CUANDO TE ENCONTRÉ [KOOKJIN]

CAPÍTULO XXVIII

La brisa de la noche soplaba trayendo el aroma de las flores del manzano y del resto de macetitas que había en casa. Jungkook estaba respondiendo una llamada del trabajo, revisando algo en la computadora y esperando la cena dentro de casa, Jin se había quedado en el columpio de mimbre en su patio trasero leyendo "Emma" de Jane Austen, Jungkook le había comprado el libro el miércoles que fue a Mason por un arreglo de mutuo acuerdo sobre un choque cuyos propietarios habían tenido la culpa compartida. Aprovecharía su ida a Mason para traerle a Jin libros y unos dulces artesanales que adoraba, los había probado en su pequeña luna de miel.

También los preparativos de su matrimonio estaban en marcha, le daba pena saber que tendría que usar su nombre inventado para casarse, pero lo único que importaba era compartir la vida con Jungkook. Yoongi le había llamado por la mañana y habían conversado por un rato, Claire también les había contactado y estaba radiante. Estaba de paseo por la Toscana con Kester y sus suegros, habían ido de vacaciones y ahora disfrutaba de una bebida acostada en una tumbona mientras hablaba con ellos, Yoongi había considerado dejar su trabajo en Seattle e ir a Canadá, pero Hobi se le había adelantado y ahora vivían los dos en el departamento de Min.

-Yeobo, entra amor. La cena está servida - su hilo de pensamientos se interrumpió, tomó su libro y el vaso de limonada que había estado bebiendo y entró a la casa con Midas tras de él. Cerró la puerta mosquitera y dejó el vaso en el lavadero, se sentaron en su mesa diaria y cenaron platicando acerca de su día, de como Jin había llevado a los pequeños a un pequeño picnic en el parque. Cada niño había llevado algo y lo habían repartido exacto para todos. Jungkook sonreía con esas pequeñas anécdotas de las oruguitas de su futuro esposo. Le alegraba saber que Jin había encontrado su lugar aquí, era querido por la comunidad y todos le respetaban. Seokjin llevaba a Rowan hasta su casa, como un favor para sus amigos que ahora tenían las manos llenas con su pequeña bebé, a veces al paseo se unía Alec. Jin lo dejaría en casa de Marge, que estaba justo frente a su casa, Seokjin había retirado sus pocas pertenencias de la casa que le arrendaba a Taehyung y se había mudado de lleno con Jungkook.
Cuando Jin estaba limpiando los platos para meterlos al lavavajillas Jungkook se acercó por su espalda y le abrazó la cintura.

-¿Ya te he dicho hoy que te amo? -susurró en el oído de Jin, dando un suave mordisco en el lóbulo de su oreja y después succionando un poco la delicada piel del cuello. Le encantó ver la respuesta de Jin, labios entre abiertos, un pequeño jadeo y un delicado gemido acompañado de piel erizada.

-N-No, creo que no -dijo Jin agitado.

-Eso es imperdonable amor, debería decirlo mil veces justo ahora -recorriendo con su boca el cuello y nuca de su prometido, mientras sus manos se metían bajo la camisa de Jin y acariciaban la piel caliente. El gemido de placer que escapó de Jin provocó que los pantalones de Jungkook se sintieran incómodos.

De repente Jin giró y capturó la boca de Kook en un beso apasionado, Jungkook atrapó el trasero de su novio en sus manos mientras Seokjin acariciaba el cuerpo de su prometido hasta llegar a su cintura y empezó a desabrochar el cinturón y aflojó el cierre de los pantalones de vestir.

-¿Amor subimos a nuestra alcoba? -preguntó Jungkook.

-Te necesito ahora, necesito sentirte ya - dijo Jin mientras bajaba los pantalones junto a los bóxers de Kook y acariciaba su grueso y largo miembro.

-¡Oh Dios Jin!. Cariño, pon tus manos en el mesón y apóyate a él -dijo Kook mientras bajaba los pantalones tipo cargo de Jin y se arrodillaba frente a él. Besó los globos traseros de Jin y llevó su lengua hasta su entrada. El gran gemido que escapó de Seokjin lo valía todo. Le preparó y le hizo suyo de pie en la cocina, besando toda la piel a la que tenía acceso mientras los jadeos y sonidos de su amado retumbaban en la cocina.

-Kook, voy a venirme -casi gritó Jin.

Los movimientos de Kook se hicieron más rápidos, giró el rostro de Jin y le besó mientras golpeaba el punto placentero de Seokjin haciendo que un grito quede atrapado en sus labios.

Jin se vino con un fuerte espasmo lo que hizo presión en su miembro haciendo que se viniera dentro de su amante.

-Oh por Dios Kook -Jin se sostenía de la mesada y tenía el rostro pegado al frío mármol de la encimera. Jungkook se terminó de desnudar, le quitó la ropa a Jin y subió al segundo piso para tomar un baño. Después de dejar a su pareja limpio, vestido y en la cama bajó a poner a andar el lavavajillas, la ropa en la lavadora, cerrar las puerta y apagar las luces. Se fue a la cama asegurándose de dejar todo listo para el día siguiente y a Midas dormido al pie de su cama.

Hoo-Choo se había subido a la cama y dormía plácidamente a los pies de Jin que ya estaba también en los brazos de Morfeo. Se quedó dormido en cuanto abrazó a Jin.

La sed despertó a Jin que bajó por un vaso de agua a la cocina, pero fue un gruñido de Midas lo que alertó a Jungkook de algo. El perro jamás gruñía a nadie excepto cuando no reconocía el olor del visitante.

Jungkook tomó el bate que tenía en el armario y salió despacio de la habitación, Jin estaba aún abajo yendo a beber cuando aquella voz sonó a sus espaldas. Nunca olvidaría esa voz, le acompañó en sus peores pesadillas y en los momentos donde estuvo realmente aterrorizado.

-Hola mi Jinnie - Christopher Walton estaba frente a él, armado y apuntándole. -Es hora de volver a nuestro hogar y que dejes de actuar como una zorra con tu amante -gritó, mientras el sonido de un disparo rompió el silencio de la madrugada y el vaso de la mano de Jin se estrellaba contra el suelo.

-¡Jin!-gritó Jungkook y se apresuró en llegar al primer piso.

Falta poco para que esta historia se acabe.
Nos leemos después 💜