𝐃𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐁𝐞𝐭𝐰𝐞𝐞𝐧 𝐓𝐰𝐨 ; 𝑬𝒏𝒛𝒖𝒍𝒊𝒂𝒏

prólogo

La relación de Enzo y Julián fue muy duradera, se habían querido mucho y si les preguntan seguramente les digan que fue el momento más hermoso de sus vidas.

Y es que ambos lograron algo que ninguno pudo hacer por si solo.

Enzo, un pendejo mal aprendido que no estudiaba y se portaba de mala manera en la escuela. A pesar de eso, Enzo mantenía una buena relación con sus padres, tenía muchos amigos y sabía comunicar lo que quería sin miedo.

Por otro lado, Juli, un pibe cordobés en una escuela nueva, tímido, y con padres divorciados recientemente.

Cuando se vieron por primera vez sintieron "maripositas" en la panza (y en otro lado mas, diria Enzo), sus corazones se aceleraron y sus jóvenes lobitos aullaban de alegría, pero al ser tontos adolescentes no sabían que significaba aquello, al final ninguno fue capaz de acercarse al otro.

Hasta que sucedió. La profesora como toda película cliché, al ver cómo las notas de Enzo seguían bajando, sugirió que Juli sea como su 'ayudante' en ese ámbito. Lo evaluó con padres de ambos adolescentes y ante la necesidad de que uno se ponga las pilas y el otro tenga la oportunidad de conocer a otras personas, aceptaron.

Llegaron al acuerdo de que Juli iba ir una vez a la semana a la casa de Enzo y otro día iría el otro a la de Juli. Se supone que sería después de la escuela pero justo ese día juli estaba medio resfriado y faltó (no quería ver a Enzo ni volverse caminando solo con el).

Julián estuvo comiéndose la cabeza todo el día. ¿Qué se debía poner? ¿Tenía buen aspecto? ¿Qué materias irían a estudiar? Bueno, por las dudas llevaría las dos carpetas y todos los libros. Según él, todo paso muy raro y cuando pestaño ya estaban de camino a la casa de Enzo.

Nunca había ido a la casa de Enzo, pero supuso por su aspecto, que vivía en un barrio de aquellos.

De clase baja. No lo mal entiendan, Juli nunca lo iba a juzgar por aquello, sus padres lo habían criado muy bien como para hacer eso, pero, se estaba llevando muchas miradas. Sucedió que a pesar de diferentes sectores, no vivían tan lejos, por lo que con su padre, decidieron ir caminando.

Mala idea.

Todo el mundo los miraban como si fueran una presa, a la cual no se acercaban porque el alfa cubría a su hijo omega de su olor, como amenaza, él salió de esos lados, aunque no lo parecía sabía cómo eran y como se manejaban en esos lados. 

Cunado al fin llegaron, Jorge, el papá de Juli, pidió un taxi para que lo lleve a sus casa ya que parecía que iba a llover.

— Dale Juli toca — insistió el más grande

Estaban esperando a que su hijito toque puerta, ya que le daba vergüenza.

— Ahí voy pa, es temprano todavía — se hizo el desentendido mirando para otro lado