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La pantalla del celular de Julián se encendió mostrando de nuevo el rostro sonriente de Leandro en la foto que este tenía puesta de perfil. Soltó un suspiro cansado mientras su dedo se deslizaba sobre el aparato para rechazar la quinta llamada que su hermano le hacía. Y evitó la mueca que quiso formarse en sus labios mientras ponía el modo no molestar.

El humo del porro se amontonaba en el ambiente dentro del vehículo, a pesar de que Enzo hubiese abierto todas las ventanas para evitarlo.

El cordobés podía sentir los músculos de su cuerpo flojos, y un pequeño adormecimiento en su estómago producto del ataque de risa que el morocho le había provocado unos segundos atrás. Dejó caer su cabeza contra el asiento que ahora le resultaba extrañamente cómodo, y cerró los ojos para disfrutar de la sensación de liviandad que se asentaba sobre su cuerpo.

- ¿No pensas contestarle al patrón? -

La voz ronca del menor atravesó la música que sonaba en el estéreo a un volumen bajo. Sin darse cuenta mordió su labio inferior al percibir el tono grave de la voz de Enzo, ligeramente aumentado.

Pero segundos después entendió las palabras que salieron de los labios ajenos, y supo que tendría que prepararse para una extensa charla.

- Así pasa siempre que peleamos, yo lo ignoro y él insiste, en algún momento nos arreglamos - Explicó brevemente, queriendo dejar el tema por la paz y no tener que ahondar en el por qué de la insistencia y la sobreprotección de Leandro.

- ¿Seguro que no hay ningún otro motivo? - Preguntó el otro con duda.

Julián miró la expresión dudosa de Enzo por unos segundos antes de soltar un suspiro.

- Creo que es porque estamos fumando - Confesó.

- Bueno pero es un porro nada más - Se rió el menor.

-Sí, pero viste cómo es Leandro - Soltó en voz baja. - Aparte este es un tema medio delicado entre los dos -

- ¿Por? -

Recién al oír el tono curioso en la voz de Enzo, se dió cuenta de lo que había dicho. Esa parte de su vida que era un episodio borroso y muy penoso, esa que quería olvidar con todo su ser.

- Bueno, hay algo que nunca te conté - Empezó, sin poder evitar la mueca que nació en su rostro al imaginar los posibles desenlaces que podría tener aquella charla. - Pero me tenés que prometer que va a quedar entre nosotros y ninguno de los chicos lo va a saber -

- Amor, no tenés ni que pedirlo a eso - Sonrió el morocho. - Aparte no creo que haya nada tan grave como para que yo o los chicos podamos juzgarte -

- Maté a alguien - Habló con fuerza, fingiendo seriedad y mirando sin pestañear al morocho.

- Algo habrá hecho - Le restó importancia como si estuvieran hablando del clima.

Aquella respuesta sacó una carcajada que aflojó los nervios que sentía sobre sus hombros.

- ¿Serías mi cómplice si lo hiciera? -  Preguntó en broma.

- Obvio, escondería el cuerpo incluso

La convicción en las palabras ajenas lo sorprendió, pero eligió creer que Enzo simplemente estaba jodiendo.

- Bueno, una vez...


ᴀᴍᴀɪɴᴀʀ / ᴀᴜ! ᴇɴᴢᴜʟɪᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora