Astrid
— ¿Si te dijo que sí? —La niña estaba sorprendida.
La llamé para preguntarle los detalles sobre el lugar.
Me dio la dirección y una idea general de cómo era.
No sé porque no sabía que había un lugar así por aquí, busque el lugar en Google y definitivamente es un lugar que yo visitaría.
¿Pero será del agrado de ella?
Por lo que leí es bastante concurrido y caótico en ocasiones.
Y empecé a hacerme preguntas estúpidas al respecto... ¿Ella si ha visitado mercados así no?
Se que suena tonto, pero... Ella es como una princesa en todos los sentidos tanto buenos como malos.
— ¿Saldrás hoy? —Irma preguntó cuánto me miró bajar arreglada... Bueno solo me puse una de mis chaquetas para salir.
— Si, saldré hoy —Levantó una ceja—. Con una amiga...
— Ah —dejó de mirarme y empezó a caminar—, si te vas a acostar con alguien por favor avísame para no esperar hasta tarde.
— ¡Yo no voy...! —La seguí—. No me acuesto con mis amigas.
Las amigas son eso, no comida.
— Claro, claro.
Me salí a esperar en la moto, ya casi era la hora a la que le dije que iríamos.
¿Y si no sale? Fue lo que vino a mi mente mientras esperaba afuera, ¿Qué tal si se arrepiente?
¿Te puede dejar plantado alguien que vive en la misma casa que tú?
— ¿Astrid Write? —Una voz grave me hizo dar un salto.
— Depende. —No sé de dónde salió este sujeto de aspecto amenazante—. ¿Te debo dinero?
— No. —Se acercó más—. No me conoces, pero nosotros a ti sí.
¿Ah? ¿Cómo que nosotros? Miré a todos lados en busca de alguien, pero no vi nada.
— Soy uno de los guardias de la señorita. —Ah con que si estaban cerca—. Se que no nos conoce —se acercó y se quitó la gorra que traía puesta—, pero me gustaría pedirle algo.
— ¿A mí? —Lo mire confundida.
— Si, es que... —Miró hacía la casa—. Ella dijo que saldría hoy pero que no quería que la siguiéramos.
— Oh... ¿Y están preocupados?
— La señorita es muy bella. —Se puso la gorra—. Esto no tiene nada de malo, pero hace que algunas personas se acerquen con mala intención.
— ¿Me estas pidiendo que la cuide?
— Si, por favor. —Se acercó a mí y puso algo en mi mano—. Si alguien se acerca demasiado —miré lo que me dio y era una navaja—. Apuñálelo, no se preocupe por lo que pase el señor Salgado lo cubrirá.
ª
— ¿No es medio extremo? —Reí nerviosa—. Bueno igual no se preocupe yo la cuido hoy.
El suspiro con alivio y se marchó.
Al poco tiempo la vi salir de casa y caminar en mi dirección.
— ¿Te puedo hacer una pregunta antes de irnos?
— ¿Qué es? —Me miraba confundida.
— Se honesta y dime ¿Alguna vez has ido de compras o has ido a un lugar así?
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Another Typical Enemies To Lovers Story
RomanceDesde pequeñas fuimos forzadas a vernos en reuniones familiares, intentaron por todos los medios que siguiéramos el legado de hermandad pero eso nunca paso... Años después por ciertas circunstancias de la vida empezamos a convivir nuevamente, pero n...