Mon tournesol -Bakutodo- +21

Capítulo 17

  Lloro tanto que sus ojos estaban rojos, se veía terrible y se sentía terrible, nada le dolía más que estar tan lejos de Katsuki.

  Durante días no supo nada de él, nada de nadie de hecho, hasta ese día.

Shoto estaba sentado en el comedor mirando su cereal sin nada de hambre, llevaba una de las camisas de Katsuki y tenía el cabello vuelto un nido de nudos, su rostro estaba pálido y simplemente se veía como un muerto andante.

Hasta que el timbre sonó, ese solo sonido lo hizo levantarse se la silla y correr entre los corredores hasta la puesta principal donde esperaba ver a su Rubió y abrazarlo para decirle que no importa, que podía explicarlo luego pero que lo cuidara, solo quería eso.

— Shoto...

— Kirishima— se decepcionó al mirar al pelirrojo quien suspiro nervioso de verlo.

— Quisiera hablar contigo.

— Kirishima, no tenemos nada de que hablar— dijo cansado intentando cerrar la puerta.

Pero la mano del pelirrojo se lo impidió, lo miro exhausto, triste y cansado de todo, Kirishima por su parte se sorprendió de verlo así, tan muerto y tan vacío.

— Enserio quisiera hablar contigo— suplico de nuevo con una sonrisa leve y quebradiza — Por favor Shoto te lo suplico.

Shoto estaba a punto de negarse y arrojarle la puerta en la cara aunque le lastimada la mano, pero se sentía  vacío y destruido, tanto que se miro a si mismo en Kirishima, vacíos y con el alma hecha pedazos.

— Pasa— dijo al fin dándole espacio.

Kirishima sonrió y entró lentamente simplemente caminando hasta sentarse en uno de los sofás de la Sala de estar.

Shoto lo siguió sentándose frente a el para abrazar un cogin que estaba cerca de él, el pelirrojo le sonrió un poco y luego lentamente miro a  su alrededor, si que el lugar era lujoso.

— Lamento no haber sido suficiente para ti...

— No hagas eso.., ibas a casarte conmigo para olvidar lo enamorado que estabas de Katsuki.

— Y al final acabaste siendo su amante.

— No me considere su amante jamás.... Yo... Siempre me considere su pareja incluso si el no lo veía así.

  Kirishima suspiro recargando se del sofa cerro los ojos sintiendo su corazón hundirse en su pecho y luego miro a shoto con los ojos quebrados en lágrimas.

— Tu lo amas...

— Si— contesto pausado como si esa afirmación le rompiera la garganta y destruyera su vida entera— Pero el es igual a ti... Aun ama a alguien.

  Eijiro lo miro confundido pensando por unos minutos hasta que su mente unió cabos.

— Ah... ya lo sabes.

  Shoto sollozo cubriendo su rostro, sintiéndose débil e inútil, enrealidad se sentía terriblemente reemplazable, las únicas dos veces que alguien lo cuido fue para olvidar a otra  persona.

— ¿Por que no merezco ser amado solo por ser yo? — no supo porque le preguntó eso a Kirishima pero no podía ocultar esa pregunta — Te ame Kirishima, no eras sólo un pasatiempo, no eras sólo el que me salvó de morir de hambre, te ame pero veía como te brillaban los ojos cada vez que hablabas de Katsuki, veía las fotos que tenías con el... Y ahora Katsuki... El

— La chica de los videos murió hace tres años, era la prometida de Katsuki— explicó interrumpiendo al bicolor y tomándolo por sorpresa— Bakugo la amo con todo su ser, hasta que le detectaron una enfermedad mental severa, Katsuki intento mantenerla cuerda, pero ella simplemente enloqueció... Intento matarlo de hecho... Casi muere.

—¿Colo fue... ?

  Kirishima se seco las lágrimas recordando aquel momento y luego miro a shoto con tristeza.

— Ella lo apuñala dos veces, Katsuki cayó al suelo y ella... Se cortó la yugular, Denki un amigo nuestro fue a el apartamento de Katsuki a entregarle algo y  bueno... La puerta estaba abierta por suerte Katsuki sobrevivió pero cuando despertó y preguntó qué había pasado cayó en un Estado depresivo severo.

   Shoto agachó el rostro sintiéndose incapaz de mirar al pelirrojo, ahora se sentía mal, culpable y tonto, no debió reaccionar de esa manera, no fue su intencion pero tal vez si Katsuki le hubiera explicado... Tal vez solo tal vez.

— Cayó en las drogas y el alcohol, empezó a acostarse con su secretaria un año luego y después su fama de mujeriego se extendió y el se iba a la cama con las mujeres que quisiera, durante todo este tiempo nunca amo a nadie... Nunca se interesó por nadie hasta que... Hasta que te conocio.

  Shoto sintió una fuerte corriente encender le el corazón, levanto la vista con un brillo resplandeciente en sus pupilas y Kirishima sonrió con tristeza.

— Solo vine a decirte que volveré a casa, lamento tanto todo esto shoto.

    No contestó, simplemente miro como se iba y cerraba la puerta, se abrazo a si mismo hundiéndose en la pena, dejó que sus lágrimas cayeran y mojaran las mangas de su camisa.

  Sin más se levantó y corrió hasta la habitación para buscar su teléfono y cuando lo encontró de inmediato busco el número de Katsuki con desespero, quería hablar con el realmente de todas maneras no sabía cuanto de lo que Kirishima dijo era verdad.

   Suspiro decidido y marcó el número, camino por la habitación con impaciencia mientras escuchaba el repicar, tal vez Katsuki nisiquiera quería hablarle.

Luego de que reaccionó tan mal era de esperarse, o eso creyó hasta que el teléfono fue atendido y de nuevo sintió que estaba a punto de llorar.

— ¿Shoto...? — murmuro alguien del otro lado de la línea.

— Esto... ¿Quien eres?.

— Yo ah... Soy Izuku, perdon Kat-Chan se durmió ¿Quieres que le diga algo?.

— Yo ah... — no era momento de ser desconfiado pero sentía un mal sabor de boca. — ¿Cuando volverá?.

— Tenemos un viaje a España mañana así que creo que en dos días volverá hasta ahí.

—¿Tenemos?.... ¿Por que  tienes su teléfono?.

— ¿Que? Se durmió... Estamos en el avión y crei que era importante.

  Shoto se mordisqueo el labio furioso, sus emociones se sentían demasíado mezcladas entre sí.

— Lamento si incomode— el chico al otro lado de la línea hablo más suave— Lo siento, cuando Kat-Chan despierte le diré que llamaste.

— Gracias...

   Al otro lado del país Izuku Midorya suspiro y colgó la llamada, miro al asiento de al lado donde su amigo de la infancia dormia luego de días de insomnio, sonrió y poniendo la contraseña que se sabía de memoria fue al historial de llamadas para borrar la de shoto.

— Lo siento... Es por el bien de Katsuki...