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Ya era viernes, el día en la cual te desvelas, el día en que te pones contento porque podrás descansar dos día seguidos después de este, el día donde la mayoría hace sus planes para salir a celebrar cualquier cosa; una buena nota, se hizo la tarea...

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Ya era viernes, el día en la cual te desvelas, el día en que te pones contento porque podrás descansar dos día seguidos después de este, el día donde la mayoría hace sus planes para salir a celebrar cualquier cosa; una buena nota, se hizo la tarea que tomo días y noches para hacer, se logró pasar de curso, el profesor no vino, tu abuela vino de visita por bastante tiempo o algún detalle pequeño e incluso por el hecho que era viernes. Era motivo para celebrar.

—Nos vemos mañana— se despide el profesor tras escuchar la campana que avisaba el final de la clase.

Los estudiantes esperaron un momento a que el profesor este lo suficientemente lejos del salón para gritar de alegría, hoy a ninguno de ellos les tocó hacer tarea o un trabajo pendiente el cual les evitaría disfrutar del viernes y de los dos días de descanso. Algunos se acostaron un rato en sus carpetas dejando ir un suspiro agotador.

—Debemos que hacer una mini fiesta, en mi habitación—.

Y claro que Enid no iba a desaprovechar la oportunidad de disfrutar el día. Yoko, Ajax, Divina, Xavier —que escucho por casualidad— al instante aceptaron, después de todo debían que aprovechar el descanso después de una larga semana de tortura escolar, aunque, claro que a quien no le agrado mucho la idea fue a Merlina.

—Una tortura más—.

—Somos cinco contra uno, se hará la fiesta, igualmente será en mi parte de la habitación— sonrió cuando vio que la contraria acepto rendida.

—Mientras no utilices la parte de mi habitación, haz cualquier cosa— se dirigió hacia la salida —Ire por la noche a la habitación, hablaré con alguien—.

Enid miro con una sonrisa victoriosa a sus amigos, iban a divertirse después de todo.

—¿Un reto de ser la pareja de Enid? ¡Parece un sueño hecho realidad!— dice su amigo, Eugene, mientras escuchaba sobre aquel reto en la pijamada de la rubia

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—¿Un reto de ser la pareja de Enid? ¡Parece un sueño hecho realidad!— dice su amigo, Eugene, mientras escuchaba sobre aquel reto en la pijamada de la rubia.

—¿'Sueño hecho realidad'?— repite las últimas palabras en forma de pregunta.

—Bueno, pesadilla— se corrige mientras nota como la contraria toma su café —Aunque me sorprende que Enid haya aceptado—.

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