epilogo

915 49 13
                                    

  Es curioso. Si, el mundo en el que vivimos es bastante curioso. Pareciera que todos formamos parte de una simple ilusión y nada más...

Hay ocasiones en que lo ordinario queda atrás y lo extraordinario comienza a formar parte de nuestra vida. Así sucedió con Finn y conmigo.

En un principio él no era nadie especial para mí, tan solo mi un individuo más en mi vida, un nuevo acompañante de rutas por recorrer, sueños que alcanzar, pero eso era antes porque ahora Finn es mi vida.

Aprendí lo que sentirse amada significa, desde hace años no he parado de sentir las mariposas revolotear en mi estómago. Una corriente eléctrica sigue recorriendo mi cuerpo cada vez que él me besa, toma mi mano, me abraza. Mis ojos ya no saben lo que llorar de tristeza significa, ahora solo conocen las gotas saladas provocadas por la felicidad. Mi mente jamás se aparta de él. No hay día en que no desee tenerlo a mi lado, repetirle una y otra vez cuanto lo amo. Mi corazón está acostumbrado al palpitar melodioso que las miradas de Finn generan.

Fue divertido ser Rachel Berry, realmente lo fue, pero eso quedo atrás... muy atrás. Aunque al comienzo me negué rotundamente a enamorarme de Finn, con el paso de los minutos, horas y días, descubrí que era imposible, pues él había ganado mi corazón desde el momento en que tomó mi mano por primera vez. Aproximadamente cuatro años atrás, desconocía por completo el amor verdadero pero cuando sentí los suaves labios de Finn, escuché sus tiernas palabras de amor, cambié de perspectiva y Berry se esfumó, quedando solo Rachel Hudson.

Me cuesta trabajo imaginar mi vida sin Finn. Sin embargo, estoy consciente que algún día tendremos que separarnos momentáneamente. Lo que nadie sabe es que mi amor por él es aún más lejano que el infinito... y por eso jamás dejaré de amarlo, mi mente seguirá pensando en él por el resto de la eternidad, mis labios preservarán el dulce sabor de los suyos, mi alma seguirá atada a él. Dentro de muchos, muchos años mi corazón dejará de latir ante la vista de todos, pero lo que ellos ignorarán es que mi amor por Finn jamás se extinguirá, hasta el último instante se mantendrá vivo...y por tanto mi corazón seguirá latiendo, latiendo por él, Finn Hudson.

El fuerte viento sopló con la misma intensidad de años atrás, cuando pasé a formar parte de la familia Bieber. Con una mano aparte un mechón de mi mejilla y decidí dejar el pasado para otro momento y regresar al maravilloso presente.

Miré a mi alrededor y descubrí de donde provenían las risas, los murmullos, los gritos de emoción y el delicioso aroma a dulce que hacia agua mi boca. Las nubes se abrieron y dejaron al sol brillar. Era un día precioso, había colores por doquier. Con una sonrisa contemplé a los presentes y agradecí al cielo la vida que me había tocado.

De pronto, la sonrisa más pura y genuina apareció en mi cara cuando vi a mi pequeño saltando en el brincolín. Camine hacia él y al verme hizo un gesto de sorpresa.

― ¡Mami! ― Después de un par de pequeños saltos aterrizó en mis brazos

― Mi pequeño Chris― Lo abracé y besé su mejilla

― ¿Has visto lo alto que brinco?

― Si, lo he visto

― Es porque ya soy un niño grande― Elevó sus brazos, como ejerciendo fuerza

― ¡Bastante grande! ― Sonreí

Christopher , el nombre de mi pequeño. En Esta ocasión celebrábamos su cumpleaños número tres, el tiempo ha pasado tan rápido...
Cuando nació, Finn y yo fuimos las dos personas más felices en el mundo entero, aun recuerdo su pequeña carita, la manera en que nos miró.

― ¿En qué piensas, mami? ― Preguntó Chris tomando mi mano

― Pensaba en... ¡hacerte cosquillas! ― Dije con voz graciosa

Amor en secreto (finchel) terminada<3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora