No me gustas, pero...

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En el recóndito rincón de mi corazón, donde se entrelazan las sombras y los susurros del misterio, me veo envuelto en la danza de un sentimiento paradójico.

No me atraes, pero... tus huellas dejan un rastro imborrable en mi mente, como una melodía que persiste sin que pueda recordar su origen, solo sé que la llevo danzando en mi cabeza desde tiempos olvidados.

No te amo, pero eres el enigma que perturba mis pensamientos, un laberinto donde, al pensar en ti, se dibuja una sonrisa etérea. Cada pensamiento tuyo, un espejismo de felicidad en mi existencia.

No te deseo, pero me seduce la idea de explorar cada marca en tu piel, cada línea que cuenta tu historia.

No me gustas, pero anhelo descubrir cada cicatriz, ser el testigo silencioso de tus batallas.

En los días grises, cuando el universo conspira en tu contra, desearía ser el faro que ilumina tu oscuridad, aunque solo fuera para estar en silencio a tu lado.

En los días de calma, no quiero faltar cuando la tormenta arroje lágrimas desde tus ojos.

No te quiero, pero aquí me encuentro, un loco que se pierde en la cordura y se sumerge en la razón solo al pensar en ti. Eres la locura que salva y condena, la razón de mi existir y mi tormento.

No te sueño, pero dicen que es bueno despertar con algo hermoso en mente, y para mí, no hay imagen más hermosa que tu sonrisa. Por eso, cada amanecer comienza con la imagen de ella, recordándome que detrás de las nubes grises siempre brilla el sol.

No te necesito, pero a veces deseo desvanecerme y aparecer a tu lado, sin más explicación.

No te adoro, pero aspiraría a ser el refugio donde cures tus heridas, donde encuentres paz y amor.

No me gustas, pero tus ojos oscuros y brillantes, y tu sonrisa encantadora, son faros que iluminan mi oscuridad más profunda.

¡Ah! ¿A quién pretendo engañar? En realidad, lo que quiero expresar entre líneas es que me gustas, aunque el miedo se enrede en mi ser. Me asusta sentir tan intensamente, temo perderme en ti, pero no puedo negar que me gustas.

Me gustas con todos tus miedos y defectos, con tu alma rota y tu valentía. Eres hermosa, incluso en el caos.

Y sí, me gustas.

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