CAPÍTULO XV

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Otro mes había pasado, se dirigía caminando a la guardería, había devuelto el auto a Ted, después de todo ya no lo necesitaba. Si necesitaba ir al market Jungkook se ofrecía a llevarle, por lo demás todo estaba bastante cerca, le había pedido a Ted que le ayudara a buscar un auto de segunda mano pero que estuviera en buen estado. Y eso le llevaba tiempo buscar, sabía que Steven Richardson era el encargado del pedido de Jin. Había conocido al padre de Steven y Molly, Archie Richardson cuando había empezado a trabajar en Rainbow, él era el maestro de educación física y también era el dueño de Sweet Coffee and Ice Cream. El hombre era gentil y bonachón, aún después de la pérdida de su esposa, cuando Molly apenas tenía siete años. Ahora la adorable pelirroja cursaba la preparatoria y su hermano mayor trabajaba a tiempo parcial en la mecánica de Ted y estudiaba su carrera automotriz en una universidad semi presencial.

Iba pensando en ello cuando el auto azul eléctrico de Jeon se detuvo del otro lado de la calle.

-Aid, cariño -gritó. Seguía siendo Aiden para la ciudad, aunque Jungkook, Jimin y su esposo usarán su verdadero nombre en la privacidad de sus casas.

Jungkook bajó del auto, dejando pasar al autobús escolar que traía a los niños y chicos que vivían más alejados de St.Andrew. Cruzó la calle con un termo en la mano, iba caminando despacio y era comprensible, la nieve había llegado hace dos días atrás.

Estampó un beso en la boca de Jin, haciendo que el bonito rosa de las mejillas del pelicastaño volviera a florecer.

-Hola precioso, buenos días. -le dijo mientras acunaba el rostro de Jin y volvía a picotear los labios gorditos y rosados.

-Hola cielo, no me di cuenta que venías en mi dirección -se disculpó Jin.

-Ja, venías distraído. Supongo que por el frío. Te quería entregar esto -puso el termo lleno de cocoa caliente en las manos de Jin. -Tengo que ir a Mason, pero volveré para la cena. No olvides nuestra cita -le dijo acomodando la bufanda que Jin llevaba cubriendo casi sus orejas.

-No lo olvido, Jimin me llevará a almorzar en su casa. Estaré puntualmente listo -sonrió —buena suerte en Mason cielo.

Se puso de puntitas y besó a Kook.

Después de despedirse vio como Jungkook se iba , sacudió su mano y continuó su camino, doblando la esquina para caminar la mitad de cuadra que le faltaba.

El día transcurrió sin ningún problema, fue con Jimin y Rowan a almorzar en el Brenda's Dinner, tenían los mejores sándwiches de Scottville. Jimin había ido a su cita de control de maternidad, su vientre era más abultado cada vez, al fin tendría una niña. Jin aspiraba algún día tener sus propios hijos, se imaginaba una vida en esta tranquila ciudad, junto a Jungkook y dos pequeños de cabello negro y dientes de conejito. Se asombró hacia donde se había ido su pensamiento, con Walton nunca se dio la oportunidad de pensar ni siquiera en broma, tener hijos. Ese maldito ser nunca se merecía ese milagro.

Las ocho de la noche, estaba terminando de acomodar su suéter de punto beige cuando golpearon a la puerta, agarró su abrigo, bufanda y guantes y corrió a abrirla. Jeon Jungkook se veía demasiado bien, con unos pantalones jeans azul oscuro, suéter color vino con cuello en V por donde se veía el cuello de su camisa beige, abrigo y bufanda color camel que combinaba con sus botines.

-Hola hermoso ¿estás listo? -preguntó expandiendo sus labios en una sonrisa que a Jin le aflojaba las piernas.

Jin le abrazó feliz de verle, nunca se cansaba del exquisito aroma amaderado con notas cítricas de la loción de Kook o del calor que sus fuertes brazos le proporcionaba.

Jungkook aspiró el aroma de vainilla y el toque de sándalo que Jin parecía llevar siempre encima, no sabía si era su shampoo o su loción, pero combinaba perfecto con el hombre que sostenía en sus brazos. Después de asegurar su puerta, subieron al auto y fueron al North Branch Winery, un restaurant que te permitía un paseo por sus cavas y viñedos. Tenían pérgolas iluminadas externas, era un paseo hermoso y la comida era deliciosa. Podían elegir su vino y subir al piso siguiente para disfrutarlo con tapas o con el menú que elegirían.

Cuando llegaron los ojos de Jin se abrieron tanto. El lugar era precioso, Jungkook se apresuró a bajar para abrirle la puerta del auto y ayudarle a bajar. Abrazó a Jin por la cintura y entraron al lugar. En la entrada tomaron sus abrigos y les llevaron a realizar el recorrido, treinta minutos después subían al restaurante para cenar el menú que habían elegido juntos. A veces era imposible no comparar su vida actual, con la que tenía con su ex marido. Las pocas veces que Walton le invitó a salir era por cubrir apariencias y siempre él elegía lo que Jin comería, incluso si Jin no disfrutaba del menú.

El salmón con salsa cremosa de mostaza, acompañado de berenjenas al horno y una ensalada de rúcula, brotes de soya y mango marinado era una exquisitez que Jin estaba disfrutando y mucho.

Jungkook había elegido los tortellinis en salsa a la parmesana con langosta y un mix de lechugas con aderezo de la casa.

Conversaron sobre su día, Jin le contó que Eun, la mamá de Jungkook, le había llamado cuando estaba con Jimin. Habían mantenido una conversación ligera y la mujer le había pedido que fuera con Kook la siguiente vez que su hijo viajara a NY. Y Jungkook le contó de un caso de tránsito que tenía, estaban buscando solucionar fuera de tribunales. Después de la cena, salieron un momento a la pérgola que tenía una fogata encendida, se sentaron ahí con un poco más de vino para Jin y agua para Jungkook.

-Jungkook me encantó esta cita, gracias -le dijo Jin mientras se acurrucaba en su pecho y brazo.

Kook besó su cabeza y sostuvo su brazo alrededor de Jin acercándole más a él.

-Jin tengo algo que decirte -dijo Kook de repente con un tono de voz muy serio, haciendo que Jin se tense y volteé a verle preocupado.

-Jin, hemos tenido citas ocasionales y disfrutamos de nuestra mutua compañía. Pero no quiero eso -haciendo una pausa para soltar el aire dijo, tomando las manos de Seokjin -Cielo, quiero que estemos juntos oficialmente. Seokjin ¿aceptas ser mi novio?.

El semblante preocupado de Jin cambió, su sonrisa deslumbraba y la felicidad brotaba de él.

-Quiero, claro que quiero cielo. Me encanta estar contigo y siempre que sucede algo eres el primero con quien quiero compartirlo. Me has tenido paciencia y me estás enseñando a vivir. -respondió Jin besando a Jungkook.

-Cariño, no te he tenido paciencia. Es respeto y es algo básico que mereces, te quiero Jin -acarició la mejilla y se hundió en un beso que arrancó un suave gemido de Jin.

-También te quiero Kook -suspiró contra los labios del pelinegro.

Jungkook deseaba a Jin, quería tenerle desnudo y abierto para él entre las sábanas, imaginaba el momento de hacerle el amor, pero sabía que con Jin debía ir despacio. Jin había sido víctima de todos los tipos de abusos imaginables. Le daría todo lo que Jin necesitara para que sea feliz junto él y si era tiempo, Jungkook se lo daría.

Cuando volvieron a casa, se besaron un rato más y tras despedirse fueron a sus respectivas casa y camas con la ilusión de un hermoso amor que acababa de florecer.

Ternuritas 😘😘hoy no pensaba actualizar, pero aquí estoy.
Nos leemos más tarde💜

CUANDO TE ENCONTRÉ [KOOKJIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora