Sobre mi tumba. ♤{Hyunsung/Minsung}♤

Epílogo.

10 años después.

Minho leía con concentración los últimos reportes que le habían entregado sobre las ganancias de su restaurante del último mes.
Todo parecía ir bastante bien, dejó eso de lado para seguir limpiando las habitaciones de invitados de su pequeña casa, Innie no tardaba en volver de la escuela y quería que todo estuviera listo para cuando Seungmin y Sunhhe lo llamaran para que fuera por ellos al aeropuerto.

Hace años que no veía a su mejor amigo y a su sobrina así que estaba emocionado.

-¡Papá!

-¡Estoy arriba!

Segundo después, Jeongin se asomó por la puerta dejando caer su mochila en el suelo.

-¿Qué tal la escuela?

-Bien, mañana hay junta para la entrega de calificaciones.

Minho sonrió al ver el puchero en el rostro de su hijo, lo conocía demasiado bien para saber que estaba preocupado por su desempeño en las clases.

-Estoy seguro que te fue bien, no debes preocuparte, eres muy inteligente.

Jeongin asintió poco convencido dejándose abrazar por su padre, al separarse tomó su mochila para sacar una caja con chocolates.

-Los compre para Sunhee ¿Crees que le gusten? ¿A que hora llegan ella y el tío Seungmin?

-No deben tardar... oh... son ellos.

Minho contestó la llamada de su amigo y salió junto a su hijo camino al aeropuerto.

Al verlo, no dudó en saludarlo con un gran abrazo y después su vista se quedó fija en Sunhee.

Ella había cumplido ya diez años y era impresionante el parecido que tenía con Yongbok, era como si fuera una copia exacta solo que en niña, era simplemente increíble, el mismo de cabello, la misma sonrisa y Minho podía jurar que hasta las pecas en su rostro estaban en los mismo lugares que las tenía Bok.

-¿Es igual a él, cierto?

Seungmin sonreía en grande viendo a su hija, la veía con tanto amor que Minho se sintió feliz, feliz de que su amigo fuese feliz también.

-Es hermosa, Seung.

-¿Innie ya es muy grande para darle un abrazo al tío Seungmin?

El chico de casi catorce años se sonrojó antes de aceptar los brazos del mayor.

-Me alegra verte, tío.

-¿Sigo siendo tu tío favorito?

Jeongin asintió riendo, no podía decirle a Seungmin que en realidad su tío favorito era Jiwoong, eso lo haría sentirse ofendido así que una mentira piadosa no le haría mal a nadie.

De regreso en casa, los dos niños fueron a ver la televisión mientras los adultos preparaban café en la cocina.

-Seungmin, esta bien, han pasado diez años, mereces darte la oportunidad de ser feliz.