I. LA DECISIÓN DE CLARA

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I

Se dirigieron a la mesa y para su sorpresa la única que se encontraba en ella era Clara. Ella los miró detenidamente, sospechaba que había ocurrido algo, pero no estaba segura de que. Ambos chicos se sentaron frente a ella, el silencio invadió el ambiente, provocando una incomodidad algo extraña.

- ¿Cómo les fue en la facu? - Clara preguntó intentando aligerar el ambiente.

- Nasheee, hoy hable con una chica sobre un par de mangas re god - Mauricio siempre sonreía de oreja a oreja, cosa que incomodaba a Clara, pero ese dia estaba diferente... Demasiado feliz para su gusto.

- Para gatin, Peke no entiende nada de mangas - Manu agarró un pan que había en la mesa con el que terminó atragantandose.

- Cuando crezca va a entender.

- Sos re forro - Clara lo miro enojada, siempre Mauricio que hacía comentarios sobre su altura le hervía la sangre. Ella nunca empezaba las peleeas pero de alguna forma terminaban gritandose y sin hablarse por semanas.
Al instante llegó Cata calmando las aguas, poco después le siguió Vale. Sin emabargo, Clara seguía pensando en lo que había ocurrido antes y se preguntaba porqué sus amigos se encontraban ruborizados.

- Al final nunca fuimos a estrenar el departamento de Manu - Vale le otorgó una mirada cómplice a Cata pidiendo ayuda.
- Podemos caerle mañana - acompañó su amiga de rulos guiñandole un ojo.

Manuel se rió nervioso sin poder creer que se autoinvitaran.

- Cheto Valery. Hacemos picadita, llevo un chorizo que me mando mi papá, a él se lo mando mi hermano de Chaco nasheeee.
Cata lo miró con un falso enojo - Como vas a matar un animalito, sos un hijo de mil - Claro, ella era vegetariana.

Mauricio le sonrió - Te llevo pan casero.

Catalina cambio su expresión y se rio, después de todo era su mejor amigo -Uuuuuff, amigooo me va la vida de un cristiano.

Clara no entendió un chorizo de lo que hablaban pero se rió de la ocurrencia de sus colegas.
Al concluir aquella deliciosa velada decidieron volver a sus casas. Pero Manuel y Mauricio se fueron juntos, cosa que le pareció algo extraña a las chicas ya que Mauri vivía en la misma residencia que ellas. Al final no les preguntaron ya que había posibilidades de que se fueran a jugar a la PlayStation.

Más tarde en la noche, Clara se encontraba acostada mirando el techo, tratando de conciliar el sueño, cuando cayó en cuenta de lo que probablemente había ocurrido con Manuel y Mauricio. Al principio no queria creerlo, pero las señales eran muchas y cuando eran mas chicos siempre sospecho que Mauri escondia mas que amistad en su mirada.

Unos pequeños celos se le atragantaron en la garganta, habían pasado años desde que le había dejado de gustar su mejor amigo, pero no pudo evitar la creación de estas emociones. Instantáneamente logró desarticular los pensamientos y se durmió. Fueron muchos sentimientos por un día.

A la mañana siguiente, Vale y Cata la despertaron a la fuerza, como vivían en la misma residencia eran vecinas. Y no podia evitar que tocaran la puerta desenfrenadamente, una vez se asustó tanto que rompio su lampara creyendo que la puerta se le venía encima.

Clarita se lavó la cara y se cambió, sin embargo, no pudo desayunar ya que prácticamente la arrastraron hasta el cuarto de Mauricio para luego ir a lo de Manu. Al final no estaban jugando con lo de ir al dia siguiente. Tocaron la puerta como cinco veces pero nadie respondía, Mauricio no estaba.

Este acontecimiento las pasmo, no encontraban una razón por la cual su amigo no hubiera vuelto a su dormitorio, a no ser que... se hubiera quedado con Manuel.

Tras un rato de reflexión decidieron ir de todas formas a la casa del chico, porque en algún lugar tenían que desayunar. Al llegar subieron hasta su piso y tocaron el timbre. Un manuel adormilado salió del depto y el corazón de Clara dio un salto, no, no podía permitirse eso, no debía, ya lo había superado.

Se saludaron y Manuel se quedó sorprendido de que hayan aparecido sin avisar. No le dio el tiempo para esconder al Mauricio acostado en su cama.

Las chicas pasaron y se pusieron a ver el departamento de Manubrio.
Vale recorrió un poco el living y la cocina viendo que onda la vista de los ventanales, Clara tuvo la necesidad de entrar al baño, Catalina se llevo la peor parte por chusma. Caminó por el pasillo hasta la habitación de Manuel, donde encontró a un Mauricio en paños menores.

-¡¡¿¿COMOOOO??!! MANU, MAURI, ¡¡OH POR DIOS MIS OJOS!!! - Cata salió disparada del lugar, acababa de ver algo que no podría olvidar en un buen tiempo.

Al escuchar el grito, Manuel se preparó mentalmente para las preguntas que venían. De repente, todos se acercaron shockeados en busca de respuestas. Fue entonces cuando les contó todo lo que le había ocurrido hasta la fecha.
Escucharon atentamente, nadie había imaginado que el Manuicio fuera canon, hasta ese momento solo era algo mitológico de carácter platonico que leian en los fanfics que fabricaba su amiga.
Alguien tocó el timbre, sobresaltandolos, pero se quedaron en silencio tratando de procesar los hechos.

Dado que nadie fue a ver quien se encontraba al otro lado de la puerta, Clara se levantó en silencio y se alejó en dirección al baño. Se miró en el espejo y se mojó la cara con agua fría. La noticia le habia atravesado el corazón como un cuchillo afilado. No entendía qué le pasaba, ella ya había dado sus sentimientos por Manuel totalmente sepultados, sin embargo, habían revivido como un zombie a media noche y eso no era nada bueno.

Al mismo tiempo, en el living Manuel abrió la puerta, era su vecino Valentino Noseq-ue, quién nuevamente necesitaba de los musculosos brazos de Manu.

Lo ayudó a terminar de mudarse y lo invitó a desayunar a su casa, olvidando que sus amigos seguían ahí. Cuando se dio cuenta de su error, ya era tarde pero no pudo echarlo, eso hubiera sido muy forro de su parte así que aprovecho esta oportunidad para presentarlo a sus amigos y quizá ayudarlo a conocer nuevas personas.

Clara salió del baño y se extrañó al no encontrar a nadie en el living, caminó hasta la cocina y se encontró a todos desayunando junto a un chico alto de lindos ojos.

El joven se presentó como Valentino, se ve que era vecino de Manuel. Manuel... Al recordar el suceso de hace minutos se le revolvió el estómago, no podía aceptar que la persona a la que más quería se había vuelto a enamorar y para colmo de su amigo. Este grupo no podía ser peor, era enfermizo que todos tuvieran historia con todos, era como el incesto pero peor.

Trató de terminar el desayuno improvisado de Manu, sin pensar en nada, sin embargo su mirada perdida no le permitió notar que aquel muchacho de lindos ojos no dejaba de mirarla.

Cuando todos se retiraron, Clara bajo las escaleras, lo último que necesitaba era estar en el ascensor encerrada con Mauricio.
Detrás de ella se escuchaba el sonido de unas pisadas, era Valentino. El chico trataba de alcanzarla y no dudó un segundo en tomarla del brazo.

- Eh, espera. Quería preguntarte algo.

Clara lo miró sin ninguna emoción - ¿Eh?

Valentino aparentemente nervioso dijo - Ehh, quería saber si te podía invitar a tomar algo algún día.

- Oh, no sé que decirte...

- Em, bueno - el chico se quedó callado por un momento - te voy a dejar mi número así cualquier cosa me podes escribir.

Clara salió del edificio preguntándose si sería una buena idea salir con él, por alguna razón habia vuelto a sentir algo por Manuel y eso la destruiría.

¿Acaso podría dejar el pasado atrás de una vez por todas?¿O le diría a Manu sus sentimientos en busca de reciprocidad?

Cuando tus ojos brillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora