Black Tornado (Stalion)

Capítulo 2

Para Stiles esa organización le había dado la vida, no solo porque lo había acompañado durante todo su embarazo, sino que le había dado una casa y una familia que realmente lo quería. Su implicación en el trabajo que estos llevaban a cabo, aún era poca, únicamente le dejaban mirarlo todo desde el cristal de la sala y acompañar a los omegas después de haber matado, o no, al Alpha que les hacía la vida imposible. Y aunque él quería hacer más, aún tenía que estar pendiente de su bebé. Ya con seis meses era el niño más bonito que había visto nunca, para su suerte únicamente había heredado los ojos de Scott. Stiles se sentó en la silla para ver al nuevo dúo que habían traído, su bebé estaba alimentándose así que estaría entretenido el tiempo que eso durara. Unas manos se apoyaron en sus hombros y Stiles levantó la mirada sonriéndole a Deucalion, este le dio un suave apretón antes de bajar su mirada al niño que estaba amamantando.

- Si solo querías verme el pecho me podías haber llamado a tu habitación.- Deucalion chistó alejándose de él y parándose delante del chico interrumpiendo su vista y su risa, Stiles resopló enfadado y le lanzó una botella de agua vacía.

Deucalion se rio sentándose a su lado y viendo como Ethan ataba al Alpha, asegurándose de que no pudiera escapar, mientras que Aiden estaba dejando al omega con cuidado en la butaca. Stiles se levantó mirando sorprendido al omega, este apenas debía tener dieciocho años y tenía el ojo morado más algunos golpes más.

- Es apenas un crío.- Dijo Stiles mirándolo con lástima, notando como su hijo se separaba de su pecho, así que lo llevó a su hombro para que soltara los gases.

- James, tiene diecisiete años, y él que está en la silla es su marido.- Stiles se giró mirándolo mientras sentía como su hijo eructaba.- Llevan dos años casados legalmente, y desde ese día lo tiene encerrado en casa y le pega.- Dijo Deucalion negando con pena observando como el hombre se despertaba y empezaba a moverse con agresividad para soltarse.- Ya tienen dos hijos.- Dijo Deucalion viendo como Stiles negaba apretando sus labios.

- ¿Esta vez puedo bajar yo?- Deucalion lo miró un segundo, viendo la ira brillar en la mirada del omega.

- Claro, dame a Izan.- Stiles se giró sonriendo y cediendo al niño que se había dormido. Él se arregló la ropa y miró a Deucalion a los ojos.

El Alpha no tenía dudas que Stiles lo haría bien, tenía ese sentimiento en la mirada que todos tenían antes de ayudar a un omega. Stiles se acercó y dejó un beso en los labios del Alpha, dejándolo sorprendido.

El omega bajó y se detuvo en la puerta de la habitación, desde ahí había una pantalla que le permitía ver el interior de la sala. Por lo poco que conocía de James podía asegurar que él había sido quien había mandado el mensaje, de la misma manera que Stiles lo había hecho. Desde la pantalla vio a James abrir los ojos y miró asustado a su pareja, Stiles esperó un poco antes de entrar ganándose la mirada de ambos.

- Me ahorraré la presentación, ya que lo último que quieres escuchar es como me llamo.- Dijo mirando levemente al reloj, esperando que Deucalion hubiera entendido eso.- Este es tu día de suerte James, los dioses han escuchado sus súplicas.- Dijo Stiles acercando la mesa con las dos armas al omega que lo miraba sorprendido mientras algunas lágrimas caían por sus mejillas.- Sabemos lo que este hombre te ha hecho, lo sabemos todo.- Dijo sentándose a su lado y mirándolo a los ojos.- Solamente uno puede salir con vida, si no, ese reloj comenzará su cuenta atrás y al llegar a cero ambos lo haréis.- Dijo Stiles viendo a James mirar la pistola de manera ausente. Apoyó sus manos en el respaldo de la butaca, escuchando el reloj, poniéndose en marcha.- Piensa en tus hijos, en ti, ¿os merecéis lo que este hombre os ha hecho?- Preguntó Stiles mirando de reojo al hombre que intentaba quitarse la tela de la boca para hablar. James tomó la pistola con las manos temblando y apuntó a Alpha, Stiles vio como este quitaba el dedo del gatillo.