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Sábado

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Sábado.

Mañana se cumpliría tres semanas de su reto.

Y tan solo faltaría poco para que esto acabe, lo cual era motivo para estar alegres ¿No? Después de todo en el inicio del reto tan solo querían que esto acabara lo más pronto posible y ahora que faltaba poco, ya no querían que acabe, algo dentro de ellas no quería acabar con esto y que era mejor que se alargará los días hasta el fin del año y de los años que siguen.

—Ya se está acabando este reto— menciona Enid mientras veía su celular.

—Ya estaba tardando— contesta mientras está releyendo algunas hojas de su historia para volver a tener esa inspiración de escribir, porque al parecer estaba sufriendo de un bloqueo de escritor —Ya se hacia entero el reto—.

Las palabras de Merlina fueron las ultimas que se escuchó en la habitación. Ella sintió una presión en su pecho, como si su corazón de roca la culpara por las palabras que había dicho, cada que intentaba volver a leer las palabras parecieran cambiar de lugar o que los párrafos hayan sido escrito como tres líneas seguidas, tenía ganas de corregir sus palabras ¿Pero que iba a decir?, sinceramente ella no entendía que le sucedía, no entendía porque tan rápido estaba empezando a sentirse ¿Arrepentida? Por haber dicho algo.

“—Es un desagrado ser su novia—”

Aquellas palabras que le había dicho a Yoko quien le había recordado en ese momento la relación que tenía con la licántropo en el segundo día del reto llegaron a su cabeza, era algo ironico que ahora ella quisiera seguir siendo la novia de Sinclair después de haber dicho muchas idioteces antes. Se sentía tan confundida y eso la frustraba, se suponía que ella lo sabía todo y lograba descifrar cualquier cosa que se le interponga y ahora ella no sabía lo que sucedía, no podía descifrar lo que le pasaba.

Estaba perdida.

—Yoko dice que debe decirnos algo a nosotros, dice que vayamos rápido a su habitación— comenta mientras le muestra el celular a Merlina para que lea los mensajes que le mando la vampira y lo alejo cuando la contraria le hizo una seña de que ya habia terminado de leer —¿Vas a seguir leyendo? Para esperarte e ir juntas—.

—Lo dejaré para después esto— dice dejando sus hojas en su escritorio y se levantaba de su silla —Vamos— empezó a caminar después de que la licántropo le haya mandado mensaje a la vampira y empezar a ser seguida por la azabache.

En todo el camino la licántropo estaba en completo silencio con la cabeza cabizbaja sin estar hablando sobre los videos que le aparecieron en su celular y lo más importante; no tenía su característica sonrisa.
Algo le estaba sucediendo.

—Enid. ¿Te pasa algo?— pregunta mientras detiene a la contraria agarrándole por el brazo con una mano y con la otra agarra su mentón para obligar a mirarla, como se lo imagino, la contraria estaba triste, se notaba en sus ojos —Te ves desanimada— hace una pequeña mueca al ver cómo la contraria se obliga ella misma a sonreír.

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