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- ¿Joaquín estás seguro de que esto me queda bien? - Preguntó el castaño haciendo una mueca por el reflejo que le devolvía el espejo de su habitación.

Llevaba aproximadamente veinte minutos probándose toda la ropa que había dentro de su placard. Nada terminaba de convencerlo, y quería estar lindo, por más que Enzo le hubiese dicho hasta el cansancio que era una jodita de barrio.

- Te dije que sí, denso - Bufó el morocho, dejándose caer en la cama del cordobés mientras desbloqueaba su teléfono. - ¿A qué hora vienen a buscarnos? -

Julián terminó de ponerse la remera que acaba de elegir y se miró por unos breves segundos en el espejo, aún sintiendo que le faltaba algo.

- Enzo me dijo hace diez minutos que están abajo - Contó distraído volviendo hasta el mueble y comenzando a revolver la ropa de uno de sus cajones.

- ¿Sos joda Julián? - El tucumano se enderezó en su lugar y miró al castaño con molestia. - ¿Y qué carajos hacemos acá? Vamos dale - Lo apuró mientras se levantaba.

- Pará un poco emoción, no son ni las dos de la mañana todavía - El menor se sacó la bermuda que tenía puesta y rápidamente se puso un pantalón cargo de color verde que se había olvidado que tenía. Al contemplar de nuevo su reflejo finalmente se sintió satisfecho.

- Che Juli -

- ¿Mhm? - Respondió distraído.

- Ese cargo te marca todo el culo - Señaló.

Julián se giró con la vergüenza impresa en su rostro topándose con la sonrisa burlista del morocho.

Esa parte de su cuerpo era un tema que le causaba bastante inseguridad. Y no por las razones comunes, sino porque Julián creía que era demasiado... Vulgar. Nunca faltaban los comentarios fuera de lugar de personas desconocidas que lo hacían sentir sumamente incómodo y acosado.

- ¿Vos decís que es mucho? - Preguntó inseguro.

- ¿Tu culo? Es una banda - Se rió. - Pero tenés que presumir lo que dios te dió, asi que mandale mecha -

- Bueno, si vos decís - Suspiró, dando una última mirada al cristal. - Voy al baño y estoy - Prometió girando en su lugar.

- Dale Julián no podés ser tan vueltero hermano -

- Bueno vos baja si querés, andá a saludarlo a Lautaro - No obtuvo respuesta al instante y eso le sacó una sonrisa de triunfo. No había tardado nada en sacarla la ficha a su primo.

Y de manera inevitable, aquello lo hizo recordar que tenía que contarle a Joaquín lo que había pasado con el morocho que ahora estaba interesado en él. Era increíble pensar que de no ser por la aparición de Agustín, él hubiese terminado esa noche entre las sábanas de Lautaro.

- ¿Ese también va? - Joaquín apareció por la puerta del baño y se apoyó contra el marco de madera, cruzando los brazos sobre su pecho y fingiendo desinterés.

 - Están él, Licha y Enzo - Escupió la espuma del dentífrico y se agachó para enjuagar su boca. - Ví que te tiró un chamuyo por twitt, ¿Qué onda con eso? -

- Nada, empezamos a hablar y qué se yo -El más alto luchó contra la sonrisa que quiso escapar de sus labios, pero a final terminó soltándola. - Es piola y está lindo aparte -

ᴀᴍᴀɪɴᴀʀ / ᴀᴜ! ᴇɴᴢᴜʟɪᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora