chapter eight

253 39 15
                                    

—¡Mamá! —los brazos del más pequeño apretujaron las piernas de su madre cuando este pasó por la puerta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Mamá! —los brazos del más pequeño apretujaron las piernas de su madre cuando este pasó por la puerta

No le importo que el más alto estuviera todo mojado. Afuera había estado lloviendo mucho, se estaba desarmando una tormenta, y no se salvo de empaparse al bajarse y subir del auto.

Julian sonrió y se agachó para abrazarlo.
Amaba que Luca fuera tan demostrativo.

Observó el departamento. Enzo estaba frente a él, ya que le había abierto la puerta y no parecía muy contento (no sabe la razón) Por otro lado, el sillón estaba repleto de adolescentes jugando a lo que supuso que era el fifa, dentro de estos Leandro. Y bueno, Luca le hablaba muy entusiasmado de un nuevo juego que Enzo le había comprado, tenía que acordarse después hablar de eso con él, no lo podia consentir tanto. Faltaba uno de sus bebés.

Frunció el ceño y abrió la boca para acotar algo.

—Está en la pieza Valentin. Se peleó con este mongo —le robo la palabra Enzo y tiro la cabeza para donde se encontraba su hijo más grande 

A pesar de haber hablado con él, a Enzo no se le iba la cara de disgusto. ¿Se veía muy mal? Capaz que la lluvia le secó el corrector y se veían sus horribles ojeras ¿o es que ese uniforme de trabajo le quedaba demasiado feo?

Enzo tosió para llamar la atención de Julain viendo que este se había quedado en un transe.

Los ojos de Julian se abrieron y vio a los ojos a Enzo, buscando alguna respuesta de porque su enojo o su disgusto.

—Anda báñate porfavor Julian —se tapo la nariz y miró para otro lado

Ahí fue cuando vio que todos en la habitación lo estaban mirando muy fijamente.

—¿Tengo olor? —se preguntó de forma baja mientras separaba a luca de el para pararse

En medio de ese trayecto, su hijo más grande se acercó invadiendo su espacio personal y murmuró.

—Largas un aroma apestoso a alfa mamá —inconscientemente gruñó mientras apretaba los puños

Julian apenas había llegado al pasillo cuando Leandro lo interceptó de nuevo, esta vez con más furia en los ojos.

—¿Por qué olés así, mamá? —escupió con los puños apretados—. ¿Qué alfa te tocó?

Julian tragó saliva. Le dolía ver a su hijo mayor reaccionar así, pero el nisiquiera sabía que olía a alfa por dios!

—Leandro, calmate —dijo, intentando sonar más firme de lo que se sentía—. No es lo que pensás.

Pero Leandro no estaba dispuesto a dejarlo pasar tan fácil.

—No me mientas —gruñó, su pecho subiendo y bajando rápido—. Te siento el olor a ese alfa de mierda

No esperaba que su hijo lo identificara tan rápido. El  olor de su jefe había quedado impregnado en su piel, llenándolo todo. No había forma de ocultarlo, y eso lo asustaba. Sintió una presencia detrás de él. Enzo.

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐁𝐞𝐭𝐰𝐞𝐞𝐧 𝐓𝐰𝐨 ; 𝑬𝒏𝒛𝒖𝒍𝒊𝒂𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora