Capítulo 12 ¿Podemos ser algo mas?

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Astrid

Pasaron los días y yo seguía con el shock inicial.

Es que esta persona que nunca baja la cabeza ante nadie reconoció que se equivocó y se disculpó conmigo.

¡CON NADIE MAS Y MENOS QUE CONMIGO!

¿Y creo que está siendo amable? Digo, no es que no peleamos como de costumbre, pero se han disminuido bastante, uno de estos días incluso me espero cuando me levanté tarde.

Aunque al principio era por el mero afán de joder (y de no pagar el autobús) aun sigo viajando con ella, pero ahora ya ni se molesta.

— ¿Viste el caso clínico?

— ¿La tarea? —Asintió—. Si, pero no estoy segura del diagnóstico que le di...

Ahora los viajes en ese auto no estaban llenos de un silencio incómodo, sino que eran comentarios acerca de las tareas o cosas así.

Era muy extraño y no me molestaba, pero, aun así.

— ¿Qué con ese diagnóstico? —Levantó una ceja—. ¿Tratas de matar al paciente hipotético?

— ¿Ah? ¿la señorita perfecta tiene algo mejor?

— ¿Preguntando cosas obvias? —En ese momento se bajó del auto—. Creo que no tengo que preocuparme de perder si estas son tus respuestas.

— ¡Pero dije que no estaba segura! Salí detrás de ella—. ¿Por qué no me ayudas en vez de juzgar? Creída.

— No empieces.

— ¡Empezaste tú!

Me ignoró y siguió hasta donde teníamos la primera clase ese día.

Creo que es un problema, pero no puedo evitar estar a la defensiva con ella y creo que le pasa lo mismo... Son casi 20 años de malos tratos supongo que eso dejo una brecha enorme entre nosotras.

Por lo demás las cosas seguían iguales.

— ¿Se toparon en la entrada de nuevo? —Preguntó Laura cuando nos vio llegar una tras la otra.

— Si, más o menos. —En la entrada de la casa así que no estaba mintiendo.

— Claro, claro. —Ella entrecerró los ojos y regreso su atención a la computadora donde estaba escribiendo antes de saludarnos.

— ¿Haciendo tarea?

— Eso intento. —Parecía cansada.

— ¿Y Marcos? —Preguntó la otra chica sentándose. —Es raro que no esté cerca de ti.

— Salí temprano hoy y no comí nada así que fue a comprarme algo de comer.

Al poco tiempo él regreso con una bolsa con frutas y jugo.

Y como casi siempre Vin llegó 20 minutos después de que la clase empezara.

— ¿Quieren hacer algo el fin de semana? —Fue lo primero que dijo en nuestro descanso.

Y así inicio una planeación para salir a pasar el rato el siguiente sábado.

Los entiendo, todos necesitamos un respiro de vez en cuando.

— Lo siento, pero creo que pasare esta vez. —Ella rápidamente negó la salida.

No importo cuanto el grupo trato de convencerla para que saliera con nosotros fue imposible que cambiara de opinión.

Yo no dije nada hasta que estuvimos en su auto de regreso a casa.

— Oye... si es porque yo estaré prometo no joder...

Another Typical Enemies To Lovers StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora