II. De venganza e hipocresía

10 5 0
                                    

Se despertó de un sobresalto y se dio cuenta que ya era de dia. Hoy, después de tanto tiempo por fin podría volver a su vida normal. Estaba tan extasiado por la situación que su boca salivaba como lo haria un perro frente a un asado del tio Pedro.

Cerca de la una de la tarde se encontraba regresando a lo que fue su residencia antes del
accidente, pensó en cómo su relación con Manuel estaba rara, pero tenía la esperanza de que se recompusiera.

Había algo que lo inquietaba respecto a eso, pero lo mejor sería ir a visitarlo y hablarlo. No quería que una barrera imaginaria los separara.
Antes de regresar oficialmente a su residencia, haría una breve escala en el departamento de su novio, le llevaria unas sopas instantáneas para calentar su frío corazón.

Caminó como quince cuadras extremadamente largas, sus piernas le temblaban pero terminó llegando, al menos una parte de él. De repente sintió como una imagen se le dibujó en la cabeza, era de aquel día del accidente. Recordó cómo había cruzado sin menor problema, pero el estaba seguro que en ese momento había tenido el accidente. Entró al edificio y subió el ascensor, las imágenes no paraban de aparecer, detalle a detalle recordó como había sucedido todo.

Tocó el timbre.

El silencio era su compañero...

Manu abrió la puerta y el rostro de Mauricio forzó una sonrisa.

- Hola gordo.

Mauricio lo saludó y Manu lo invitó a pasar.

Hablaron un rato bastante largo en el que se obligaba a asentir y a pensar en la hipocresía de Manuel, la idea de que le mintiera en la cara le repugnaba a tal punto de darle arcadas, sin embargo, no dijo ni una palabra que delatara el hecho de haber recuperado su memoria. Por supuesto, él no debia saberlo.

Cuando salió del edificio estaba hecho una furia, quería gritar, llorar y sobre todo hacerle daño. Él no se merecía algo asi, mucho mebos haber estado internado. Al llegar a su residencia se limitó a tirarse en la cama y hacerse bolita.

Pensó en varias venganzas pero ninguna lo suficientemente fuerte, podría quizás tirarle algún gualicho o hackear su cuenta de Steam y hacerle perder todos sus juegos, quizás la cuenta de Valorant, pero eso no le haría mucho daño. De repente se le ocurrió una idea grandiosa. Recordó a aquella chica de pelo rojizo artificial. Ella era su boleto de lotería.

Repasemos un poco la historia, Mauricio había conocido a Naomi en sus últimos años de secundaria, más que nada en ese año medio raro donde Manuel se alejó un poco del grupo.
Se ve que se hicieron buenos amigos o eso creía, lo más destacable era que ella siempre estuvo enamorada de Manuel, pero lo que estaba más que claro era que Naomi estaba desquiciada, bah, no es que estuviera loca de verdad pero había algo en ella... Algo raro que daba la impresión de siempre ocultar algo. Si no me crees podes preguntarle a cualquiera.

Mauricio estaba seguro de que aquella chica podía ayudarlo, no directamente, pero su mera presencia podría descolocar a cualquiera, solo tenía que saber utilizar sus recursos.

Le costó un poco encontrar su instagram, pero cuando por fin la localizó le habló al privado invitandola a La Plata de parte de Manuel.

Esto no lo tiene que saber nadie asi que confio en que no le comentes que lo escuchaste de mi parte, pero un dia cuando se encontraba aburrido, Mauricio creo un perfil falso con fotos de Manu. Habia reunido suficientes seguidores que la hacia parecer una cuenta real, por lo que no le costo mucho inventarse una historia de que había perdido su otra cuenta.

Naomi le respondió enseguida y luego de confirmar su llegada borró el chat. Esa noche le costó dormirse y en su insomnio por fin comprendió en su totalidad la naturaleza de sus sueños, de alguna forma su inconsciente quería advertirle.
A la mañana siguiente Mauri retomó sus actividades en la facultad, le costó volver a tomarle el hilo pero algo era algo. Trató de evitar encontrarse con Manu mientras pudo pero en la hora del almuerzo les fue inevitable toparse mientras iban al comedor del campus.

Cuando tus ojos brillanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora