¡Rayos y centellas! ¿Cómo había hecho para llegar hasta aquí? Bueno, tenía claro que yo no había hecho nada, entonces la pregunta era ¿Cómo llegue aquí?
Me incorpore y puse los pies en el suelo. Sentía mi cuerpo entumido, como si después de la semana que tuve al fin había conseguido dormir más de ocho horas. Con un poco de trabajo me puse de pie y di un paso... por poco y me iba de frente azotando contra el piso. Di el segundo paso y esta vez fue inevitable, caí sobre el piso alfombrado, pero no me dolió.
Lance una maldición. ¿Por qué me sentía tan débil? Pero no necesite darle muchas vueltas al asunto pues conocía la respuesta. No había dormido ni comido bien en toda la semana. Además posiblemente estaba embarazada. Lancé un suspiro lleno de cansancio e impotencia y me dispuse a levantarme pero justo en ese momento la puerta se abrió.
― ¡Rachel, por Dios! ― Finn camino hasta mí y puso una mano en mi cintura y la otra por debajo de las rodillas para levantarme― ¿Qué crees que estás haciendo?
Yo lo mire confundida, simplemente no podía creer que de nuevo me encontrara entre sus brazos, en ese lugar tan seguro y lleno de calor.
Finn me recostó en la cama y me tapo con la sabana. Fue cuando note que no llevaba la misma ropa que en el mañana, ahora llevaba una bata para dormir. El se quedo de pie cruzando los brazos a la altura del pecho y miro hacia la ventana.
― Intentaba llegar a la puerta― Respondí― Pero por una extraña razón me siento débil, como si no tuviera ni un gramo de fuerza en las piernas.
Sin notarlo le estaba dando una explicación así que mejor guarde silencio.
― No vuelvas intentarlo. Efectivamente no tienes mucha fuerza en este momento, estas débil― Advirtió Finn mientras me miraba
― ¿Cómo es que estoy aquí? Lo último que recuerdo fue que hoy en la mañana estaba en la oficina de Tom y de repente perdí el conocimiento, supongo que me he desmayado― Me encogí de hombros― ¿Qué hago aquí?
― Bueno querida, para empezar eso no sucedió hoy por la mañana, fue ayer― Finn sonrió con ternura
― ¿Ayer? ― Mis ojos se abrieron por completo debido a la sorpresa
― Así es. Y en segunda si, te desmayaste― Dejo caer los brazos a sus costados
― ¿Y en tercera? ― Pregunte con curiosidad pues a fin de cuentas era la respuesta que más me interesaba. Finn se sentó en la cama y alargo su mano a mi frente para acariciarla, inconscientemente yo sonreí
― En tercera, bueno como sabes Tom es amigo mío y por tanto en cuanto te desmayaste me llamo. Considero que era mejor que yo, tu esposo cuidara de ti, y no tu hermano Noah― Finn dijo las últimas palabras con fuerza― Es una fortuna contar con la amistad de Tom, sin duda alguna. Una vez que llegue a la empresa y te vi recostada en el sofá pedí que me pusieran al tanto, dijeron que te habías desmayado y que minutos después abriste los ojos durante algunos segundos y, ¿a que no adivinas que dijiste?
― ¿Qué dije? ― El tenía razón, no tenía ni la mínima idea de lo que había dicho.
― Finn― El dibujo una inmensa sonrisa en su rostro― Eso fue lo que dijiste
Yo me sonroje y baje la cabeza. Segundos después volví a mirarlo
― Gracias― Asentí― Por haber ido por mí... aunque no debiste molestarte
― Sabes que no eres ninguna molestia para mí, y si quieres que sea honesto, bueno en cuanto me llamaron sentí una preocupación horrible... pero cuando te tuve entre mis brazos la preocupación se fue y dio paso a la alegría de volverte a ver
― Yo...― No supe que decir así que cambie de tema― Escucha, esta semana ha estado un poco pesada, por lo que en cuanto logre dar dos pasos en firme, regresaré a casa de mis padres
― No, esta vez no voy a permitir que te vayas― Dijo con voz firme― Después de que te traje aquí, llame a un doctor para que te revisara y las noticias que me dio para nada han sido de mi agrado
― ¿Qué te ha dicho? ― Pregunté con cautela
― Me ha dicho que por tus síntomas es notorio que no has estado durmiendo bien, que has estado muy presionada debido al trabajo y por si eso fuera poco también me ha dicho que no has estado comiendo como deberías ― Sus ojos reflejaban preocupación ― Así que por nada del mundo te dejaré ir.
― Eres muy amable pero créeme que me puedo cuidar sola y además tú tienes que cosas que hacer, tienes que ir a la empresa...
El silencio mis labios con su dedo índice
― Si he de quedarme a tu cuidado una semana, un mes, todo un año, así será. La empresa en estos momentos no importa. Y no, al parecer no puedes cuidarte sola. Me aleje de ti por dos semanas y mira lo que ha pasado... no permitiré que vuelva a ocurrir
Me cruce de brazos mientras en mi interior se debatía una lucha del orgullo contra la resignación. El tenía razón pero yo no le daría el gusto de escucharlo salir de mis labios.
― ¿Y quién me ha cambiado de ropa? ¿Ha sido Dora o Marley? ― Entrecerré los ojos
― Ninguna de las dos. He sido yo mismo― Respondió con una sonrisa
Yo me gire con una cara de horror, seguramente.
― ¿Cómo te has atrevido? ― Pregunte boquiabierta
― Ha sido fácil. Eres mi esposa, y además en dos ocasiones te he visto con menos ropa... ¿acaso olvidas aquella noche que hicimos el amor? Créeme, no teníamos ni una sola prenda en nuestros cuerpos. Y el día en que nos bañamos juntos tampoco― Finn sonrió maliciosamente pues sabía que yo me estaba sonrojando― Ya, para― Me abalance sobre él para tapar su boca― Eso ya lo sé... yo estuve ahí
― Oh amor claro que estuviste― Contesto aun con mis manos en su boca. Yo me sonroje por completo― Es algo imposible de olvidar
― ¡Hudson! ― Eleve la voz y él soltó una carcajada
Claro que era algo imposible de olvidar pues había sido... maravilloso. Y además posiblemente en menos de nueve meses tendríamos un recuerdo más de esa noche entre nuestros brazos.
Hablando de eso...― Hay algo que tienes que saber, Finn― Mi voz llevaba una nota de alegría― Ayer que me levante...
― Yo también tengo mucho que decirte, pero no es el momento. Prefiero que en lugar de hablar, comas― Me interrumpió
― Pero no me siento con hambre― Dije rápidamente― Escucha Finn, yo...
― No discutas conmigo. Comerás y punto―
Por más gracioso que pareciera, yo aun seguía silenciando a Finn con mis manos. Supe que él comenzó a reír debido a que mis dedos cosquillaron. Con delicadeza Finn me tomo por las muñecas y retiro mis manos de sus labios. Sin soltarme hiso que recostara la cabeza en la almohada y se inclino sobre mí.
― Esta bien― Respondí para hacer que él se alejara― Comeré
― Así está mejor― Rozo mis labios― Ya regreso. No intentes levantarte... recuerda que estas débil y tu cuerpo entumido... dormiste muchas horas.
Finn sonrió y libero mis manos. Se levanto de la cama y salió de la habitación. En cuanto la puerta se cerró yo recupere la respiración a un ritmo normal... con solo ese roce de labios mi corazón se había acelerado como nunca antes. No había duda, mi corazón seguía sientiendo lo mismo por él.
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Amor en secreto (finchel) terminada<3
FanfictionLa vida siempre está dándonos sorpresas, algunas veces no logramos acostumbrarnos a ellas pero otras veces sí; como en el caso de esta historia. ¿Qué pasaría si alguien está profundamente enamorado de ti y tu de esa persona, pero por orgullo decides...