Capítulo 27 Todo lo que pudo salir mal, salió mal

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Irma

— Entonces... Mar se estaba divirtiendo—. ¿Qué tal?

— Bien. —Le seguí la corriente—. ¿Y tú?

— Pues bien —¿De verdad está tomando té tan temprano?—. Pero no tan bien cómo tú.

— Te creía más madura. —Ella se río.

— Perdóname —suspiró y dejo su té en la mesita—. ¿Entonces te desfloraron o no?

Esta chica siempre tan directa...

— No pongas esa expresión —se levantó de dónde estaba y camino hacia mí—. Estas creciendo es normal.

Ahora la que río fui yo.

— Espera un momento. —Recordé algo muy importante—. Feliz cumpleaños. —Traté de abrazarla.

— Oye, oye. —Me apartó—. Ve a lavarte esas manos si me quieres abrazar —se dio la vuelta—, sabrá Dios para que las usaste.

Está mocosa... Bueno pudo ser peor, pudo recibirme Astrid y hubiera sido 50 veces más molesta con el tema.

Decidí dejarla en la sala y subir a darme una ducha, por suerte el sueño se alejó con esto.

Cómo dije antes, es muy difícil pensar en un regalo para alguien como Mar, alguien que puede tener todo lo que quiera.

Entonces recordé algo, de hace como dos años que Mar mencionó en una conversación casual.

Algo que su papá se negó a darle y estoy segura de que me regañaría si se entera que se lo compre.

Tuve que elegir si dárselo de navidad o de cumpleaños, al final preferí el cumpleaños creo que es más adecuado.

Baje para darle el regalo y ella estaba en una videollamada al parecer.

Y estuve ayudando a mamá Ali a pintar también. —Escuché la voz de una niña.

— ¿Enserio? —Mar miraba a la pantalla—. ¿Y puedo ver que pintaste?

¿Está hablando con la hija de Ali? Seguramente la llamó por su cumpleaños.

No es algo sorprendente ver a Mar siendo tan dulce con alguien, de hecho, es muy propio de ella.

Mar es así con todos sus cercanos... Bueno casi todos porque hasta hace poco a Astrid le sacaba los ojos si podía.

— Eres muy buena. —Mar tenía una gran sonrisa en el rostro.

Mamá Grace dijo lo mismo.

Ali y Grace son la hermana y cuñada de Mar.

Ellas se convirtieron en las madres legales de esa niña hace algunos años.

Mar me contó que hace poco ella empezó a decirles mamá, dice que nunca había visto la cara de felicidad que Ali puso en ese momento.

— Pues tiene razón.

¿Sí?

Ellas estuvieron hablando un poco más.

Debo colgar.

— Está bien. —Mar empezó a hacer señas de despedida hacia la cámara—. Gracias por llamar linda.

Hablamos después tía Mar.

Marissa

Puse el teléfono en la mesa y miré a Irma quien estaba parada frente a mí.

— ¿Escuchaste?

Another Typical Enemies To Lovers StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora