La clase de control de ira

Quería otra cosa

Shen Jiu miró el boleto en sus manos y una sensación amarga invadió su cuerpo, circulando constantemente en su corazón mientras abordaba el avión.

Renovar votos es para parejas que se aman, Shen Jiu lo encontraba realmente repugnante si se trataba de su relación con Liu Qingge.

Se preguntaba cuando es que se equivoco para terminar así ¿Tal vez el querer sobresalir junto a su hermano? Debe admitir que fue estúpido pensar que le iria bien al intentar mostrar su valor, pero es que se sentía codicioso al recibir los pequeños reconocimientos de su padre cuando hacia las cosas bien y quería mucho mas.

Al final eso simplemente lo convirtió en un buen caballo para moverse en el tablón del juego de poder de la antigua generación rica.

El día que conoció a Liu Qingge tenía tanto dolor en el cuerpo que no pudo hablar durante la cena. Al querer negarse a casar con él, fue golpeando hasta el desmayo, lo único que quedo intacto era su rostro por obvias razones.

De solo recordarlo, su cuerpo se estremece ligeramente, pues el lugar seguro en el que vivió despues de llegar del orfanato, pareció mostrar su verdadero rostro.

Luego simplemente todo sentimiento fue filtrado de su corazón, quedando un gran resentimiento. Anhelaba ser feliz y vivir una gran vida de amor, pero era su hermano el que lo tenía y no podía hacer mas que evitarlo, porque su corazón no puede odiarlo lo suficiente.

Por ello odiara a Liu Qingge que lo condena a vivir infeliz hasta la muerte.

Pero días como hoy, cuando experimento la dulzura de la vida, acompañado de sus amigos, simplemente quiere llorar.

¿Por que?¿No ha sido él un niño bueno?¿No se ha esforzado lo suficiente?

Shen Jiu miró el lujoso avión en el que estaba y simplemente no pudo sentir nada, centrándose en el paisaje nocturno hasta las lagrimas corrieron por su rostro.

Apretó la pequeña foto que se habían sacado en el centro comercial y siguió deseando en silencio sentirse tan bien como en ese momento, aunque fuera invadido por la tristeza.

Al final durmió cansado de la situación estresante de no poder salir de tan amargos sentimientos, y para sentirse más tranquilo al bajar del avión a las 7 de la mañana, llamó a Jiang Cheng mientras salía del aeropuerto. Su voz casi adormecída lo hizo sonreir un poco.

- ¿Que pasa?- no le había dicho ni "Buenos dias" pero la pregunta era obvio producto de una preocupación.

-¿Que haces cuando eres muy infeliz?- Jiang Cheng se incorporó en su cama atento la escuchar la voz tapada de Shen Jiu, como si hubiese terminado de llorar.

- ¿Tienes una tienda en algun lado?- pregunto Jiang Cheng y Shen Jiu se detuvo en frente de la enorme tienda de la terminal.

- Si.

- Entra y compra mucho chocolate - fue muy serio al hablar y Shen Jiu ingreso y compro diez chocolates para él.

- Listo ¿Ahora que?- Shen Jiu miró extrañado la bolsa de chocolate en la bolsa. No le gustaban tanto los dulces, pero Jiang Cheng le había dicho que comprara chocolates.

- Cuando te sientas amargo come un chocolate y eso te pondra de buen humor - mencionó Jiang Cheng y Shen Jiu asintió ligeramente de acuerdo. Bien, ya que insistes.

Se despidió de Jiang Cheng y abrió su primera barra de chocolate. El dulce sabor inundó su paladar y salió en silencio con una pequeña bolsita de chocolates y uno en la boca.

Al mirarlo el conductor que vino a recogerlo, sintió que el joven esposo de su Jefe tenía un aire sereno, a pesar de sus ojos rojos, que mostraban que había estado llorando.