trece

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Llegando a la cena, estaban todos vestidos como lo hacían normalmente, no iban a ir a un lugar muy extravagante.

Se acomodaron todos en una mesa, Rocío y Blas se sentaron juntos en el medio, enfrente de Nicolás y Sabrina ¿Coincidencia?

Habían pedido tres milanesas para compartir, los chicos solían venir a este lugar y nos advirtieron de que las porciones eran grandes.

Rápidamente el ambiente se llenó de una charla amena entre el grupo, tocando temas varios.

— ¿Y al final qué vas a hacer vos, Rulos? — Le preguntó Joaco.

— ¿Sobre qué? — Empezó a comer las papas fritas que hace poco habían traído.

— El tema de historia, amigo ¿Vas a ir con un tutor o te va a chupar un huevo? —

— No, ni en pedo me la llevo. Como Sabri había dicho que a Rochi le iba bien, ella me va a enseñar —

Matias levantó las cejas — Y si se puede saber ¿Dónde se van a juntar a estudiar? —

—- No sé, puede venir a mi casa si quiere. Vemos más cerca, todavía no sabemos cuando empezamos — Ya sabía la intención que tenía el grupo, al solo ver lo atentos que estaban a la conversación.

— Apa, sos un atrevido, nene. La llevas a tu casa y todo solos. El que no corre, vuela — Ramiro le guiñó el ojo.

— Bue, callate, pura envidia lo que escuchó — Los jodió intentando cambiar el tema.

— ¿Envidia de qué? — La sonrisa creciente se notaba y estaba ahí porque acababan de lograr su punto. Los dos adolescentes volvieron a sonrojarse.

— Eh, qué sé yo ¿Por qué siempre se centran en nosotros y no en la nueva parejita que esta frente nuestro? — Se refirió a Nico y a Sabri quienes parecían hasta más juntos que ellos, el primero tenía su brazo sobre la silla de la chica y su mano terminaba apoyada en su hombro.

— Pero ellos recién empiezan, ustedes vienen hace rato — Tomás por fin habló.

— Mentira, no estamos hace mucho así — Rocío mostró una cara confundida y miró a su amiga, preguntandose si lo decían porque se dieron cuenta de su enamoramiento hace rato.

— Vos no vas a entender, pero el si — Facu lo miró con su sonrisa característica, fue fulminado por Blas y antes de que pudieran decir algo más, el grupo fue interrumpido por otros cuatro chicos y dos chicas.

— Me muero, mira quienes son, Dy — La voz chillona de una de estas se hizo notar.

— Apa, lo que trajo la marea ¿Cómo está la banda? — Las dos chicas sentadas compartieron una mirada confundida, observando como el resto del grupo anteriormente estaba expresión de felicidad, pero luego de estas personas se notaban tensos y con el ceño fruncido.

— ¿Qué hacen acá? — Blas habló primero, no de una forma muy amigable.

— Blasito, siempre tan bueno vos — Rocío se sumó a las personas con ceño fruncido al escuchar como una de esas chicas nombraba a Blas.

— ¿Por qué no presentan a estos dos bombones nuevos? — El tal Dylan preguntó, desviando su mirada a nosotras dos.

— Yo soy Sabri — Dijo con un poco de duda.

— Rocío — Continuó.

— Bien escondidas las tenían — Respondió rápidamente un chico rubio.

— Por algo será — Matías parecía querer echarlos a patadas, tenía los puños apretados y no era el único.

— Bueno che, desde cuando no comparten ¿Hace falta que les recuerde? — Parecía soberbio al hablar.

Toda esta situación le causó escalofríos, el chico a su lado pareció notarlo al agarrar su mano, darle un apretón y empezar a acariciarla. Le dio una mirada que tenía muchos sentimientos juntos, agradecimiento, curiosidad e incertidumbre.

— ¿Algo que decir, Blas? Mira que ya le puse el ojo a esa chica — Dylan, quien parecía el líder al no dejar de hablar, se refirió a nosotros.

Blas se paró de su asiento y sin soltar la mano de la chica, habló — Dejen de joder, rajen de acá o los rajamos —

— ¿Qué vas a hacer vos? — Lo rebajó.

— Somos más que ustedes, toquen de acá. La otra vez terminaron peor — Amenazó y los chicos se fueron parando también.

El nuevo grupo parecía enfurecido ante la mención de la última vez, una de las chicas volvió a hablar — Ya fue, vámonos. No pasemos por lo mismo dos veces — Era la de la voz chillona.

Ese grupo parecía perritos cuando se trataban de estas dos, la palabra pajeros era la única que apareció en la mente de Rocío en ese momento. Parecieron dudar al principio, pero luego de un rato se fueron.

Los chicos, quienes seguían parados, se dieron una mirada entre ellos, una que parecían comprender sin la necesidad de palabras.

Sabri y Ro se dieron una mirada la cual decía “ahora cambiemos de tema, pero cuando volvamos a la casa… intentemos abordarlo”. Y así fue, apenas se sentaron hicieron el esfuerzo por distraerlos y hacerlos olvidar ese incómodo momento.

Siguieron comiendo, aún que Rocio tenia un apetito nulo, ellos parecían poco a poco irse olvidando de ese rato que solo duró unos minutos pero dejo una sensación que seguro se sentiría por horas.

Por segundos miraba a Blas, quien parecía seguir pensando en todo lo que pasó. Tomando valentía, volvió a acariciar su mano y apoyó su cabeza en el hombro del chico. Este simplemente la miro y beso su frente.

Ambos se quedaron así un tiempo más, parecía ser una posición cómoda y simple pero sentían que se estaban dando el apoyo necesario de esa manera.

🎭

Holis, el capítulo que viene les voy a contar algo... no soy de hacer estos anuncios pero estoy media dormida y mientras que lo corregía notaba que había partes que estaban escritas en primera persona, intenté cambiar las que encontré pero no estoy segura de haberlo hecho al 100%.

Solo eso, ojalá la historia les este gustando, muchos besos ❤️

daylight : blas polidoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora