capítulo 18

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Bajamos tomados de la mano del escenario y nos sentamos en una mesa, inmediatamente nos fue servida una copa de champán y el platillo de entrada.

Me había quedado claro que Finn estaba dolido, si se le puede llamar así, y que su intención había sido herirme en el orgullo, bien pues lo había logrado. Sin embargo no le daría la satisfacción de verme callada,molesta y triste durante el evento; por lo que con mucho valor puse una falsa sonrisa en mi cara y mantuve siempre la cara levantada, respondiendo las preguntas de los invitados. Una pieza musical lenta pero con ritmo comenzó a sonar y Finn se levanto ofreciéndome su mano.
― ¿Bailamos? ― Pregunto con una sonrisa falsa.
― Por supuesto― Me levanté y le devolví su tonta y falsa sonrisa.
Al llegar a la pista, con delicadeza coloco una mano en mi cintura y la otra tomo mi mano. Yo coloque mi mano izquierda en su hombro derecho y comenzamos a mecernos. A pesar de que sentí su mirada fija en mí, yo miraba a otras parejas de baile o simplemente la decoración del lugar.
― Vaya, pensé que la señorita Hudson estaría molesta, pero no es así― Me acerco un poco más a su cuerpo― O tal vez si, solo que trata de disimularlo haciéndose la fuerte.
― Piensa lo que quieras, Finn― El me inclino cuando el compas de la música se silencio momentáneamente, luego me regreso a la posición anterior y me miro con sus ojos tan claros como la miel.
― Eres tan testaruda y arrogante... que haces que me exaspere― Sonrió― Me pregunto cómo sería mi vida si no te hubiera visto aquella tarde a través del aparador de la tienda de relojes de tu madre― Con un movimiento rápido me alejo de él y con un leve bamboleo me regreso.
― Seguramente menos infeliz― Dije levantando una ceja―

El había empezado y yo le había seguido, el juego sucio había comenzado.

― Posiblemente― Dijo asintiendo con su cabeza― Pero si tu sonrisa en ese momento en el que me miraste no hubiera sido tan condenadamente hermosa, yo simplemente hubiera seguido mi camino.
― Siempre le he sonreído de igual manera a todos los que compran en la tienda y mira que ninguno nunca me invito a salir... como lo hiciste tú.
― ¿Y cómo podría haberme resistido? Si todas las tardes pasaba intencionalmente por fuera y ahí estabas tú, siempre sonriente y linda― Con un movimiento rápido hiso que nuestros cuerpos se juntaran. Yo di un leve suspiro.
― Eso explica el porqué de repente un día llegaste a invitarme a salir―Apreté los dientes― Ese día comenzaron mis problemas.
Entonces la música paro y todo el lugar quedo lleno de voces.
― Cariño, no eres la única que tiene problemas en este mundo, así que acostúmbrate y resígnate― Me dio un beso en la frente y dando media vuelta tomo mi mano para llevarme a la mesa.
― Te odio― Lo dije en un susurro para que nadie me escuchara, pero él lo hizo.
― No es suficiente como para que yo rompa en llanto y te suplique que te quedes a mi lado― Me miro arrogantemente― Así que piensa en una frase más... provocativa― Soltó una risa

Afortunadamente el tiempo voló, voló y voló, por lo que al fin Finn se despidió de sus colegas de trabajo y agradeció el que el evento estuviera tan bien organizado, yo también tuve que ser cortes y despedirme de los invitados, después de todo el culpable de mi enojo era Finn y no ellos.
Cuando ya estábamos prácticamente a la salida y Finn pidió al ballet parking que trajeran su coche, alguien dijo mi nombre, ambos, Finn y yo giramos y vimos a Santana caminando hacia nosotros.

― Lamento si te incomode con todo lo que dije, pero si desde un principio hubieras dicho que tu nombre es Rachel Hudson― El apellido lo recalco con su voz― No hubiera dicho comentario alguno.
Finn le dirigió una mirada de confusión y luego me la dirigió a mí.
― Entiendo que a veces las personas simplemente no pueden evitar ser honestas con respecto a sus deseos― Mi mandíbula se tensó cuando recordé lo que Santana había dicho sobre Finn
― Aun así, creo que debes saber que tengo que disculparme― Hiso una mueca― Jefe, debería decirle a su esposa que su apellido ya no es Berry... sino Hudson.
Finn solo asintió con la cabeza y ella le sonrió.
― Que disfruten el resto de día, recién casados― Dudo por un momento― ¿Son recién casados, no?
― Si, solo tenemos cuatro días―Finn tomo mi mano― Ahora si nos disculpas el coche ya está aquí, gracias por tu disculpa Santana, aunque no sé por qué. De igual manera Rachel no guarda rencores, ella ni siquiera conoce esa palabra― Lo dijo con tono irónico.
Santana frunció su entrecejo y con un movimiento de mano se despidió para entonces dar vuelta y regresar al evento.

En el coche camino a casa, Finn no dijo nada, ni yo tampoco. En cuanto el cancel de la casa se abrió yo me deshice del cinturón de seguridad y él me miro extrañado. Cuando freno el coche en la entrada de la casa, yo me baje de inmediato y con cuidado cerré la puerta. Entre corriendo y me senté en el sofá color blanco mientras encendía la televisión y subía el volumen. Se escucho el portazo de Finn y con pasos acelerados entro a la casa, su fría mirada se centro en mi.

Amor en secreto (finchel) terminada<3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora