hace tan solo dos días fue la persona más feliz y ahora agoniza dentro de un dolor asfixiante. Quiere arrastrarse por el piso y llorar hasta que no queden lagrimas.

- ¿A quien puedo llamar señor?- pregunto preocupada su asistente por la agrumadora tristeza que brotaba de Jiang Cheng. No es la persona adecuada para consolarlo, no funciona.

"Compañero de terapia", cuando reviso el celular tirado del Jiang vio ese contacto e inmediatamente lo llamo, el problema es que la situación se había vuelto catastrofica para todos.

Mu Qing al llegar a su casa no espero encontrarse a Feng Xin en su habitación revisando su armario.

-¿Que estas haciendo?- pregunto atónito.

-"Diario: hoy he salido a comer con Feng Xin, resulta que es alérgico al mani así que tendre que preparar otra torta para mi cumpleaños para que él pueda comerla tambien" - leyó su Diario de la adolescencia sin ninguna verguenza. - Vaya, pensabas mucho en mi en ese tiempo, imagino que ahora que soy tu esposo, tú...

La clase de control de iraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora