CAPÍTULO XI

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Era el día de Acción de gracias, Jungkook y Jin había ido juntos, eran solo cuatro casas que los separaban de la casa de Jimin y Taehyung, así que decidieron ir caminando. Jungkook llevaba el pastel de calabaza y caramelo que Jin hizo, mientras Jin llevaba la traílla de Midas. No había manera de que el Golden se quedara en casa sin que cause daños en la vivienda. Habían pasado casi dos semanas desde que Jin colapsó en brazos del pelinegro. Si bien era muy cauteloso, se notaba que había empezado a bajar el muro con Jungkook, Jimin, Taehyung y Rowan. Jin adoraba a ese niño y seguramente también amaría, al otro bebé de Jimin. Sí, Tae y Mimi serían padres nuevamente, Jimin tenía casi doce semanas de gestación. El pequeño bollo estuvo apenas un poco antes de que Jin llegara a Scottville.

Jin iba riendo con las historias que Jungkook le contaba de su niñez y las travesuras que muchas veces le hicieron ganarse unas buenas nalgadas. Como cuando había decidido bañar a su perro, un pastor alemán, con el shampoo de su madre y había acabado tres frascos del costoso producto.

O cuando se llevó del garaje a su habitación, los mapaches bebés que había encontrado, su madre le había hecho devolver a los cachorros aduciendo que había una mamá sufriendo por ser separada de sus hijos.

Le contó de la ocasión en la que él y su hermano aterrizaron en el pastel de un cumpleaños al que fueron invitados porque querían saber si sus capas de superhéroes en verdad les podrían hacer volar.

Jin no podía parar de reír al imaginar cada una de las historias, sus abuelos habían sido los culpables ya que les consentían demasiado a su hermano, a Jungkook y a sus primos.

Cuando llegaron a casa de sus anfitriones Taehyung tenía una parrilla lista y muchos cortes de carne de vaca y cerdo. Jimin había puesto mazorcas, puré de papas, gravy, guisantes y puso el pastel que Jungkook le entregó cuando salió a dar la bienvenida a sus dos amigos.

La mesa estaba acomodada en el porche y había sido perfectamente arreglada. El pequeño Rowan reía viendo UP: Una aventura de altura, la escena de la casa llevada por los globos coloridos también le gustaba a Jin.

-Jimin ¿por qué estamos teniendo carne asada en lugar de pavo? -preguntó Kook al entrar a la cocina buscando dos cervezas, una para Jin y otra para él.

-Gracias a tu siguiente sobrino Kookie, este embarazo está sacando lo peor de mis estragos y este año no estoy soportando ni el olor, ni el sabor del pavo. -respondió Jimin, desde la cocina. Llevaba un poco de yogurt con fruta en las manos y se lo puso a Rowan en la mesita ratona de la sala.

-Ay por favor. ¿Cuándo vamos a tener algo normal en tu casa, Jimin? -refunfuñó Kook.

-Yo no estoy tolerando el pavo, pero no te lo prohíbo a ti Kook. Si quieres pavo, hay muchos en el restaurant de Big B, pero te lo comes allá. -le respondió Jimin desde alguna parte de la bonita y acogedora casa.

-Deja de atormentar a mi esposo JK. Suficientemente mal lo está pasando con las náuseas matutinas y los antojos de cosas raras -dijo Tae, al tiempo que ponía una gran bandeja con carne y chuletas asadas.

Jin solo veía la interacción desde la sala, ya que se sentó junto a Rowan. Tenía la cerveza en la manos, pero el pequeño había empezado a cazar las frutas de su pequeño tazón y alternaba entre Jin y él mismo, poniendo pedazos de fresas en su boquita y luego atrapaba otra y se la daba a Jin.

-Jin por favor, pasa a sentarte. -le dijo Jimin sonriendo, mientras alzaba a Rowan de la alfombra y lo ponía en su cadera. Guió a su acompañante hasta la silla preparada para él, justo junto a Jungkook.

Puso al bebé en la mesita de bebés, justo en el momento que Tae besaba su mejilla y se sentaba en la mesa, jalando la única silla vacía para que pudiese sentarse su esposo.

CUANDO TE ENCONTRÉ [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora